Conjeturas
Por
Francisco Cruz Angulo
Con la reciente fuga del “chapo” Guzmán del centro
penitenciario de Máxima Seguridad del Altiplano, Estado de México considero que
es oportuno que el Gobernador Roberto Sandoval persista ante la Secretaría de
Gobernación de la necesidad de construir un nuevo centro de rehabilitación que
sustituya al actual penal de Tepic “Venustiano Carranza” localizado en esta
capital.
Como lo señaló en su oportunidad el comisionado de los
Derechos Humanos en Nayarit, Lic. Huicot
Rivas Álvarez ese reclusorio está sobrepoblado, cientos de reos viven en celdas
en condiciones inhumanas; se distribuye droga y alcohol a hurtadillas; mala alimentación;
son insuficientes los talleres para que sus internos aprendan un oficio y como
en casi todos los penales estatales la vida interna es controlada por los
llamados autogobiernos que no son otra cosa que el medio por el cual un grupo de peligrosos
delincuentes extorsionan y flagelan a los reclusos de condición humilde.
Otra advertencia que hizo el ombudsman nayarita fue que debido
a la sobresaturación existe la posibilidad que en cualquier momento haya un motín
o una fuga de reos generando inseguridad pública a la población que vive en el
entorno de ese centro penitenciario.
El mismo mandatario nayarita reconoció esta difícil situación
que prevalece en el penal de Tepic.
Recordamos que desde el inicio de su gobierno hizo gestiones
ante la Secretaría de Gobernación para que sacaran de esta capital el Reclusorio
Federal de Máxima Seguridad de “El Rincón” y este se destinara a los reos del
fuero común. Se le da largas a esta petición.
Sin embargo hoy el Gobierno Federal tendrá que reconocer que
el Sistema penitenciario nacional está colapsado a consecuencia de su política punitiva,
-no preventiva- o que satura las cárceles con delincuentes de toda especie y
que de continuar esa política fallida, sobre todo en lo relacionado al narcotráfico,
no habrá dinero público suficiente para construir nuevos centros penitenciarios
en el país.
Volviendo al hacinamiento de reos en el centro de rehabilitación
“Venustiano Carranza” más de una decena de ellos están en la cárcel a consecuencia
de la tardía en la procuración y administración de la justicia. Hay cientos de
reclusos que esperan años para ser sentenciados.
El comisionado estatal de los Derechos Humanos, Huicot Rivas dijo
que hay decenas de reos que bastaría con una fianza de 5 mil pesos para que obtengan
su libertad ya que sus delitos no son graves pero que debido a su condición humilde
no pueden pagarla.
Sugieren algunos abogados que el Gobierno Estatal podría pagar
esas fianzas desde luego siempre y cuando se beneficie a los que observen buena
conducta y hayan aprendido un oficio. Les saldría más barato sacarlos por esta
vía que estarles dándoles de comer todos los días y con el riesgo que a la
larga aprendan lo peor de la criminalidad.
Otro medio que seguramente contribuirá al descongestionamiento
de ese reclusorio serán los juicios orales del nuevo sistema penal acusatorio.
Este nuevo modelo avanza con éxito en Nayarit en los delitos
de lo civil, mercantil y delitos menores del orden penal.
Por mandato constitucional el año próximo la procuración y administración
de la justicia de todos los delitos deberán resolverse por los juicios orales.
Lo anterior implica un enorme reto para los ministerios
públicos, jueces, magistrados y abogados litigantes.
De todos ellos dependerá que el mandato constitucional de una
procuración y administración de la justicia sea pronta y expedita y de esta
manera se reduzca el número de reclusos…
El señor de
los túneles.-Las autoridades federales pecan de ingenuos si piensan
capturar al “Chapo” Guzmán en la frontera de algún Estado, en alguna población en
donde antes tenía sus guaridas, o en un aeropuerto o central de autobuses.
Este peligroso narcotraficante si urdió su escape con la inteligencia
de un buen ajedrecista de un reclusorio de Máxima Seguridad en cuestión de 45
minutos es lógico que planeó donde esconderse con la máxima seguridad de no ser
recapturado.
Los cuerpos policiacos y militares que lo persiguen actúan bajo
la lógica de un delincuente común y corriente.
Como un estratega formidable el “chapo” estará seguramente escondido
en un lugar subterráneo camuflado por una casa-habitación de uso común. A lo
mejor está más cercas de lo que piensan de quienes lo persiguen.
Si en la primera recaptura se tardaron 14 años ahora ¿Cuantos
años pasarán?..