Conjeturas
Por
Francisco Cruz Angulo
La comunidad internacional, latina y en especial en nuestro
país esta consternada por el inesperado triunfo del empresario Donald Trump al
ser electo como el próximo presidente de los Estados Unidos de Norteamérica.
El arribo al poder de
un personaje racista, misógino y megalomaniaco a la silla presidencial de aquel
poderoso vecino país del norte ha despertado innumerables reflexiones de los
analistas políticos y medios de comunicación de cuáles fueron las causas que
contra todos los pronósticos ganó la mayoría de los estados de la unión y por
segunda vez consecutiva el Partido Republicano que lo postuló tendrá mayoría en
el Senado y en la Asamblea Nacional. O sea todo el poder político, económico y
militar estará en sus manos.
Hagamos unas reflexiones de cómo podría impactar en la vida
política y económica en nuestro país para los próximos 4 años.
1.-Lo primero que hay que hacer notar es el hecho que las
empresas encuestadoras más prestigiadas de aquel país se equivocaron en sus
mediciones de preferencias electorales.
Al otro día de la elección presidencial reconocieron que una
gran parte del electorado mantuvo oculto el sentido de su voto el cual se
manifestó hasta el día de la elección. Por lo tanto las empresas encuestadoras
de todo el mundo deberán modificar su metodología ante un electorado que oculta
sus sentimientos más profundos por la desconfianza a sus gobernantes y a las
empresas encuestadoras.
2.-Otro elemento que deberá considerarse en el análisis del
por qué este tipo de personajes sin formación política con un discurso
radicalmente anti sistémico y nacionalista
atrajo a millones de electores debido y a los perjuicios que ha traído a
la clase trabajadora y a la clase media de la población por la globalización de
la economía expresada en los tratados de libre comercio.
El ejemplo más reciente antes de la elección presidencial en
los Estados Unidos fue la salida de la Gran Bretaña del mercado común europeo.
Cuando la clase política gobernante de aquel país lo sometió a un plebiscito
nacional con la certeza que ganaría el sí continuar en ese mercado los
electores ingleses le asestaron un duro golpe a la política integracionista con
un rotundo no.
En el caso de los Estados Unidos la mayoría de la votación
blanca trabajadora y la clase media más conservadora votó a favor de Trump por
la sencilla razón de que éste les prometió restituirles sus empleos, mejorar
sus salarios mediante una política restriccionista que impida el ingreso de
miles de migrantes de otros países que, según él se los quitaron los mexicanos;
y como parte de esa política prometió que deportaría durante el inicio de su
mandato a los millones de indocumentados que actualmente viven en ese país. Fue
más allá: amenazó que construiría un muro al sur de la frontera con México y
que sería pagado por nuestros connacionales. Adelantó que para ello cobraría un
impuesto del 40% a las remesas de millones de dólares que mandan a nuestro país
connacionales avecinados en aquella nación.
Este discurso xenófilo y racista fue lo que caló a los
sentimientos de irritación contenida de la mayoría blanca de menores recursos
económicos.
Durante las últimas dos décadas por los tratados de libre
comercio millones de trabajadores quedaron sin empleo en aquella nación pues
las grandes compañías trasnacionales emigraron a países subdesarrollados en
donde encontraron paraísos fiscales y abundante mano de obra barata. El mejor
ejemplo de la pauperización ocurrió en gran parte de los estados en donde se
encontraban las grandes ensambladoras de automóviles y de empresas
manufactureras.
En tanto este drama vivió esos sectores de la población la
actual clase política gobernante y una minoría de poderosos empresarios
continúan incrementando sus fortunas familiares. Simplemente esos sectores
empobrecidos le pasaron factura a la clase política gobernante y a los dos
grandes partidos que se vienen alternando en el poder desde la fundación de esa
nación federalista.
Recuérdese que Donald Trump llegó al poder presidencial
teniendo en su contra a los mismos dirigentes republicanos, a las poderosas
empresas de comunicación escrita y televisiva y en contra de una Hillary
Clinton que tuvo todo el apoyo del presidente Barack Obama y la poderosa Wall
Street.
3.-En nuestro país la actual clase gobernante y los partidos
políticos tienen que poner sus barbas a remojar sino interpretan correctamente las
causas del ascenso al poder presidencial del millonario empresario.
Ciertamente a nuestro país le ha beneficiado desde hace
décadas el Tratado de Libre Comercio. El problema radica que no se ha traducido
en una mejor distribución de la riqueza en donde una minoría de empresarios y
políticos corruptos han acumulado enormes fortunas en tanto que a millones de
trabajadores de la ciudad y el campo en su mayoría apenas tienen acceso a un
raquítico salario mínimo.
Con los escandalosos actos de corrupción de gobernantes
priístas y panistas, un Congreso de la Unión que no ha sido un contrapeso
eficaz a la política presidencial, la desconfianza a las instituciones de
procuración y administración de la justicia y una economía que no crece, y que
por el contrario por el fenómeno Trump podría mandar al desempleo a millones de
mexicanos más los millares de connacionales que pudieran ser deportados de los
Estados Unidos se estará generando el caldo de cultivo para que en la sucesión
presidencial del 2018 surja algún aventurero de la política que con un discurso
populista camuflado de un nacionalismo patriotero penetre hondamente en los
sentimientos de irritación e impotencia de millones de mexicanos que hoy viven
en condiciones de pobreza. La figura de Trump será un ave de malagüero para
nuestro país en los próximos años…