Se equivocaron quienes pensaban que el ex mandatario Ney González Sánchez sería el embrión de un nuevo cacicazgo político similar al que ejerció durante décadas Don Emilio M. González.
Lo anterior quedó demostrado desde el resultado electoral del pasado 3 de julio y más tarde durante la toma de posesión de Roberto Sandoval Castañeda como Gobernador Constitucional del Estado. El nuevo Jefe del Poder Ejecutivo estatal, rompió el cordón umbilical desde el momento que anunció y se comprometió a ejercer el poder con la gente y para la gente más desprotegida de nuestra Entidad.
Este nuevo estilo de gobernar lo inició con el pie derecho cuando anunció a los miembros de su gabinete de primer nivel. Honró a su palabra que sería un gobierno plural e integrado por una nueva generación de políticos y otros de larga trayectoria que se destacaron por su profesionalismo y su buen desempeño como servidores públicos.
Los que añoraban el pasado de un “hombre fuerte” que decidiría el destino de nuestro Estado por otro sexenio recibieron otro revés cuando –según trascendió en los círculos políticos- durante las negociaciones entre las bancadas partidistas de la XXX Legislatura Local debatían si se ratificaría o nó al Lic. German Rodríguez Jiménez como Procurador General de Justicia inicialmente hubo oposición de un grupo de diputados priistas leales a Ney González, lo que obligó a que el líder del Congreso del Estado, Dip. Armando García hiciera uso de toda su habilidad política y capacidad de conciliación para sacar adelante la ratificación del nuevo Procurador de Justicia por unanimidad. No era menor el conflicto de intereses priistas cuando toda la oposición en su conjunto decidió apoyar la ratificación. De esta manera sabedor de que el Gobernador es Roberto Sandoval, los proclives al ex mandatario no les quedó otro camino más que aceptar el nuevo liderazgo estatal. Se dice que de esta manera el Dip. Armando García desactivó un primer golpe político a la nueva administración estatal. Recuérdese que Ney González hizo la intentona mediante una maniobra legislativa de alargar el periodo constitucional del Procurador General de Justicia que, por fortuna no se llegó a concretar.
Por otro lado, cuando se pensaba que el grupo magisterial de la sección 20 encabezado por el cacique Liberato Montenegro Villa se lanzaría con todo en contra de la decisión de Roberto Sandoval de desmontar el enorme aparato burocrático de la educación en Nayarit para unificarlo en una sola Secretaría, el sempiterno dirigente sindical, no le quedó de otra más que aceptar dicho mandato argumentando tímidamente que era una vieja demanda que ellos habían enarbolado, y que por tal razón hubo diferencias con el pasado régimen. Claro, Liberato Montenegro perdió su autoridad moral y política desde el momento en que llamó a su gremio a votar a favor de la ex candidata panista a Gobernadora del Estado, Martha Elena García Gómez. Que se dé de santos que no lo han expulsado junto con sus seguidores del Partido Revolucionario Institucional. Ignoramos si la cúpula priista no lo ha hecho por miedo a que haga olas o por prudencia. Lo cierto es que por el momento allí está agazapado.
Bajo estas circunstancias el nuevo régimen político que encabeza Roberto Sandoval Castañeda tendrá que ir rediseñando la nueva estructura de gobierno sobre una base firme y de claros objetivos programáticos. Se comenta entre bastidores que Sandoval Castañeda instruyó a todos los secretarios de gabinete que salgan a las comunidades rurales y urbanas a escuchar a la gente de sus necesidades prioritarias y de cómo solucionarlas; o sea, que el nuevo Plan Estatal de Desarrollo no sea diseñado desde un escritorio y por un grupo de “iluminados” sino que sea a partir de la iniciativa popular. De ser atendidas estas instrucciones y luego concretadas en acciones de gobierno, el nuevo Jefe del Poder Legislativo inaugurará una nueva era en la vida política de Nayarit. Son muchas las expectativas. Esperamos que no se diluyan con el paso del tiempo.
