Conjeturas
Por
Francisco Cruz Angulo
En días pasados el Consejo General Universitario de la
Universidad Autónoma de Nayarit emitió la convocatoria a la comunidad
universitaria para elegir a su próximo rector.
A partir de esa fecha deberán registrarse los aspirantes al
cargo y luego los que hayan reunido los requisitos correspondientes iniciarán
una campaña proselitista por todas y cada una de las unidades académicas y
administrativas de la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN) con el propósito de
ofertar su proyecto de universidad que se proponen concretar en los próximos 6
años.
De los candidatos que se conocen al parecer solo dos de ellos
podrían llegar a la ruta final; ellos son: el Mtro. Ignacio Peña, actual Secretario
de Docencia y el Mtro. Humberto Lomelí Payán, director de la Unidad Académica
de Derecho.
El primer aspirante tiene una amplia experiencia en la
investigación y en la docencia y que por el desempeño de su actual puesto
mantiene una permanente relación con los problemas de la comunidad magisterial.
El segundo Lomelí Payán tiene en su biografía personal el
haber sido presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad
Autónoma de Nayarit (FEUAN). Por lo tanto tiene un mejor conocimiento de la
problemática estudiantil.
Estas características de ambos candidatos por la rectoría de
la UAN lo hará más competido siempre y cuando
los 118 consejeros universitarios expresen libremente su voto en función a lo
que haya determinado la voluntad de los sectores de las unidades académicas que
representan y no se dejen mangonear por sus dirigentes gremiales.
Sea quien sea electo nuevo rector enfrentará un primer
desafío que es el de promover la unidad
de toda la comunidad universitaria; lo segundo es el de integrar a su proyecto
a eficaces profesionales en cada área, la academia, la investigación y en el aparato
administrativo más allá de filias o fobias; y tercero, hacer un diagnóstico
objetivo sobre la situación administrativa, académica y de investigación por la
que atraviesa la universidad.
A partir de este riguroso diagnóstico implementar los cambios
o rectificación de los diversos proyectos de las unidades académicas con el fin
de garantizar su viabilidad a corto y a largo plazo.
Para el cumplimiento de tales propósitos el próximo rector
deberá actuar con transparencia y cuentas claras y evitar ser rehén de pactos
por debajo de la mesa con algunos de los dirigentes de los tres sectores de
nuestra Máxima Casa de Estudios.
Por el contrario debe profundizar la democratización de su
vida interna; respetar la pluralidad de ideas y participar activamente en
aquellos temas que tienen que ver con el
desarrollo económico y social de nuestra entidad vinculando a la UAN a los
sectores productivos, a la agenda del Gobierno Estatal y de los ayuntamientos y
a los problemas cotidianos de la comunidad nayarita.
La universidad debe cumplir un estratégico objetivo, esto es,
formar talentosos profesionistas con un claro compromiso social y humanístico…
Desde esta columna expresamos nuestro más sentido pésame a
nuestro amigo Roberto Mondragón Pérez y a su familia por el reciente
fallecimiento de su querido hijo Roberto Mondragón Olvera acaecido en la Ciudad
de Guadalajara. Deseamos una pronta resignación a tan infausta noticia.