martes, 13 de septiembre de 2011

UN GOBIERNO DE COALICION DEMOCRÁTICA

Hay un profundo hermetismo en torno a quienes serán los integrantes del nuevo Gobierno Estatal que presidirá a partir del próximo 19 de septiembre, Roberto Sandoval Castañeda. No es para menos porque de sus biografías personales tendremos una idea de que magnitud será el proyecto de gobierno del ex alcalde tepicense.
 Más allá de la numerología optimista del actual mandatario nayarita Ney González Sánchez respeto a lo que realizó su administración en infraestructura carretera, turística, salud, educación, cultura y deportes existen numerosos problemas que de no dar respuesta a corto y a mediano plazo podrían ser una bomba de tiempo. Nadie podrá ignorar que gran parte del campo nayarita está totalmente abandonado; las carretera interestatales destrozadas; la acuacultura en el abandono; la poca inversión privada y pública que impulse la industrialización de nuestra Entidad, sobre todo en las zonas de vocación agropecuaria; la escases de medicina y equipamiento en los centros de salud y hospitales; graves deficiencias en nuestro sistema educativo; el endeudamiento de un gran número de ayuntamientos; y el problema que más preocupa a los nayaritas como lo es el de la creciente inseguridad pública a consecuencia de los enfrentamientos armados entre las bandas del narcotráfico.
Todos estos problemas y preocupaciones de los ciudadanos se manifestaron con claridad en los pasados comicios del 3 de julio cuando el partido en el poder (PRI) perdió la mitad de los ayuntamientos y de igual manera perdió  la mayoría simple  en el Congreso del Estado.
Ante este panorama, el gobierno de Roberto Sandoval Castañeda enfrentará enormes desafíos que exigen grandes decisiones e iniciativas para darle gobernabilidad al Estado.
Durante su gira de agradecimiento a los nayaritas que lo apoyaron para ganar la elección pasada, Sandoval Castañeda externó un amplio exhorto a todos los sectores sociales para que independientemente de las ideologías y filiaciones partidistas todos nos pongamos a trabajar por el engrandecimiento de Nayarit. Naturalmente este llamado de conciliación tendrá que traducirse en hechos; y la primera señal que dará a sus gobernados será precisamente los colaboradores que lo acompañarán en el ejercicio del poder público
¿Por qué no aventurarse en la integración de un gabinete de gobierno de coalición en donde participen personalidades representativas de todos los sectores sociales en torno a un Plan Estatal de Gobierno  consensuado? Estamos seguros que en los distintos partidos políticos, en el sector empresarial, en la academia en la intelectualidad existen nuevos valores que podrían desempeñar los cargos públicos con responsabilidad, eficiencia y honradez. No nos cabe la menor duda que si el próximo mandatario nayarita se rodea de un equipo de talentosas individualidades podrá estar a la altura de las actuales circunstancias económicas que, por hoy, no son nada halagüeñas por su entorno de crisis financiera nacional.