martes, 8 de enero de 2013

QUE NO MATEN LA GALLINA DE LOS HUEVOS DE ORO


En la hora que escribo esta columna no conozco el desenlace final de las pláticas de negociación entre el alcalde de Tepic, Héctor González Curiel y la lideresa del SUTSEM, Águeda Galicia y con la mediación del Gobierno del Estado para poner fin al paro general de actividades en el Ayuntamiento de Tepic debido a que no se ha pagado la totalidad del fondo de ahorro y la segunda parte del aguinaldo.
La propuesta de el “torito” es pagar en abonos porque no hay dinero. Es probable que por esta vía se llegue a un acuerdo por el bien de los tepicenses y de los trabajadores sindicalizados.
Durante una entrevista en un canal local González Curiel dijo una gran verdad. El sindicato, aunque son innegables sus derechos, se están acabando la gallina de los huevos de oro.
Tiene razón. Nadie puede dar lo que no tiene y la bancarrota del ayuntamiento es corresponsabilidad de sus tres antecesores y del SUTSEM. Fue precisamente a partir de las ambiciones de poder de Ney González cuando siendo alcalde de Tepic endeudó al ayuntamiento para utilizar los recursos públicos con la mira puesta a la gubernatura de Nayarit. En esta estrategia en su afán de coaptar votos se actuó con irresponsabilidad incrementando sus demandas laborales muy por encima del índice inflacionario y otras prebendas laborales.
Nadie dice que los trabajadores no tengan derecho a mejor sus condiciones de vida. Lo que ocurrió fue que las tres administraciones anteriores  no administraron con responsabilidad al inflar la nómina y el gasto corriente así como el uso de programas asistenciales con clara tendencia preelectoral.
Ahora se están pagando los platos rotos. La deuda crece y los ingresos decaen. De no actuar de inmediato para resolver de fondo el problema de la deuda, en pocos años no habrá ni para pagar la nómina como otros ayuntamientos del país  que se declararon en bancarrota y hasta  tendrán que poner a remate sus pocos activos;  y todo por utilizar al ayuntamiento como trampolín político.
NO VE UNA EL LIDER NACIONAL DEL PAN
Gustavo Madero, suda la gota gorda desde el 2012 cuando su partido perdió varias gubernaturas y la presidencia de la República, ocupada hoy por el priista Enrique Peña Nieto. Este año tendrá que ser habilidoso y poner alto a las confrontaciones internas en el blanquiazul entre sus principales figuras históricas.
La última pifia que cometió fue el haber emprendido una campaña de reafiliación sin aclarar que están exonerados de este requisito aquellos panistas que tienen más de 30 años de militancia continua.
Este desaguisado le valió una andanada de críticas, entre otra, la de Vicente Fox ex presidente de la República y de Diego Fernández de Ceballos.
El ex senador declaró públicamente que no se reafiliará porque es un insulto a la inteligencia. Acotó: “para seguir siendo católico no se necesita bautizarse dos veces; por lo tanto, aunque no me reafilie, seguiré siendo panista para toda la vida”.
Tan mal fueron los resultado de la campaña de reafiliación en el blanquiazul que de un millón 800 mil de afiliados su padrón actualizado apenas  rebasó  los 350 mil afiliados, lo que indica que durante 12 años cuando ejercieron el poder se infló el padrón panista por miles de personas advenedizas y tránsfugas de otros partidos. Para justificar estos hechos el dirigente de Acción Nacional lo justificó aduciendo que no son un partido de masas sino de cuadros.
Eso sí, este partido podrá presumir que es la única organización política que tiene un padrón confiable de su militancia, pues ni siquiera el partido más longevo, que es el PRI, lo tiene.
Claro, el hecho que cada uno de los panistas reafiliados tengan su credencial vigente no quiere decir que lo hayan hecho por convicción ideológica y programática. Siempre habrá advenedizos que lo hagan por oportunismo electoral, sobre todo cuando los principios ideológicos están en el baúl de los archivos muertos.