martes, 27 de marzo de 2012

DESARROLLO DESIGUAL EN LA RIVIERA NAYARIT

La región sur de nuestro estado cosecha hoy lo que sembraron administraciones gubernamentales anteriores: ofertar ante el mundo uno de los destinos turísticos más importantes del país. Gracias a la mirada visionaria de don Roberto Gómez Reyes, cuando durante su gobierno se creo el Fideicomiso de Bahía de Banderas y la Unión de Ejidos de aquella región bajo el liderazgo de Enrique Medina Lomelí, y luego en el gobierno de Celso H. Delgado se fundó el municipio de Bahía de Banderas, ambos gobernantes sentaron las bases para lo que Ney González instituyó la marca, la Riviera Nayarit.
Rememoramos lo anterior debido al gran éxito que se alcanzó por el Tianguis Turístico 2012 realizado simultáneamente en Puerto Vallarta y la Riviera Nayarit, específicamente en la zona de Bahía de Banderas.

A este evento turístico concurrieron poderosos empresarios nacionales y extranjeros de la hotelería, agencia de viajes turísticos y de otras empresas que ofertaron destinos, servicios y productos turísticos, lo que a lo largo de este año esperemos ver reflejado el impacto económico en aquella zona sur de nuestra entidad.

En la inauguración de se magno evento, el Presidente, Felipe Calderón prometió mayor apoyo a nuestra industria turística enfatizando en acelerar la construcción de la autopista Compostela-Las Varas y de esta manera impulsar otro polo turístico en El Capomo, Municipio de Compostela, lo cual   detonará el desarrollo económico de ese municipio.

Evidentemente corresponderá al Gobierno de Roberto Sandoval Castañeda que este exitoso desarrollo turístico en la Riviera Nayarit vaya en paralelo con el mejoramiento de las condiciones de vida de los habitantes de aquella región.

De ninguna manera se debe permitir que mientras los propietarios de las grandes cadenas de hoteles y de agencias de viajes se llevan el producto de nuestras riquezas naturales, miles de ejidatarios pobres sean prácticamente despojados de sus tierras al comprárselas a precios irrisorios, y luego condenándolos al desempleo y a vivir  en áreas áridas en condiciones infrahumanas.

Es una realidad que este rápido crecimiento turístico no se ha traducido en mejores servicios de vivienda, salud, educación, infraestructura sanitaria y en empleos bien remunerados. Es oprobioso que mientras se levantan gigantescos hoteles circundados por infraestructura de primer mundo, a lado pululan colonias populares con servicios públicos de tercer mundo.

Fue tal el desarrollo desigual de esa zona turística que hasta los pobladores originarios perdieron su derecho al disfrute de sus playas. Esta manifestación de inconformidad quedó demostrada cuando el PRI perdió la elección federal y estatal en Bahía de Banderas en los últimos 6 años, frente al PAN.

Sin embargo, luego de ganar Roberto Sandoval la silla gubernamental hizo de inmediato un control de daños, primero ordenó abrir más de 35 accesos a las playas para el turismo pobre y clasemediero y luego convencer al presidente municipal de Bahía de Banderas, Rafael Cervantes Padilla a defeccionar de su militancia panista para reintegrarse al rebaño priista con la promesa de que ahora sí, los habitantes de Bahía de Banderas recibirán parte del pastel que hoy suculentamente devoran  los propietarios de la industria turística, nacional y extranjera.

 El mandatario nayarita hace lo suyo para que esta promesa se concrete en acciones de gobierno a favor de la gente más humilde de aquella región.