domingo, 29 de julio de 2012

¿Y LOS PROGRAMAS SOCIALES DE NEY?



Una vez que concluyeron los comicios presidenciales del 01 de julio se pensó que se reanudaría la entrega de despensas a los adultos mayores, como así se prometió.
Numerosos beneficiarios de ese programa no saben a ciencia cierta si se reanudará este programa debido a que los responsables del Gobierno Estatal no han dicho una sola palabra.
Comentamos lo anterior porque se especula en los círculos de la administración estatal que desaparecerán al igual que  la beca universal para todos los niños y niñas, la entrega de útiles escolares gratuitos y el seguro de vida para los campesinos y pescadores de nuestra entidad.
No habría mayor problema si no fuera porque esos programas sociales están elevados a rango constitucional. Por lo tanto, es un mandato obligatorio a menos que el Gobernador, Roberto Sandoval Castañeda decida suspenderlos o reformarlos por falta de liquidez en la Hacienda Estatal o porque simplemente  esta decidido a limpiar todo lo que huela a Ney González.
En aras de la transparencia, el Ejecutivo Estatal debería pronunciarse al respecto, así los beneficiarios no estarían esperando estos apoyos del Gobierno. Es mejor hablar con la verdad que sacarle al parche o apostarle a la desmemoria de los nayaritas…CUESTIÓN DE MORAL PÚBLICA.-Los diputados federales y Senadores que compitieron en el pasado proceso electoral federal, perdedores y ganadores cobrarán un finiquito de más de un millón de pesos por concepto de ahorros, parte proporcional de aguinaldos, primas vacacionales y otras prebendas que obtendrán los legisladores por sus preclaros servicios a la nación.
A los que les fue muy bien fue al diputado federal, Manuel Cota Jiménez del PRI; y a la ex perredista Martha Elena García Gómez, ahora del PAN, quienes luego de que se echen a la bolsa esa millonaria suma de dinero, a partir del 01 de septiembre del año en curso estarán cobrando su nueva dieta en la Cámara de Senadores. En términos mercantiles fue un negocio completo.
Los diputados y senadores que pidieron licencia para competir a otros puestos de elección popular y que se reintegraron a sus curules porque el voto no los favoreció fueron: por el PRI, Raúl González Mejía y Gerardo Montenegro; por el PAN Ivideliza Reyes y Felicitas Parra; por el PRD, el inefable Guadalupe Acosta Naranjo; y por el PANAL, Cora Cecilia Pinedo.
Si bien perdieron algunos la elección interna y otros, la constitucional, por lo menos gozarán de una respetable reserva económica para hacer frente a sus necesidades mientras están en la banca o encuentran otra chamba en el sector público o en la burocracia de sus respectivos partidos políticos.
Los grandes perdedores fueron sus suplentes, es decir, los que cuidaron la curul mientras los “suspirantes” hacían grilla política-electoral para obtener otro cargo de mayor rentabilidad. Lo más que ganaron  fue la dieta que cobraron mientras trabajaban como suplentes. Después fueron echados de la curul sin más palabras que una simple frase: gracias, porque no creemos que sean tan dadivosos para compartir parte de su liquidación.
Ya es tiempo que se reglamente el papel de los suplentes. Si el titular del puesto de elección popular decide buscar otro escaño, pues que se la juegue de a deveras y soliciten separase del cargo por tiempo indefinido, es decir, que su suplente concluya el mandato constitucional. Así se la pensará dos veces antes de ambicionar otro cargo de mayor relevancia. Es justo que paguen las consecuencias de sus actos.