Por Francisco Cruz Angulo
Luego que el Gobernador del Estado, Roberto Sandoval avaló deuda privada para que gran parte de los ayuntamientos de Nayarit cubrieran los fuertes adeudos económicos por concepto de aguinaldos, fondo de ahorro y primas vacacionales, los exhortó a que los alcaldes tomaran medidas preventivas como recortar el gasto corriente, reducir la nómina; administrar bien los recursos y mejorar su sistema recaudatorio.
Esta vez le hicieron caso, no uno, sino 18 de los 20 presidentes municipales. Solo que esta vez y sorpresivamente lo hicieron juntos cuando se presentaron el martes pasado ante la Junta de Conciliación y Arbitraje a entregar cada uno de ellos su propuesta de revisión del Contrato Colectivo de Trabajo que debe ser pactado este año con la dirigencia del Sindicato Único de Trabajadores al Servicio del Estado y Municipios (SUTSEM) que lideréa la Dip. Águeda Galicia, argumentando todos ellos que era imposible ponerse de acuerdo con Águeda Galicia por terca, prepotente y que pretextando obtener mejoras laborales para su gremio, no escucha las razones de la parte patronal, lo que llevaría a la quiebra y al sobre endeudamiento de los ayuntamientos.
Esta acción conjunta de alcaldes del PRI, PAN y PRD es insólita. Hasta trascendió a nivel nacional en uno de los noticieros de Milenio televisión.
Por primera vez en la historia de Nayarit la casi totalidad de los ayuntamientos hacen un frente común en contra del SUTSEM. Gobernadores van y otros vienen y siempre son doblegados por la conducta beligerante de la Sra. Águeda.
Nadie pone en tela de juicio que su deber como dirigente es mejorar las condiciones laborales de sus agremiados. Ni siquiera los 18 ediles se oponen. Lo que si cuestionan es que la dirigente sindical no tome en cuenta las condiciones económicas específicas de cada municipio; sobre todo en sus demandas de incrementos salariales y otras prestaciones sociales que implican desfondar la Hacienda Municipal.
Si bien es cierto que en anteriores administraciones, en épocas de vacas gordas hubo alcaldes que de la noche a la mañana se hicieron millonarios y pagaban sus precampañas políticas-electorales con dinero público, hoy nuestra entidad enfrenta otra situación financiera a consecuencia de un sobre endeudamiento acumulado por gobiernos estatales pasados.
Empero no solo es responsabilidad del SUTSEM o de la Sra. Águeda. También habrá que echar una mirada de cómo se administra la Hacienda Municipal. Si persiste la vieja escuela de utilizar el ayuntamiento para hacer carrera política entonces no habrá dinero que alcance, pues abultarán la nómina para emplear a promotores de voto y sufragar costosas campañas publicitarias para promover su imagen pública.
Si se busca sanear las finanzas municipales debe haber voluntad política de ambas partes; restablecer el dialogo no prejuiciado por fobias o filias personales o partidistas, sino aterrizar acuerdos en la realidad específica de cada uno de los ayuntamientos. No se debe medir a todos con el mismo resero; hacerlo, es como lo dijo con claridad campirana el alcalde de Tepic, Héctor González Curiel que es como matar a la gallina de los huevos de oro.
Águeda Galicia tiene la responsabilidad de preservar las fuentes de trabajo para sus afiliados; mal haría no hacerlo, sobre todo que utilice a los trabajadores para perpetuarse en el poder sindical a costa de llevar a la quiebra total de los gobiernos municipales en perjuicio de la ciudadanía que demanda de sus gobernantes mejores servicios y obras públicas.
De tensarse las relaciones entre las partes en conflicto estaríamos ante un problema de ingobernabilidad que será competencia del Gobierno Estatal.