jueves, 23 de mayo de 2013

LOS TRAPITOS SUCIOS SE LAVAN EN CASA


Por Francisco Cruz Angulo

A propósito del pleito entre el coordinador de la bancada panista en la Cámara de Senadores Ernesto Cordero y el presidente del CEN del PAN, Gustavo Madero, el ex presidente de la República Felipe Calderón en su cuenta de Twitter escribió palabras más, palabras menos que era una tradición panista que las diferencias internas se ventilaban adentro del partido con muy buenos resultados.
En efecto, ahora tras la derrota presidencial del blanquiazul se desató una danza de negros en donde unos y otros se culpan de la derrota. Nadie acepta su responsabilidad en el derrumbe electoral de su partido hasta el tercer lugar.
Luego vienen las desavenencias entre las dos corrientes que se disputan la dirección nacional profundizando la división interna con la firma del “Pacto por México” por el presidente nacional, Gustavo Madero.
En común acuerdo con el PRD y el PRI a iniciativa del Presidente Enrique Peña Nieto consensuaron una agenda de gobierno de 95 puntos plasmados en el “Pacto por México”.
Esta vez los interlocutores válidos por el presidente Peña Nieto fueron los dirigentes de los tres partidos. Todos los acuerdos de reformas constitucionales fueron  negociados directamente con los líderes nacionales del PRI, PAN y PRD y. luego enviadas a las dos Cámaras del Congreso de la Unión para que fueran debatidas y aprobadas.
Aparentemente todo iba bien. Fueron aprobadas varias reformas constitucionales de gran relevancia. Sin embargo, los integrantes de la Cámara de Senadores asumieron una posición más crítica y modificaron algunas de ellas mostrando más independencia del poder ejecutivo y de los integrantes del “Pacto por México”.
Lo que hizo crisis y afloraran las diferencias entre la corriente calderonista y la de Gustavo Madero fue el hecho que la bancada panista y perredista firmaron e hicieron público un documento de reforma política que lo incorporarían a la agenda de esa Cámara de Senadores como reforma prioritaria.
Esta iniciativa enojó al líder nacional del PAN y al del PRD aunque en menor medida.
Acusó Madero que Ernesto Cordero se fue por la libre, sin consultarlo, lo que ocasionó que el domingo pasado fue cesado como coordinador de la bancada panista.
Este cese fulminante de Ernesto Cordero provocó el descontento de 24 senadores que hicieron llegar una carta abierta a su dirigente nacional reprobando esa acción autoritaria, por lo cual le refrendaron el apoyo a su coordinador. Gustavo Madero hizo caso omiso y dijo que era una de sus atribuciones por lo que nombró al nuevo coordinador, al Senador por Colima Jorge Luis Preciado. Se comenta en los corrillos políticos que esta pugna viene desde el año pasado por la disputa del control del PAN entre ambas corrientes.
Se comentó que Felipe Calderón opera políticamente desde el Senado de la República por medio de Ernesto Cordero. Esta corriente disiente de su líder nacional por el hecho de haber entregado un cheque en blanco al presidente Peña Nieto a tal grado que el partido ha sido una comparsa del PRI y que favorecerá el posicionamiento electoral del PRI en las próximas elecciones.
El problema que enfrentará el Presidente Peña Nieto es sí Gustavo Madero será su único interlocutor para sacar adelante la agenda del “Pacto por México” toda vez que la mayoría de los senadores del PAN apoyan a Ernesto Cordero, es decir, 24 de los 38, pues existe el riesgo que la totalidad de los senadores no se disciplinen a su nuevo coordinador. Lo más probable  será que el Secretario de Gobernación tenga que buscar los buenos oficios de Ernesto Cordero para sacar adelante las reformas constitucionales que aún están pendientes.
La posición del depuesto coordinador será vital en la factibilidad del “Pacto por México” y, además se  ubicará como un fuerte aspirante a la presidencia nacional de su partido en diciembre próximo.