martes, 13 de agosto de 2013

A DEBATE EL FUTURO DE LA NACIÓN

Por Francisco Cruz Angulo

El lunes pasado el Presidente Enrique Peña Nieto en cadena nacional dio a conocer su iniciativa de Reforma Energética.
De acuerdo a lo dicho por el mandatario subrayó una y otra vez que no se privatizará a Pemex ni a la CFE. Los hidrocarburos seguirán siendo propiedad de la nación.
Apoyó su propuesta de Reforma en el texto constitucional que emitió el ex presidente Lázaro Cárdenas del Rio en 1940 en donde se dice que la Nación no podrá concesionar a particulares de la extracción y explotación de nuestra riqueza petrolera, pero la iniciativa privada si podrá invertir en coadyuvancia con el estado en toda la cadena productiva de la industria petroquímica.
La Reforma Energética en materia de Petróleo, Gas Natural y Energía que enviará el mandatario federal al Congreso de la Unión estará sustentada en los siguientes ejes  estratégicos. A saber:
1.- Retoma el texto 27 constitucional de Lázaro Cárdenas, celebrar contratos de utilidad compartida con la iniciativa privada para generar energía más barata, esto quiere decir que Pemex seguirá con la renta petrolera.
2.-  Nuevo régimen fiscal para Pemex que pretende ser competitivo con estándares internacionales.
3.- Reestructuración de la paraestatal y sus subsidiarias en 2 divisiones: Transformación industrial y Exploración y producción.
4.- Mejorar condiciones de transparencia y rendición de cuentas de la empresa petrolera respecto a obras, licitaciones y contratos.
5.- Mejorar el poder de compra para usarlo como palanca de desarrollo.
6.- Permite participación de particulares para generación de electricidad.
7.-  El Estado mantendrá el control del sistema eléctrico de la ciudad, así como el servicio público de distribución.
8.- CFE tendrá mayor flexibilidad operativa que ayudará a reducir costos.
9.- Fortalecer a organismos como la Comisión de Energía.
10.- Favorecerá el desarrollo tecnológico para generar fuentes de energía renovables y que tienen menor impacto en el medio ambiente.
Por supuesto la iniciativa presidencial implicará reformar algunos párrafos de los Artículos 27 y 28 constitucional lo cual generó opiniones encontradas en el PAN y en el PRD.
El Presidente nacional del blanquiazul reprochó que la reforma es corta y tibia al omitir otorgar en concesión a particulares toda la cadena productiva de la industria de Pemex.
Los dirigentes de las izquierdas, entre otros el PRD y  MORENA de López Obrador le reprochan que el presidente Peña Nieto estará entregando la riqueza nacional de nuestros hidrocarburos a las compañías trasnacionales, lo que califica como una traición a la patria.
El presidente hizo revelaciones muy importantes, entre otras: hace una década de tres millones de barriles que exportaba  Pemex en los mercados internacionales hoy su producción actual es de 1,400 millones de barriles diarios. De no explotar yacimientos nuevos sobre todo en aguas profundas en tanto no disponemos de las tecnologías modernas, ni los recursos suficientes en 10 años seremos un país importador de petróleo.
Otros datos: Por falta de refinerías en el país importamos 4 de 10 litros de la gasolina que actualmente consumimos, lo que encarecerá aún más el precio de la gasolina y de los productos derivados  de la industria petroquímica.
Lo mismo pasa con el Gas natural. Pese a que tenemos normes reservas de gas natural en nuestro subsuelo, el 30% lo importamos. Si no explotamos este recurso decrecerá nuestra producción industrial al incrementarse el precio del gas se elevará el precio de la luz eléctrica.
Así pues la única alternativa es permitir la inversión privada como coadyuvante de la modernización de Pemex a través de los contratos de utilidad compartida y de producción compartida.
Es evidente que los panistas quieren volver a los tiempos anteriores de la expropiación petrolera de 1938 cuando las compañías extranjeras extraían nuestra riqueza como si fueran dueños de parte de nuestro territorio nacional y que daban trato de esclavos a nuestros trabajadores de aquella época y a cambio de otorgar migajas al estado mexicano.
La izquierda, aunque  reprocha que se pretende reformar a Pemex con un decreto de 1940 se aferra como si fuera dogma religioso al Artículo 27 Constitucional. El PRD de los “chuchos” que se califican como la moderna izquierda creemos que si tiene claro que la iniciativa presidencial no es privatizadora, lo que pasa es de que temen  que se les vendrá encima la descalificación de los fanáticos de las huestes  de López Obrador y que el PRD perdería  adeptos al considerarlos como traidores a la patria.
Si bien se deslindaron del radicalismo de López Obrador al rechazar el condicionamiento que hizo el “peje” al PRD para hacer un frente común en contra de la supuesta privatización de Pemex, los pone en una posición incómoda para conservar su liderazgo.
La posición de los actuales dirigentes del partido del Sol Azteca es difícil porque están atrapados en un doble discurso. Por un lado hacen pactos con el PRI y el PAN en el proyecto de Peña Nieto y, por otro lado mantenerse en la línea ideológica, programática y de principios que dieron origen a ese partido en la que los Artículos 25, 27 y 28 Constitucional son inamovibles.
En este debate de dicha reforma lo más probable será que el PAN saque buenos dividendos políticos y económicos a cambio de sumar los votos de sus dos bancadas para que junto con el PRI y el PVEM aprueben la susodicha reforma; mientras que el PRD y los partidos de izquierda con registro votaran en contra para mostrar su patriotismo trasnochado. Lo mismo ocurrirá seguramente en la reforma Fiscal y Hacendaria.