Por
Francisco Cruz Angulo
Desde que el
ex mandatario nayarita, Ney González Sánchez rompió el maleficio de que ningún
presidente municipal de Tepic podría ganar la gubernatura de Nayarit, hoy en
día el ayuntamiento de esta capital es muy apetecible para los suspirantes
priistas.
Ello
explica el por qué el Ing. Gianni
Ramírez y los diputados Carlos Saldarte y Alejandro Galván lucen sudorosos en
sus respectivas trincheras para ganar popularidad entre los tepicenses.
El Srio. de
Obras Públicas del Gobierno Estatal no hay día que aparezca en los medios de
comunicación, sobre todo en XHKG exaltando las grandes obras que realiza la
actual administración estatal y, por supuesto, colgándose a la imagen de
Roberto Sandoval.
Por supuesto,
si hace un buen trabajo en su dependencia en tanto tiene todos los recursos
públicos a la mano le dan una gran ventaja sobre sus dos competidores.
El Dip.
Carlos Saldate, otro de los suspirantes a sacrificarse por los tepicenses anda
tan engolosinado que hasta hizo de su cubículo en el Congreso del Estado su
centro de operaciones. Presume que la gente lo busca hasta ese recinto
legislativo a solicitar su apoyo de gestión a problemas de sus comunidades o de
apoyos económicos.
El diputado
Carlos actualmente enfrenta problemas al interior de su gremio pues lo
señalan que utilizó esa representación
en el gobierno de Ney González para allegarse de una gran cantidad de permisos
de taxis, combis y rutas del servicio público en algunos municipios de nuestra
entidad.
Se quejan
los trabajadores del volante que esos permisos deberían habérseles repartido a
ellos, pero que mediante argucias se quedó con los susodichos permisos. El Dip.
Saldate pues, protagoniza un conflicto de intereses en su doble papel de líder
de los trabajadores y poderoso permisionario.
A partir de
esta doble condición es muy solícito con el mandatario nayarita en poner a su
disposición plantillas de taxis y combis para movilizar a gente a eventos
políticos oficiales o recreativos.
Saldate le
apuesta a llegar a la candidatura del tricolor a sus buenos oficios con el
gobernador, y a la utilización facciosa del transporte urbano para ganarse a
los electores, claro, sin desgastarse la suela de sus zapatos.
El tercer
suspirante priista a la alcaldía de Tepic, el Dip. Alejandro Galván, durante la
pasada administración neycista soñó que pedía ser candidato a Gobernador con el
apoyo de su amigo Ney. Se encuerdó tanto que hasta metió lana a una precampaña
publicitaria en espectaculares por todo el estado. Por mirar tan alto descuidó
el piso de la realidad y estuvo a punto de quedar fuera en el reparto de las
curules. Gracias a que a última hora el PRI negoció con su aliado, el Verde
Ecologista y lograron meterlo a la competencia por el IV distrito. Ya ungido
diputado mandó al diablo al PVEM y se regresó a la bancada del tricolor.
El diputado
Galván es un hombre muy dadivoso. Cada semana recorre las colonias de Tepic
ofreciendo sus bueno oficios a la gente para ayudar a resolverles problemas familiares o
comunitarios.
En días
pasados, cuando arreció la sequía y falta de agua potable en Tepic se puso al
frente de una brigada de pipas y con la manguera en mano llenó cubetas a sudorosas madres de familia en colonias
populares.
¿Por qué
tanto tesón en ganar la alcaldía de Tepic si la chequera de la tesorería
municipal está en ceros? Probablemente piensen en sus sueños de grandeza que si
Ney y Roberto utilizaron esa plataforma para alcanzar la silla gubernamental,
¿Por qué ellos, no?