Conjeturas
Por
Francisco Cruz Angulo
El panismo nacional debe estar de plácemes luego que en su proceso
interno eligió a su presidente nacional. Este evento político-electoral fue
celebrado el pasado domingo mediante voto secreto, directo y universal a sus
más de 250 mil afiliados.
Como se sabe Gustavo Madero ganó la elección por el 13% arriba de la votación que obtuvo su
competidor Ernesto Cordero. Su triunfo fue inobjetable lo que obligó a su otro
competidor a reconocer su victoria.
Esta es la primera vez que el blanquiazul consulta
directamente a sus bases militantes para elegir a sus líderes nacionales, método
que impulsó Gustavo Madero y que en su momento le trajo severas críticas del
panismo tradicional encabezado por la corriente calderonista.
No creo que el simple reconocimiento de la victoria de
Gustavo Madero hecho por el mismo Ernesto Cordero y que haya llamado a trabajar
por la unidad del partido quiera decir que este exhorto se traduzca en los
hechos.
La operación cicatriz tardará tiempo en virtud que ambas
corrientes tienen profundas diferencias sobre cuál debe ser el papel que
desempeñe el partido en las actuales circunstancias políticas en donde el PRI
está consolidándose como partido mayoritario.
Estas diferencias de visión de futuro se iniciaron desde que
el PAN perdió la elección presidencial en el 2012; luego se profundizaron
cuando bajo el primer mandato de Gustavo Madero firmó el Pacto por México con
el PRI y el PRD, y que gracias a ese pacto se sacaron las grandes reformas
constitucionales tales como la de Educación, Hacendaria, la de Competencia
Económica, la Político-Electoral, la de Telecomunicaciones y la Energética. Sin
el apoyo del blanquiazul jamás el PRI hubiera logrado sacarlas adelante.
La victoria
reeleccionista de Gustavo Madero seguramente fue bien vista por los
dirigentes del tricolor y el mismo presidente Peña Nieto toda vez que será su
gran aliado en la aprobación de las leyes secundarias de las reformas en
Telecomunicaciones y Energética.
Por otro lado el triunfo de Gustavo Madero tiene otro claro
significado, esto es, que cuando un partido político no es rehén de sus
corrientes internas por su disputa por los liderazgos sino que se abre a sus
militantes para que estos elijan libremente a sus dirigentes significa que es posible recuperar la
democracia interna de esas instituciones. Gustavo Madero le apostó a la madurez
política de su militancia y triunfó…
EL PRD TAMBIÉN ELEGIRÁ A SU DIRIGENTE NACIONAL.-Dentro de
algunos meses el Partido de la Revolución Democrática (PRD) elegirá a su nuevo
presidente nacional. Hasta el día de hoy todavía es una incógnita si el Partido
del Sol Azteca elegirá a su dirigente nacional mediante delegados a una
asamblea nacional electoral o mediante consulta a su base militante.
Por su historia reciente este último método de democracia
interna le ha ocasionado virulentos enfrentamientos entre las tribus dominantes.
Algunas de estas elecciones han sido un cochinero a tal grado que se han tenido
que dirimir en los tribunales electorales.
Ojalá y el PRD siga los mismos pasos que el blanquiazul y
recupere así su naturaleza y principios democráticos.
El perredismo nacional necesita de un nuevo liderazgo
legitimado por toda su militancia, más aún cuando tendrá que encarar los
comicios federales del 2015 en el que competirá no solo en contra del PRI y el
PAN sino también en contra de los candidatos de MORENA que lideréa Andrés
Manuel López Obrador.