jueves, 15 de marzo de 2012

LOS PRESIDENCIABLES EN LA PICOTA POPULAR

Los partidos políticos oficialmente ya tienen a sus candidatos presidenciales. El Partido Revolucionario Institucional durante el pleno de su Consejo Político Nacional celebrado en Dolores, Hidalgo, por medio de su presidente nacional tomó la protesta a su candidato Enrique Peña Nieto.
Fue un evento sencillo, pero emblemático. Allí Peña Nieto llamó a terminar con el mal gobierno panista que tiene subsumido a los mexicanos en la inseguridad creciente por la violencia del crimen organizado, en el desempleo de millones de trabajadores y en el incremento de la pobreza en las zonas marginadas de nuestro país. Advirtió Peña Nieto que “ya no más de lo mismo”. Solo faltó que el ex Gobernador mexiquense tocara la campana y arengara a los consejeros priistas a tomar por asalto Los Pinos para sacar del poder a Felipe Calderón emulando la misma consigna que esgrimió Vicente Fox durante su campaña presidencial en el año 2000.

En la toma de protesta de Andrés Manuel López Obrador por la dirigencia nacional del PRD, el político tabasqueño no se salió de su nuevo guion: la refundación del Estado Mexicano y un nuevo pacto social por todos los sectores sociales, mediante la edificación de una “República amorosa”. En esta ocasión omitió lo que era su cantaleta de guerra contra los ricos cuando advertía que para salvar a México, primero era atender a los pobres. Centró su discurso en convencer a sus seguidores que el origen de todos los males está en la corrupción, en la falta de rendición de cuentas de los servidores públicos y en un sistema que otorga privilegios para unas cuentas familias millonarias.

Sin embargo, este nuevo discurso de la “República amorosa” no le ha dado buenos dividendos electorales. Amplios segmentos de la población no le creen, salvo su voto duro, como así lo demuestran la mayoría de las encuestas que lo sitúan en el tercer lugar en un rango del 17% al 22 %, dos dígitos  a bajo de Josefina Vázquez Mota, candidata del blanquiazul y 25 puntos debajo de Enrique Peña nieto, por lo que parece prácticamente imposible que gane la Presidencia de la República el próximo 01 de julio.

Por su parte, a la candidata del PAN, Josefina Vázquez Mota, no le fue muy bien en su acto público de toma de protesta. Su equipo de campaña cometió pifias de párvulos. Luego de acarrear militantes y simpatizantes de todo el país para que llenaran un estadio de futbol, alargaron demasiado tiempo la aparición de la candidata panista, por lo que después de 4 horas y en pleno uso de la palabra, miles de acarreados optaron por salirse del estadio, primero porque no soportaron las inclemencias del sol, y, segundo, porque consideraron un insultó tan prolongada espera. Total, Josefina pronunció su discurso de toma de protesta en un estadio semivacío.

Su discurso no varió de la línea calderonista: no permitir que el PRI regrese a Los Pinos, señalándolo como el responsable de obstruir las grandes reformas estructurales de los gobiernos panistas.

Si en la campaña presidencial de Felipe Calderón en el 2006, López Obrador fue señalado como un peligro para  México, ahora Peña Nieto constituye el representante de una burocracia política corrupta que pretende recuperar el poder y utilizarlo como en los viejos tiempos de partido único.

Una vez que concluya la veda electoral el próximo 29 de marzo e inicien los candidatos presidenciales sus campañas proselitistas veremos de qué calibre serán sus nuevas estrategias. El PRI seguramente le apostará al pragmatismo y juventud de su candidato; el PAN a la continuidad y atraer el voto de las mujeres; y la Coalición “Movimiento Progresista” integrado por el PRD-PT-Movimiento Ciudadano le apostarán a un candidato de sólidos principios ideológicos, incorruptible y vehemente por hacer cambios radicales a nuestro sistema político mexicano.