Conjeturas
Por
Francisco Cruz Angulo
El Secretario de Educación Pública (SEP), Aurelio Nuño
calculó erróneamente que con el hecho de sancionar a más de 2 mil profesores
afiliados a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) por
el hecho de haber incurrido en no presentar a tiempo sus exámenes de evaluación
o haber faltado en 3 veces consecutivas al salón de clases sin justificación alguna
o que la Procuraduría General de la República (PGR) haya enviado a la cárcel a
dos de sus dirigentes nacionales, Rubén Núñez y Francisco Villalobos desmovilizarían
al grueso de sus afiliados en los estados de Oaxaca, Chiapas, Tabasco, Guerrero
y Michoacán, por el contrario ya tuvo sus consecuencias, por cierto ahora
con la privación de la vida de 6
personas y cientos de heridos.
Estos lamentables hechos ocurrieron en la mañana del domingo
pasado cuando la policía Estatal y Federal intentaron desbloquear a un numeroso
grupo de manifestantes de la CNTE y de sus aliados que mantenían cerrado el
acceso a Oaxaca.
Durante el enfrentamiento de desalojo de uno y otro lado hubo
acciones violentas; de parte de los manifestantes quema de vehículos, el
lanzamiento de cohetones y bombas molotov; mientras que de la parte
gubernamental inicialmente se intentó el desalojo utilizando la táctica de contención
pero en una segunda fase se presume se utilizó disparos de parte de la Policía
Federal, según el testimonio de un video grabado por un periodista de la
agencia “CuartoOscuro”. El resultado como lo señalamos arriba fue de 6 jóvenes
muertos y más de un centenar de heridos entre policías y manifestantes. Unos y
otros se culpan de esas acciones.
Ante estos hechos el Presidente Enrique Peña Nieto ordenó a
la Procuradora General de Justicia, Arely Gómez que coparticipe en la investigación
para que se clarifique y se sancione a los responsables.
Estos trágicos acontecimientos eran previsibles desde hace
meses; tanto los dirigentes de la CNTE como el secretario de educación y el de gobernación
llaman una y otra vez al diálogo pero ambos se muestran irreductibles en sus
posiciones, esto es, la CNTE exige la abrogación de la Reforma Educativa,
mientras que la SEP señala que eso no es negociable.
En este claro enfrentamiento entre las dos partes lo que se
está provocando es el ahondamiento de la crisis de gobernabilidad en los
estados sureños en donde tiene presencia la CNTE. Es lógico que después del
cese de los más de 2 mil docentes ya no tienen nada que perder y en alianza con
organizaciones populares cercanas a ese gremio continuarán radicalizando sus
movilizaciones generando condiciones para que el Gobierno Federal y Estatal
utilice toda la fuerza del Estado para liquidar ese movimiento.
Con la represión policiaca del pasado domingo a los afiliados
de la CNTE el Gobierno Federal les está dando las banderas que justificarán sus
manifestaciones violentas en los estados en donde tienen presencia, entre
otras, libertad a los presos políticos, entre ellos a sus dirigentes nacionales,
la dimisión del gobernador Gabino Cué y del Secretario de Educación, Aurelio
Nuño y, por supuesto, la abrogación de la reforma Educativa.
De no encontrar una solución pronta a este aparente callejón sin
salida en el que se encuentran las partes en conflicto se podría desbordar el
descontento popular. El día de ayer se sumaron a las manifestaciones de los profesores
de la CNTE varios sindicatos nacionales y organizaciones campesinas muy ligadas
al ejército zapatista.
A mayor represión de parte del Estado mexicano en contra de
la CNTE al victimarse a ese movimiento se estará creando el caldo de cultivo
para que el descontento popular por la falta de empleo, pobreza extrema y falta
de justicia social derive, como lo señalé anteriormente, en la ingobernabilidad en aquellos estados sureños
de nuestra república. Allá podría anidarse el huevo de la serpiente…