miércoles, 10 de agosto de 2011

BUENAS SEÑALES DE ROBERTO


El Gobernador del Estado electo en los pasados comicios del 3 de julio, Roberto Sandoval Castañeda en recientes declaraciones ante los medios de comunicación y miles de simpatizantes que se congregaron durante su gira de agradecimiento por su triunfo electoral mandó buenas señales a la comunidad nayarita. Destaquemos algunas de ellas: en respuesta a una de sus prioridades que asumirá como Primer Mandatario es indudablemente el problema de la narcoviolencia y el crimen organizado que durante estos últimos meses continúan sembrando el terror en su disputa por el mercado de la droga. Adelantó que en consulta con la treceava zona militar y de la MARINA solicitará que un miembro de esas instituciones sea el titular de la Policía Estatal Preventiva en el que depositará toda su confianza y apoyo para garantizar la seguridad de los nayaritas.

Esa importante decisión del próximo Jefe del Poder Ejecutivo Estatal nos da una idea que  al poner al frente de esa corporación policiaca busca recuperar su credibilidad ante los ciudadanos. 

En principio, el militar que se responsabilizará de la seguridad interna se reflejará en cambios cualitativos en esa corporación, esto es, una nueva estrategia que articule mancomunadamente con las fuerzas policiacas federales, municipales y militares operativos exitosos en contra de los sicarios de la droga. Por otra parte habrá una férrea disciplina y ética profesional que evite la corrupción en algunos mandos policiacos. 

Por supuesto, el nuevo Gobierno Estatal tendrá que otorgar a esa corporación un gran arsenal de armas modernas, equipamiento de transporte y buenos salarios para mejorar las condiciones de vida de todos los agentes policiacos.

Sin embargo, el solo hecho de nombrar a un general del Ejército al frente de la Policía Estatal Preventiva por sí solo no será suficiente para combatir a las bandas del crimen organizado si paralelamente no se instrumenta una política social y económica  que promueva el empleo, acceso a la educación para nuestros jóvenes y una política preventiva que frene la drogadicción y el alcoholismo en nuestra juventud, fundamentalmente en las zonas marginadas de nuestra Entidad, que es de donde se nutre y es el caldo de cultivo de los sicarios de la droga.

La segunda señal que alienta la esperanza de que habrá un buen gobierno es el hecho de que Roberto Sandoval gobernará para todos los nayaritas, -tal y como es su deber-, sin importar su filiación política o religiosa. Además se comprometió a escuchar a todas las voces que reclaman atención a sus demandas. 

La tercera señal es su compromiso que integrará un gabinete de gobierno con perfiles que estén acordes con la función pública que desempeñarán, esto quiere decir, que gobernará con un equipo de trabajo integrado por los mejores profesionistas, cien por ciento nayaritas  y no caer en la tentación de hacer un gabinete de amigos y compadres. Quizá esta sea la razón por la cual se muestre muy hermético en no dar a conocer algunos nombres de su equipo de gobierno.

Si el próximo mandatario nayarita hace valer su palabra de que tras él no hay ningún grupo político sino que estará la voluntad del pueblo auguramos que sabrá sortear positivamente los enromes retos en materia económica y social  en condiciones adversas de una crisis financiera que está en puerta proveniente de los Estados Unidos. 

Parece ser que Roberto Sandoval no se ha dormido en sus laureles a saborear plácidamente su pasado triunfo puesto que  se le ha visto muy activo cabildeando en el Gobierno Federal y en la Legislatura Federal para atraer los suficientes recursos financieros para encarar los problemas de fin de año.