Conjeturas
Por
Francisco Cruz Angulo
Escuché una breve entrevista de Andrés Manuel López Obrador
con el conductor del noticiero vespertino de Radio fórmula Pepe Cárdenas,
entrevista que me puso los pelos de punta. Lejos de considerar al “peje” como
una alternativa democrática de gobierno para el 2018 como presidente de la
república como en otras ocasiones se lanzó obsesivamente contra la mafia del
poder que manipula desde las sombras -según él- Carlos Salinas de Gortari al
que considera es el jefe del PRI y del PAN pero que ahora tiene como sus alcahuetes
a todos los partidos políticos excluyendo al suyo, (MORENA).
Por supuesto aclaró que solo MORENA garantizará los intereses
del pueblo pues se rige bajo los principios morales “No mentir, no robar y no
traicionar al pueblo”.
El político tabasqueño como si tuviera la verdad absoluta, en
un tono maniqueista descalificó a los demás aspirantes a la presidencia de la
república a los que tildó que son una comparsa de la mafia del poder y son cómplices
de las corruptelas que cometen con total impunidad.
Cuando el entrevistador Pepe Cárdenas lo inquirió de cuál era
su opinión sobre la regulación de la marihuana para el autoconsumo y con fines
medicinales, la iniciativa presidencial de los matrimonios igualitario y del
mismo sexo, el derecho de las minorías lésbicas, gay y transgéneros para que
ejerzan a plenitud todos sus derechos humanos esquivó la pregunta y se salió
por la tangente sin fijar la posición de su partido con claridad.
La posición de López Obrador es ambigua gatopardista porque
por un lado se asume como el que va a salvar de la corrupción y de la impunidad
a nuestro país y, por otro lado, ni MORENA ni sus bancadas en el Congreso de la
Unión sus diputados y senadores se muestran apáticos y hasta reacios a
participar activamente al lado de otras fracciones parlamentarias y de la
sociedad civil organizada para que en el próximo periodo extraordinario de
sesiones de la comisión permanente de ambas cámaras se aprueben las 7 leyes
reglamentarias del Sistema Nacional Anticorrupción.
Por otro lado al asumirse López Obrador como el Mesías que
salvará a la nación en una lucha de los buenos contra los malos no se asume
como un líder social sino como un pastor religioso en donde su verdad es la
única y la de los demás es pura simulación.
Cuando descalificó a quienes piensan diferente los satanizó
como engendros del mal. De continuar con este discurso maniqueista estará
conduciendo a la nación a que ascienda al poder un gobierno autoritario de
carácter caudillista.
A lo que aspiramos los mexicanos es a la edificación de una
república democrática en donde se respeten los derechos humanos, la tolerancia
a los que piensan distinto, el respeto a las libertades ciudadanas, a la
aplicación del derecho para combatir la corrupción y la impunidad en el
servicio público y Entes privados, en el respeto a la diversidad de género,
origen social, étnico y religioso, el fortalecimiento de nuestras instituciones
sustentada en los partidos políticos en donde el sufragio universal sea el que
determine quienes deban ser nuestros gobernantes.
Apostarle al unipartidismo o a los caudillos que se asumen
como redentores del pueblo es conducir a
la nación al colapso de nuestra economía y de nuestras instituciones
republicanas.
Este tipo de gobierno lo podemos constatar en la crisis
institucional que viven los venezolanos hoy en día cuando el gobierno
encabezado por Nicolás Maduro enfrenta una situación de ingobernabilidad a
consecuencia del colapso de su economía y el desprecio por el Estado de derecho
por lo que se ha visto forzado a suspender las garantías individuales mediante
el uso de la fuerza militar. Esta clase de país no lo queremos para el nuestro…
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