miércoles, 17 de agosto de 2011

LO QUE ESPERAMOS DEL SEXTO INFORME DE GOBIERNO


Hoy, el mandatario nayarita, Ney González Sánchez rendirá ante la Soberanía Popular su sexto y último Informe de Gobierno. Este evento será cobijado indudablemente por toda la cúpula priista, en especial, por el Gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto,  uno de los precandidatos presidenciales que tiene grandes posibilidades de ganar Los Pinos en el 2012. Además se espera que estarán presentes importantes personalidades del sector empresarial, intelectual y de importantes medios de comunicación estatal y nacional.

¿Qué esperamos los nayaritas del informe de 6 años de trabajo gubernamental? Más allá de las cifras y estadísticas que se me maneje en dicho informe, esperamos que sea un ejercicio de autocrítica y de nuevas propuestas de políticas públicas que den seguimiento a la obra de Gobierno que se hizo y a otras que quedaron en el camino, algunas de ellas esbozadas y otras inconclusas.

No hay ninguna duda que el Gobierno de Ney González impulsó sobre manera la industria turística alcanzando fama internacional con la marca la Riviera Nayarit, que impactó fundamentalmente Bahía de Banderas en donde hubo cuantiosas inversiones privadas, federales, estatales y municipales que modernizaron e hicieron competitiva aquella zona turística con otras situadas en distintas entidades de la República.

Por otro lado, en el ámbito social, el Gobierno de Ney elevó a rango constitucional programas como el de la beca universal y útiles escolares gratuitos para niños y jóvenes de enseñanza básica y secundaria, así como el programa de despensas para los adultos mayores y el seguro de vida para todos los campesinos y pescadores de nuestra Entidad.

De igual manera otra de las prioridades del Gobierno que está por concluir fue la inversión en infraestructura hospitalaria, de salud, carretera y en obras de tratamientos de aguas negras en zonas estratégicas de nuestro territorio. Otra de las preocupaciones centrales de este régimen fue el apoyo al deporte, a la cultura y al rescate de nuestros valores históricos.

Pese a ello, en contrario, no se logró abatir el desempleo porque no hubo una política definida y concreta de industrialización que atrajera la inversión productiva estatal y nacional para que se reactivara el mercado interno y, por ende abatir los índices de pobreza en las zonas marginadas en la zona norte y sureste. Fue notable también la poca inversión pública orientada a la reactivación del campo. Y se privilegió la entrega de recursos diseminados a la pequeña industria familiar o de pequeñas unidades de producción agrícola, pero que no resolvieron de fondo el problema del desempleo.

Si bien es cierto que el Gobierno de Ney González fue superior a gobiernos anteriores en cuanto a inversión pública en programas sociales y en obras de infraestructuras arriba señaladas, así como en importantes reformas de carácter político-electoral que han modernizado nuestras instituciones en los tres niveles de gobierno. Sin embargo, hay pendientes que no deben soslayarse, entre otros: una reforma política de gran calado constitucional que se quedó en el archivo del Congreso del Estado; una estrategia fallida para enfrentar a las bandas del crimen organizado y a los sicarios de la droga, lo que ha devenido en un permanente estado de violencia armada y de ejecuciones entre las bandas que se disputan el mercado de la droga y que ponen cotidianamente en riesgo la seguridad de los nayaritas; una enorme deuda pública que ahoga y paraliza a la casi totalidad de los ayuntamientos; la enorme deuda pública estatal de más de 5 mil millones de pesos que heredará a la futura administración estatal de Roberto Sandoval Castañeda que, si bien pudiera explicarse este endeudamiento que fue necesaria para el desarrollo económico y social a favor de los nayaritas, no estará exento de la suspicacia popular en torno a su eficiente aplicación.

Contrariamente a lo que uno pudiera pensar que el buen Gobierno de Ney González debería haberse reflejado positivamente en los últimos procesos electorales a favor de su partido,  el PRI, no ocurrió así: en la elección federal perdió dos distritos; y en la pasada contienda estatal, por sí solo, el tricolor perdió la mayoría en la XXX Legislatura, así como  la mayoría de los ayuntamientos en la zona sur del Estado y en los estratégicos ayuntamientos de Bahía de Banderas y Santiago Ixcuintla. En los hechos, ganó el Poder Ejecutivo Estatal, pero si tomamos en cuenta a los integrantes de toda la oposición en el Congreso del Estado estaríamos ante un Gobierno dividido. A partir de este nuevo reacomodo del poder público, la agenda del Poder Ejecutivo y Legislativo estará en función de la política de alianzas que instrumente el presidente de la Comisión del Gobierno Legislativo, Armando García Jiménez, en tanto que ocupará de los votos bisagra de la bancada del PANAL o del PRD o de los votos del PVEM y Movimiento Ciudadano para construir una mayoría simple. Y como estará en los próximos meses la contienda preelectoral de cara a la sucesión presidencial en el 2012 y la elección de precandidatos a diputados federales y senadores en nuestra Entidad,  el diputado Armando García necesariamente tendrá que buscar los consensos ante la fuerza de la oposición para darle gobernabilidad a esa legislatura y a  nuestra Entidad. Tiene una papa caliente en sus manos.