Conjeturas
Por
Francisco Cruz Angulo
Como lo comenté en su oportunidad durante la pasada asamblea
extraordinaria del Consejo Nacional del PRI celebrada en la capital de la
república sus consejeros nacionales encabezados por su dirigente nacional
Manlio Fabio Beltrones decidieron reformar sus estatutos adecuándolos a las
nuevas circunstancias políticas que vive el país y el mismo partido a partir de
la última elección federal en la cual tuvo una caída en su votación nacional.
En esta reforma estatutaria se quitaron los candados que impedían
que un candidato externo fuera postulado a un puesto de elección popular por ese
partido.
Esta reforma tiene evidentemente un doble objetivo estratégico;
a saber, primero desalentar las candidaturas independientes que durante los
pasados comicios federales tuvieron un relativo éxito sobre todo en el Estado
de Nuevo León en donde Jaime Rodríguez el “Bronco” como candidato sin partido
apabulló a todos sus adversarios a la gubernatura en aquella entidad.
Al abrir las candidaturas a puestos de elección popular a
candidatos externos fue lo mejor que hicieron en vez de bloquear
deliberadamente las candidaturas independientes tal y como lo hicieron en los Estados
en donde habrá elecciones el próximo año como lo son Chihuahua, Coahuila, Tamaulipas,
Veracruz, Hidalgo, Puebla y Sinaloa en los cuales sus Congresos locales de mayoría
priísta en alianza con los del PVEM y panistas aprobaron requisitos más rígidos
para hacer prácticamente imposible el registro de candidatos independientes en
la competencia electoral, lo que generó una mayor irritación popular en
aquellas entidades de la república.
El otro objetivo tiene que ver con la sucesión presidencial
en el 2018. De los precandidatos presidenciales que suenan en los círculos del
tricolor como lo son el Secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis
Videgaray; el Secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer y el
Secretario de la SEDESOL, José Antonio Meade si bien son miembros del primer círculo
del presidente Enrique Peña Nieto de no haberse reformado los estatutos se quedarían
en la banca puesto que de acuerdo a los estatutos anteriores a la reforma
ninguno de ellos tenía una militancia de 8 años ni de haber desempeñado un cargo
de elección popular.
Al quitar esos candados cualquiera de ellos podría ser el
candidato del PRI. Este no es el caso del el Secretario de Gobernación, Miguel
Ángel Osorio Chong ni del líder nacional del tricolor Manlio Fabio Beltrones
puesto que el primero fue gobernador del Estado de Hidalgo en tanto que el
segundo es uno de los personajes priístas de una larga y meritoria trayectoria política.
De igual manera esa reforma estatutaria impactará en la sucesión
gubernamental en Nayarit en el 2017.
Con la nueva figura de candidato externo podría tener acceso
a la candidatura del tricolor el joven presidente del Grupo Álica Antonio
Echevarría García y hasta el alcalde de San Blas, Hilario Ramírez Villanueva “layín”.
En los círculos políticos de nuestra Entidad se tiene claro
que el partido en el gobierno dispone de dos políticos de larga trayectoria política
y administrativa. Ellos son el senador Manuel Cota Jiménez y el ex senador Raúl
Mejía González. No hay más.
Sin embargo parece que no son santo de su devoción del actual mandatario
nayarita, Roberto Sandoval.
Dudo que por las condiciones adversas por las que atraviesa
el PRI Estatal a partir de los resultados electorales en la pasada contienda
electoral del 2014 al Sr. Beltrones le importará un bledo los amores o
desamores del actual Ejecutivo Estatal.
Manlio Fabio no solo tiene el mandato presidencial de ganar
elecciones estatales en los dos próximos años sino que estará en juego su
futuro político.
Como lo anunció el jefe nacional del PRI al tomar posesión del
cargo, su misión es recuperar la credibilidad de la ciudadanía a su partido. Señaló
que la mejor manera es la de postular a los diversos puestos de elección
popular a personajes que conciten, primero la unidad del partido y segundo que
por su biografía personal den confianza al electorado para que voten por ellos.
Lo que a nadie le
queda duda es que no la tendrá nada fácil en los comicios del 2017 ante una
eventual alianza amplia de todos los partidos de oposición.
¿Por qué no imaginarnos la competencia por la gubernatura de
Nayarit entre dos grandes alianzas PRI-PVEM-PANAL-Encuentro Social y por la oposición
PAN-PRD-MORENA y Movimiento Ciudadano?
Sería una elección de pronóstico reservado…