jueves, 12 de mayo de 2016

Necesario recuperar los equilibrios en la UAN



Conjeturas
Por Francisco Cruz Angulo

En días pasados el Consejo General Universitario de la Universidad Autónoma de Nayarit emitió la convocatoria a la comunidad universitaria para elegir a su próximo rector.
A partir de esa fecha deberán registrarse los aspirantes al cargo y luego los que hayan reunido los requisitos correspondientes iniciarán una campaña proselitista por todas y cada una de las unidades académicas y administrativas de la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN) con el propósito de ofertar su proyecto de universidad que se proponen concretar en los próximos 6 años.
De los candidatos que se conocen al parecer solo dos de ellos podrían llegar a la ruta final; ellos son: el Mtro. Ignacio Peña, actual Secretario de Docencia y el Mtro. Humberto Lomelí Payán, director de la Unidad Académica de Derecho.
El primer aspirante tiene una amplia experiencia en la investigación y en la docencia y que por el desempeño de su actual puesto mantiene una permanente relación con los problemas de la comunidad magisterial.
El segundo Lomelí Payán tiene en su biografía personal el haber sido presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Autónoma de Nayarit (FEUAN). Por lo tanto tiene un mejor conocimiento de la problemática estudiantil.
Estas características de ambos candidatos por la rectoría de la UAN lo hará más competido siempre y cuando  los 118 consejeros universitarios  expresen libremente su voto en función a lo que haya determinado la voluntad de los sectores de las unidades académicas que representan y no se dejen mangonear por sus dirigentes gremiales.
Sea quien sea electo nuevo rector enfrentará un primer desafío que es el de promover  la unidad de toda la comunidad universitaria; lo segundo es el de integrar a su proyecto a eficaces profesionales en cada área, la academia, la investigación y en el aparato administrativo más allá de filias o fobias; y tercero, hacer un diagnóstico objetivo sobre la situación administrativa, académica y de investigación por la que atraviesa la universidad.
A partir de este riguroso diagnóstico implementar los cambios o rectificación de los diversos proyectos de las unidades académicas con el fin de garantizar su viabilidad a corto y a largo plazo.
Para el cumplimiento de tales propósitos el próximo rector deberá actuar con transparencia y cuentas claras y evitar ser rehén de pactos por debajo de la mesa con algunos de los dirigentes de los tres sectores de nuestra Máxima Casa de Estudios.
Por el contrario debe profundizar la democratización de su vida interna; respetar la pluralidad de ideas y participar activamente en aquellos  temas que tienen que ver con el desarrollo económico y social de nuestra entidad vinculando a la UAN a los sectores productivos, a la agenda del Gobierno Estatal y de los ayuntamientos y a los problemas cotidianos de la comunidad nayarita.
La universidad debe cumplir un estratégico objetivo, esto es, formar talentosos profesionistas con un claro compromiso social y humanístico…

Desde esta columna expresamos nuestro más sentido pésame a nuestro amigo Roberto Mondragón Pérez y a su familia por el reciente fallecimiento de su querido hijo Roberto Mondragón Olvera acaecido en la Ciudad de Guadalajara. Deseamos una pronta resignación a tan infausta noticia.