miércoles, 3 de octubre de 2012

SE COLAPSA EL AYUNTAMIENTO DE TEPIC


Desde hace varios días el ayuntamiento de Tepic que preside el Ing. Héctor González Curiel vive un verdadero viacrucis derivado de la falta de recursos financieros para cubrir las exigencias de diversas prestaciones laborales atrasadas de sus trabajadores afiliados al SUTSEM y paralelamente negociar la firma del nuevo contrato Colectivo de trabajo en base a un incremento salarial del 7%, similar al del Gobierno del Estado.
Al no haber liquidez en la Hacienda Municipal, la sección sindical suspendió labores afectando el área administrativa y de los servicios públicos que afectan severamente a todos los tepicenses.
El “torito” lució muy abatido durante una entrevista a un canal de televisión en donde explicó la gravedad del erario municipal para hacer frente a sus compromisos. Explicó  que  la deuda millonaria data de administraciones anteriores, por lo cual se está restructurando, pero en consecuencia de la pésima calificación se ha complicado su procedimiento legal. De igual manera el ayuntamiento ha tenido dificultades para obtener préstamos de la banca privada por falta de solvencia económica;  tiene  la esperanza de que pronto se resolverá una vez que se atiendan ciertos requisitos que exige la banca.
Ante esta situación solicita a los líderes del SUTSEM compresión y paciencia. Acepta que son justas las demandas de sus trabajadores y que una vez haya el suficiente dinero en caja a estos se les pagará. Lo que pide  es que no se afecte a terceros.
En mayor o menor medida esta misma situación de crisis financiera la viven la casi totalidad de los ayuntamientos de Nayarit. Las causas ya las hemos señalado y son de todos conocidas; a saber:
1.-El uso de los recursos para utilizarlos en precampañas electorales anticipadas mediante programas sociales clientelares.
2.-Crecimiento del personal de confianza, los que una vez concluya la administración son basificado como pago a lealtades.
3.-Al inicio de cada administración se tiene que recurrir al crédito bancario o a préstamos con el Gobierno Estatal, por lo cual se reducen sus participaciones estatales y, por ende, mes a mes sufren la gota gorda para pagar sus nóminas, a sus proveedores y los pírricos recursos propios son insuficientes para hacer obra pública.
4.-A lo anterior agreguemos que a mediados de cada año fiscal los ayuntamientos enfrentan con el SUTSEM la revisión de sus contratos Colectivos. Su lideresa, Águeda Galicia con el fin de congraciarse con los trabajadores toma como parámetro en las negociaciones el incremento salarial y demás prestaciones que le otorgue el Gobierno del Estado.
Como lo señalé en alguna de mis columnas, será justo, pero no equitativo. Los ayuntamientos no tienen los mismos ingresos que la Hacienda Estatal. En su mayoría apenas les alcanza para cubrir su nómina, por lo tanto es injusto que el SUTSEM pretenda medir con un mismo resero a todos. Es cierto  que hay alcaldes pillos, pero no es la regla.
Si la Sra. Águeda Galicia quiere mejores conquistas laborales, ¿Por qué como diputada y como líder sindical no promueve una reforma al código fiscal de la federación para que las participaciones federales a los municipios se incrementen al 25%? De concretarse esta vieja demanda de los gobiernos municipales gozarían de solvencia económica, lo que redundará en mejores salarios, más obra y mejores servicios públicos.
De no concretar una solución a corto plazo se colapsará financieramente el ayuntamiento de esta capital sin capacidad de dar respuesta a las demandas sociales de la gente. El SUTSEM tiene una enorme responsabilidad en conservar las fuentes de trabajo para sus afiliados.