Por
Francisco Cruz Angulo
Antes de
comentar el título de esta columna expreso mis condolencias a toda la familia
de nuestro compañero de oficio Francisco Javier Ocampo Mondragón, quien el
viernes por la noche falleciera a consecuencia de una enfermedad que lo tuvo
postrado durante meses.
Nuestro
gremio lo recordará como un buen periodista que incursionó en los distintos
medios de comunicación escrita y radiofónica.
Paco Ocampo
en un ejemplo de perseverancia y amor a
su profesión misma que ejerció desde hace 40 años.
La mejor
manera de recordar a los compañeros que fallecieron y a Paco será nuestro compromiso de mejorar
día a día el ejercicio de nuestra
profesión, mantener unido al gremio para ejercer con plena libertad para
manifestar nuestras ideas y dar voz a
los nayaritas en todas sus demandas ciudadanas, es decir ejercer con dignidad y
responsabilidad nuestra profesión. Amigo Paco Ocampo, te recordaremos con
cariño y respeto. Cumpliste tu misión en
la vida. Vale, pues. Que en paz descanses.
Volviendo al
tema que arriba titulé debo expresar mi profunda inconformidad y el de otros
compañeros de nuestro gremio con la grave omisión en que incurrió la Mesa Directiva
del Congreso del Estado que presidió el Dip. Carlos Octavio Carrillo
Santana al subir al Pleno para su aprobación la reforma al Decreto del Premio
Estatal de Periodismo y Periodismo Deportivo.
La grave
omisión (no sabemos si por descuido o hubo mano negra) en ningún párrafo del
nuevo decreto señala la obligatoriedad del Gobierno del Estado de Nayarit a
financiar dichos premios con cargo al Presupuesto anual de Egresos, como así es
mandatado por anteriores decretos correspondientes desde su fundación.
Ante tales
circunstancias de omisión del Poder Legislativo, en los hechos deja al libre
albedrio (como suelen decir los abogados del régimen estatal) a que el
financiamiento del premio esté a la libre voluntad del Gobernador en turno, lo
cual pone en riesgo esa conquista ganada por nuestro gremio desde la
administración gubernamental de Don Emilio M. González, y a que esté subordinado a las coyunturas
políticas-electorales.
Sería
saludable para todos que el presidente de la Comisión de gobierno del Órgano
Legislativo, Dip. Armando García Jiménez, por el bien de la transparencia
explique esta grave omisión que de no corregirse podría ser el golpe de gracia a
los dos premios estatales de periodismo. Esperemos que nos despejen todas estas
dudas.
Hasta hoy el
Ejecutivo estatal y el Poder Legislativo
mostraron buena disposición en la reforma del decreto mencionado, por lo que esperamos su pronta intervención, sobre todo
cuando está en puerta la celebración de el Día de la Libertad de Expresión.
Esquivarlo o darle largas sería un pésimo mensaje a los periodistas.
Recuperemos nuestra confianza en nuestras instituciones. ¿O será que nos
quieren dar gato por liebre?