jueves, 7 de febrero de 2013

NUEVOS DERECHOS DE FRENAR EL ABUSO DE PODER


Por Francisco Cruz Angulo

Una población con buenos niveles educativos y bien informada no es fácil presa de tiranuelos o de políticos demagogos. Con los instrumentos legales que existen en nuestro sistema constitucional pueden inconformarse y echar abajo decisiones de gobierno que afectan directamente sus intereses.
Una condición necesaria es la organización y el conocimiento de las leyes correspondientes.
Esta reflexión viene a cuento por la recién aprobada Ley de Participación Ciudadana por el Congreso del Estado que preside el Dip. Armando García Jiménez.
Esta Ley fue previamente consensuada y luego aprobada por unanimidad por todas las fracciones parlamentarias de esa Legislatura, lo cual expresa una gran sensibilidad a las demandas de la sociedad y la capacidad de interlocución de esa legislatura.
Solo hizo falta agregar a los Derechos ciudadanos  una figura de gran trascendencia para la democracia: la Revocación de Mandato, un instrumento jurídico de la ciudadanía que podría ejercer cuando un gobernante, por sus acciones autoritarias y corruptas, plenamente documentadas, sea un lastre para la sociedad. No tendríamos que tolerarlo 3 o 6 años para echarlo del poder.
Pero no todo es negro para la clase política. Hay servidores públicos que son ejemplo de compromiso social, honradez, tolerancia y respeto a las diversas expresiones políticas y  a las libertades ciudadanas.
Estos servidores públicos (alcaldes, diputados locales y federales y senadores) tienen todo el derecho a ser reelectos porque hicieron bien su trabajo. De hacerlo ganaríamos en tener presidentes municipales y legisladores con una mayor experiencia política, administrativa y parlamentaria. Tres años no son suficientes para que los Ediles construyan grandes proyectos de transformación comunitaria; 3 o  6 años son insuficientes para que  tengamos excelentes legisladores de carrera profesional.
Por otro lado sería una manera de evitar costosas campañas preelectorales  y el trapecismo de los políticos que brincan de un puesto a otro sin haber cumplido el término del mandato por el cual fueron electos.
Ahora bien si los nayaritas disponen de nuevos derechos de participación ciudadana como lo son el referéndum, el plebiscito y la iniciativa popular de nada servirá tenerlos en el papel.
Es aquí donde los partidos políticos, las asociaciones civiles, los organismos no gubernamentales, las cámaras empresariales, los gremios sindicales tiene una gran responsabilidad en hacerla cumplir.
La protesta aislada, anónima o la utilización de las redes sociales para denostar o denunciar a los malos gobernantes solo conduce a la frustración y al ahogamiento de la protesta que ni siquiera inmuta  a los gobernantes. Entre más dispersa esté la inconformidad de los ciudadanos mejor para ellos. Como dicen: “nos hacen lo que el viento a Juárez”.
Ah, ¿pero qué pasará cuando el ciudadano  esté bien informado y haga valer sus derechos con la organización y la movilización? De seguro que el rostro y la actitud de nuestros gobernantes cambiará. Pues allí está esa herramienta constitucional aprobada por la XIX y XXX Legislatura.
Lamentablemente ninguno de los partidos políticos, ni organizaciones sociales y cívicas parece no darle la debida importancia. Es necesario que se dieran a la tarea de una campaña de divulgación y concientización de la mencionada Ley de Participación Ciudadana; y luego comprobar que los tres niveles de gobierno están dispuestos a acatar el mandato ciudadano. Esto elevaría la cultura democrática de los nayaritas.
Por cierto fue ridícula la protesta pública que hizo en días pasados los dirigentes del Partido del Trabajo cuando algunos de sus militantes desplegaron una manta en una de las bocacalles de ciudad universitaria con la leyenda DI NO A LAS PLACAS DE LA GENTE. Ni para protestar tienen imaginación.