lunes, 8 de abril de 2013

LOS BURÓCRATAS ENTRE LA ESPADA Y LA PARED


Por Francisco Cruz Angulo

Una vez más la Dip. Águeda Galicia, Secretaria General del SUTSEM volvió a la carga en contra del alcalde de Tepic, Héctor González Curiel.
El viernes pasado al frente de poco más de 400 trabajadores se plantaron frente al Congreso del Estado en donde reiteró su solicitud a la XXX Legislatura revoquen el mandato al presidente municipal capitalino.
Esta vez entregaron un paquete de nombres y firmas notariadas de más del 8% del electorado tepicense que sostiene dicha solicitud, más otras pruebas documentales, que según la lideresa, prueban la ineptitud del mandatario municipal en materia de servicios públicos, entre otros, la mala calidad del agua potable.
La berrinchuda señora hace gala de su doble personalidad al conducirse ahora como si fuera una añeja luchadora social y no la representante de un gremio sindical.
Desde que la conocemos siempre ha vivido dentro del presupuesto público y como diputada poco sabemos de lo que hace a favor de sus electores. Incluso como diputada jamás mostró su apoyo al Movimiento Ciudadano de Bahía de Banderas que demandaba la revocación de mandato del alcalde Rafael Cervantes Padilla a quien se le señalaba como presunto responsable de desvío de fondos públicos y nepotismo en el ejercicio del poder.
Nadie objeta que la Sra. Águeda ha logrado como lideresa sindical grandes beneficios laborales a favor de la burocracia estatal y municipal de Nayarit.
Lo que se le cuestiona es utilizar a los trabajadores para cobrar viejos agravios personales. Como lo señalé en otra columna Águeda hizo personal el enfrentamiento en contra de González Curiel por el solo hecho de haber encabezado a una veintena de alcaldes que solicitaron ante la junta de Conciliación y Arbitraje su intervención para mediar Contratos Colectivos de trabajo de acuerdo a las condiciones económicas específicas de cada ayuntamiento, lo cual irritó a la líder del SUTSEM.
Esa conducta belicosa pone entre la espada y la pared a sus agremiados puesto que el mismo viernes el alcalde tepicense advirtió que aplicará descuentos salariales a quienes se ausenten de sus centros de trabajo con el propósito de no dañar a terceros, esto es, a la totalidad de ciudadanos que no son atendidos en sus demandas de servicios públicos.
¿Qué harán los burócratas  si de parte de sus dirigentes sindicales son amenazados de igual manera que el alcalde  tepicense si no concurren a las manifestaciones y mítines públicos esta vez por demandas que no son suyas?
Esta  confrontación entre estos ambos servidores públicos llegó a la descalificación personal. La Sra. Águeda tildó a González Curiel de “payaso” por el solo hecho que práctica el golf, el futbol, natación y el levantamiento de pesas para quemar grasa; incluso parodiando la canción “saquemos a ese buey de la barranca” lo ridiculizan.
Por parte del hoy ofendido por esas diatribas dice que no le quitan el sueño esas mofas la solicitud que lo separen del cargo ya que provienen de alguien  que tiene problemas en sus facultades mentales.
Creo que ante estos lamentables hechos los integrantes del Congreso del Estado habrán de deslindar lo que es el interés colectivo a los problemas de fobias personales.
Por su parte el “torito” tiene que tomar una decisión que evite el conflicto de intereses en que meterá a los trabajadores del SUTSEM: o continúa manteniendo esa relación de complicidad cuando a solicitud del SUTSEM descuenta de los cheques quincenales las cuotas sindicales y las multas económicas que les aplican a quienes  no concurren a plantones y mítines “voluntariamente”; o asume su papel de patrón, es decir, que los empleados del ayuntamiento si no cumplen con sus horas de trabajo será motivo de una sanción económica. Sería injusto y arbitrario que los trabajadores pagaran los platos rotos de ese conflicto de intereses.