miércoles, 20 de febrero de 2013

NADA OCULTO BAJO EL SOL


Por Francisco Cruz Angulo

En la era del internet y de las redes sociales la vida pública y privada de los ciudadanos está expuesta al escrutinio de toda la comunidad. Estos nuevos medios de comunicación suplen para bien o para mal lo que se oculta o se sesga en los medios tradicionales de comunicación como son la prensa escrita, la radio y la televisión. Si en el pasado reciente estos medios informativos manipulaban, sesgaban o minimizaban noticias que eran incómodas para la clase política o poderosos empresarios. La gente dejó de creer en su profesionalismo y fueron estigmatizados ante la opinión pública.
El caso más emblemático lo observamos durante el pasado proceso electoral presidencial cuando varios periódicos nacionales y el duopolio de Televisa-Azteca manipularon las encuestas a favor del hoy Presidente Enrique Peña Nieto, lo que provocó la irrupción inesperada del movimiento estudiantil “Yo soy #132”. Este movimiento estudiantil surgió y se desplegó a través de las redes sociales como un contrapeso a una prensa poco profesional y con una clara tendencia partidista.
Este reclamo a ejercer una prensa veraz, objetiva y que se rija por los valores éticos de la profesión, no es cuestión de buena fe porque subyacen en su ejercicio intereses económicos de los propietarios de los medios contraídos con la clase política gobernante. La auto mordaza no se explica sin este factor que a veces es determinante en la línea editorial de los medios de comunicación.
En Nayarit como en otros estados de la República son reglas no escritas. Hay excepciones. Uno de los sexenios gubernamentales es donde se toleró la crítica y hasta la diatriba personal  al Poder  Ejecutivo por algunos medios de  prensa escrita fue en el gobierno de Don Emilio M. González. Decía él que era mejor el exceso de libertades para decir lo que le pegara la gana a los ciudadanos que restringir la libertad de expresión. Así fue. Pese a que fue víctima de campañas sucias en la prensa escrita a nadie reprimió con el garrote policial o les quitó los convenios de publicidad oficial. Eso habla de su gran prudencia  y tolerancia para gobernar.
Sin embargo recuerdo que en el gobierno de Rigoberto Ochoa, el prestigiado  ex conductor de un noticiero de XHKG, Óscar González Bonilla fue puesta su cabeza en bandeja de plata al Ejecutivo Estatal por el dueño de la televisora en cuestión a cambio de que no se le cancelara el convenio en publicidad.
En esa acción atentatoria a la libertad de expresión participó el entonces Procurador General de Justicia, Lic. Sigfrido de la Torre Miramontes, todo porque se molestó el funcionario que Óscar Bonilla diera voz a decenas de ciudadanos que demandaban justicia y no ser atendidos con diligencia por su titular. Simplemente llamaron a Oscar a la administración del susodicho canal y le dijeron que ya no eran necesarios sus servicios en esa empresa. Por lo menos lo indemnizaron de acuerdo a la Ley.
Trascendió por las redes sociales y luego se hizo público un acto similar en el Periódico Express. Se divulgó que en fecha reciente el propietario de este matutino cesó a su director, Armando Fránquez; según el editor porque permitió publicar un comentario crítico al gobernador en una columna de su corresponsal en Ahuacatlán e Ixtlán del Rio. El despedido solicitó una razonable explicación. La respuesta fue temeraria al decir que  esa crítica molestó al Gobernador.  Flaco favor le hizo al mandatario nayarita. El Editor tiene todo el derecho  de preservar su patrimonio familiar y cumplir con sus compromisos políticos, pero no ponderó el alcance de sus palabras para despedir a su empleado.  Su liquidación laboral fue a medias: el pago de tres meses de salario pero no así los 20 días por cada año de servicio y parte proporcional de aguinaldos y  reparto de utilidades.
Haya sido o no el Gobernador el que presionó al editor para que se despidiera al director de ese periódico debe alertar a los propietarios de medios y a los trabajadores de la comunicación.
Si no ocurrió así, la oficina de prensa del actual régimen debe fijar oficialmente su posición. Me extraña que haya ocurrido ese hecho lamentable porque días antes los dirigentes de 6 organizaciones de periodistas nos reunimos con el Srio. General de Gobierno, J. Trinidad Espinoza Vargas y con el Lic. Rodrigo Pérez, los que sin tapujos refrendaron su respeto irrestricto a la libertad de expresión e información, por mandato de Roberto Sandoval.
Sería saludable que se aclare ese lamentable hecho para que no pierda credibilidad  la actual administración estatal, sobre todo cuando el Presidente Peña Nieto está empeñado en transparentar las relaciones prensa-estado en el marco de un amplio respeto a las libertades ciudadanas.