martes, 21 de julio de 2015

¿Llegamos tarde a la modernidad económica?



Conjeturas
Por Francisco Cruz Angulo

El lector se preguntará a mí que diablos me importa lo que ocurra en la caída económica de China; la crisis financiera de Grecia; las guerras fratricida en el mundo musulmán; la caída estrepitosa en el precio del petróleo; la histórica apertura de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba o el asqueroso racismo del precandidato republicano a la presidencia de los Estados Unidos  el millonario Donald Trump o la fuga del “chapo” Guzmán de un reclusorio de Máxima Seguridad en el Estado de México.
En efecto lo que preocupa día a día al ciudadano común es disponer de un buen empleo, bien pagado y vivir con decoro.
Lamentablemente no es así. Vivimos dentro de una economía globalizada donde las barreras nacionales desaparecerán en el tiempo.
Todos los fenómenos sociales y económicos están concatenados entre sí. Lo que suceda en cualquier continente impactará para bien o para mal hasta la más lejana población de nuestro Estado.
Pese a que nuestra nación dio otro paso más para ingresar a la modernidad económica mundial con las reformas estructurales en Educación, Competencia, Telecomunicaciones y la Energética impulsadas por el Presidente Enrique Peña Nieto falta la implementación en cada una de ellas.
En donde hemos dado un salto cualitativo en este año es en la Reforma en Telecomunicaciones y en la Energética.
En la primera estamos viendo resultados tangibles. Los precios de la telefonía fija y móvil se han reducido notablemente.
Esta reforma fue un duro golpe del Estado mexicano al monopolio del Grupo “América Móvil” y Telmex del empresario Carlos Slim que controlaban casi la totalidad del mercado. Esto se ha visto reflejado en el bolsillo de millones de mexicanos.
Posiblemente para el próximo año veremos este mismo impacto económico en los servicios de televisión abierta y restringida y en la radiocomunicación. Con la apertura de nuevos canales de televisión y radio se mejorará  la calidad y precios de estos servicios.
La Reforma Energética ya dio sus primeros frutos con una mayor oferta de gas industrial en el país al abaratarse la tarifa eléctrica domestica e industrial.
Al utilizar el gas como energético en el proceso industrial no solo abaratará costos, a la vez alentará la exportación de nuestros productos haciéndolos más competitivos en los mercados internacionales, y por supuesto se protegerá el medio ambiente.
Respecto a los productos derivados del petróleo esperemos que con la apertura de Pemex a la competencia arriben a nuestro país grandes empresas  trasnacionales que oferten esos productos a mejor precio, por ejemplo gasolina y lubricantes.
En cuanto a la exploración y explotación de nuestros yacimientos petroleros el Gobierno de la República dio otro gran paso rumbo a la modernidad económica y tecnológica y de transparencia y rendición de cuentas.
El pasado 15 de julio la Comisión Nacional de Hidrocarburos hizo la primera e histórica subasta pública de la primera etapa de la ronda cero, en este caso en la exploración de yacimientos en aguas someras en el Golfo de México.
De los 14 competidores que se inscribieron para explorar yacimientos petroleros solo dos resultaron ganadores.
Para algunos expertos en la materia esta primera licitación fue un fracaso porque no se cumplieron las expectativas del gobierno que era otorgar contratos de exploración por lo menos a 6 empresas petroleras.
En cambio para el Gobierno de Peña Nieto más que un fracaso fue una etapa de aprendizaje que servirá para las subsecuentes etapas de exploración y explotación en aguas someras y profundas.
Lo cierto que las empresas petroleras y el Gobierno Federal se mostraron  muy cautos. Las primeras porque le miden el agua a los camotes sobre todo porque está a la baja el barril de petróleo en el mercado internacional y con la posibilidad que la república de Irán inunde el mercado con su petróleo luego que se le quite el embargo comercial siempre y cuando firme un convenio ante la comunidad internacional de suspender  su programa nuclear.
De la parte gubernamental manifiesta su prudencia de no malbaratar nuestra riqueza petrolera en situación de crisis y que las voraces compañías petroleras trasnacionales se aprovechen de esta coyuntura en la que el Gobierno Federal necesita de urgencia recursos financieros para reactivar nuestro crecimiento económico.
Del éxito o el fracaso de estas reformas dependerá la salud financiera de las Entidades de la República sobre todo de aquellas familias que viven en zonas marginadas.
Si ya inició el Gobierno Federal insertar a nuestro país a la modernidad económica mundial hasta cuándo habrá de implementarse una profunda reforma política de nuestro sistema de gobierno que hoy está en situación de crisis por los últimos acontecimientos que han violentado el Estado de Derecho, la opacidad en la rendición de cuentas y un sistema de justicia subsumido en la corrupción y en la impunidad…