Conjeturas
Por
Francisco Cruz Angulo
En dos de las tres formaciones políticas en nuestro país, PAN
y PRI sus líderes nacionales Ricardo Anaya y Manlio Fabio Beltrones designaron
a los nuevos integrantes de sus respectivos Comités Ejecutivos Nacionales.
Uno y otro dirigente los designaron con criterios diferentes
de acuerdo a su estrategia para enfrentar la competencia electoral en el año
próximo en la cual estarán en disputa 12 gubernaturas estatales.
El líder nacional panista optó por integrar al comité
ejecutivo nacional en su mayoría a una generación de jóvenes de cuadros
panistas y a personajes de larga trayectoria política como son Santiago Creel
Miranda, Josefina Vázquez Mota y Ernesto Ruffo Appel en comisiones especiales;
otros son, Damián Zepeda Vidales, Secretario General; Édgar Mohar Kuri, y los
secretarios de Comunicación, Fernando Rodríguez Doval; de Vinculación con la
Sociedad, Jorge Camacho Peñaloza; de Elecciones, Jesús González Reyes; de
Fortalecimiento Interno, Adriana Aguilar Ramírez; y de Acción Juvenil, Everardo
Padilla Camacho. Así como de la incorporación de cuadros identificados con la
corriente calderonista, entre otras a Margarita Zavala esposa del ex presidente
Felipe Calderón.
Con esta primera acción ejecutiva el líder nacional del
blanquiazul busca la unidad del partido y de su reestructuración de acuerdo a
las actuales circunstancias políticas hoy adversas a su partido.
En cambio el líder nacional del tricolor actuó en contrario.
En opinión de conocedores de la clase política priísta Manlio
Fabio Beltrones decidió integrar su comité ejecutivo con personajes
identificados con su corriente, esto es, con políticos de larga experiencia
política y en menor grado con cuadros jóvenes. Destacan entre otros: tres
secretarios adjuntos a la presidencia: Marco Antonio Bernal, Alejandro
Gutiérrez Gutiérrez y Canek Vázquez Góngora. Otras secretarías son ocupadas por,
Joaquín Hendricks Díaz, al frente de la Secretaría Técnica del Consejo Político
Nacional; Willy Ochoa Gallegos, secretario de Organización, y Manuel Añorve
Baños, secretario de Operaciones Políticas.
El puesto de secretario de Acción Electoral será de Arturo
Zamora Jiménez, Luis Vega Aguilar secretario de Finanzas y Administración y
Lila Karina Abed Ruiz secretaria de asuntos Internacionales; Gerardo Herrera
Zavala, secretario Jurídico y de Transparencia.
El panista Ricardo Anaya le apuesta al dinamismo de la
juventud, a ventilar a su partido de las viejas prácticas clientelares y a
recuperar la mística de la doctrina panista.
Por su parte el sonorense Manlio Fabio Beltrones se juega su
porvenir y el de su partido con viejos cuadros priístas que cargan un costal de
mañas y de experiencias para ganar elecciones.
Por lo pronto el joven líder panista no tiene en mente sentarse
en la silla presidencial en el 2018; en cambio Beltrones será su última
oportunidad para culminar su carrera política.
Sin embargo al Sr. Beltrones podría salirle el tiro por la
culata al excluir del comité ejecutivo a líderes de otras corrientes priístas
porque habrá la sospecha que trabajará para su santo mirando al 2018.
Cabe preguntarse si el ex senador Beltrones se fue por la
libre sin previa consulta con el presidente Enrique Peña Nieto ya que él mismo
aclaró en su momento que habrá cercana distancia con el mandatario federal.
Claro que no. Peña Nieto puso en manos de Beltrones un arma de doble filo: si
gana la mayoría de las gubernaturas el año próximo se dará por bien servido al
detener la caída del voto priísta; si pierde gubernaturas por debajo de las que
hoy tiene el tricolor ya habrá forma de quitarle el mando y, por lo tanto
carecerá de toda posibilidad de llegar a Los Pinos.
El otro tema de la agenda Electoral próxima a la que habrán
de encarar los dos dirigentes nacionales es nada menos que el tema de la
corrupción, la impunidad y la violación sistemática a los Derechos Humanos.
Los dos partidos al igual que el PRD tendrán que rendirle
cuentas a la ciudadanía en la próxima contienda electoral del porqué fueron omisos
ante los escándalos de corrupción y conflicto de interés en los sonados
escándalos de la casa blanca y la casa de Malinalco; de las trapacerías del
gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina de la Cruz y de la filtración del
crimen organizado en el gobierno de Michoacán; en cuanto al blanquiazul
enfrentará el estigma de los “moches” que obtuvieron diputados federales y el
enriquecimiento inexplicable del ex gobernador de Sonora, Guillermo Padrés
Elías y de numerosos alcaldes que fueron agarrados robando con las manos en la
masa; y en el PRD la desviación de recursos públicos en la construcción de la
línea 12 del metro y las millonarias “mochadas” a ex delegados perredistas tal
y como lo denunció el nuevo delegado de la Cuauhtémoc en la Ciudad de México,
Ricardo Monreal; o los nexos con el narcotráfico del alcalde de Iguala,
Guerrero, José Luis Abarca que desembocó en la desaparición y asesinato de los
43 normalistas de Ayotzinapa.
La sombra de la duda, la desconfianza y la falta de
credibilidad en nuestras instituciones marcarán de nueva cuenta a las 12
elecciones estatales del 2016…