jueves, 10 de noviembre de 2011

NO MÁS DEMAGOGIA EN EL CAMPO

El nuevo régimen estatal que encabeza Roberto Sandoval puso el dedo en la llaga para enfrentar la marginación que sufrió el Sector Agropecuario y Agrícola de la región norte de nuestra Entidad durante la pasada administración de Ney González Sánchez.
Durante sus 6 años de gobierno privilegió el desarrollo turístico en la Riviera Nayarit a donde fueron a parar cuantiosos recursos federales y estatales que lamentablemente no se reflejaron en el bienestar de aquella población sureña, sino que por el contrario, se les despojó de sus recursos naturales, alteró el ecosistema de esa región y lanzó al desempleo a cientos de ejidatarios. Los grandes beneficiarios fueron las compañías fraccionadoras y las trasnacionales de la hotelería.
 Debido a la inequidad en la distribución de la riqueza en los municipios que integran la Riviera Nayarit, sus habitantes le pasaron factura al tricolor durante el proceso electoral de julio pasado al perder los ayuntamientos estratégicos de Bahía de Banderas y Compostela.
Por tales razones, la actual administración estatal parece no querer incurrir en el mismo error. Su prioridad estratégica será invertir en el desarrollo de la agricultura, la ganadería y en la pesca. Así quedó demostrado cuando en días pasados el mandatario nayarita y el delgado de la SAGARPA  entregaron maquinaría agrícola a varios ejidos norteños, motores fuera de borda a pescadores y ganado vacuno a ese sector productivo. Se informó que la inversión federal y estatal fue de más de 250 millones de pesos.
Ciertamente este primer paso para reactivar la economía en las  zonas rurales es un gran incentivo para agricultores, ganaderos y pescadores. No obstante, hay muchos retos a superar; a saber: es necesario entregar créditos oportunos y baratos; desazolvar los canales de riego; diversificación de cultivos más rentables que los tradicionales; insumos agrícolas y ganaderos baratos y de buena calidad; tecnificar los cultivos; reparar la infraestructura carretera en las zonas rurales; desazolvar lagunas y esteros para elevar la captura de pescado y camarón; monitorear los mercados nacionales y extranjeros para obtener buenos precios en la comercialización de los productos del campo. Y lo más importante, la creación de empresas agroindustriales para darle mayor valor agregado a los productos agropecuarios, de pesca, hortalizas y legumbres y de fruticultura.
Si el Gobierno Estatal instrumenta un buen Plan de Desarrollo integral en la zona norte se incentivará el empleo, habrá mayor circulación de dinero y se mejorarán las condiciones de vida de miles de familias campesinas. Entonces aquella región volverá a ser la costa de oro que por décadas fue el orgullo de los nayaritas.
Si a lo anterior le agrega el Gobierno de Roberto Sandoval programas de contenido social, no asistencial, en donde haya una mayor participación ciudadana se estará fomentando la cultura del trabajo y el esfuerzo colectivo para resolver los problemas cotidianos de la comunidad.
Parodiando un adagio chino que dice que a la gente se les podrá dar de comer pescado durante algunos días o meses, pero no les resolverá sus condiciones de pobreza; lo mejor es enseñarlos a pescar para que por sí solos se alimenten todos los días de su vida.