martes, 27 de septiembre de 2011

MOREIRA, UNA CHUCHA CUERERA

El presidente del Partido Acción Nacional (PAN), Senador Gustavo Madero continúa haciendo el ridículo ante las provocaciones burlonas del dirigente nacional del PRI, Humberto Moreira cuando éste declaró a los medios de comunicación que el adversario político a vencer en la sucesión presidencial del 2012 será nada menos que Andrés Manuel López Obrador.
El dirigente del blanquiazul lo tildó de “buey” y aseveró que su partido es la segunda fuerza política electoral y en su representación en el Congreso de la Unión. Pretende tapar el sol con un dedo cuando de acuerdo a las últimas encuestas de opinión sus precandidatos a la presidencia de la República están muy abajo en las intenciones de voto. La única que parece ser competitiva es la diputada federal Josefina Vázquez Mota, pero todo indica que no tiene la bendición del Jefe del Poder Ejecutivo Federal en razón de que tiene enfrente y que parece no estar dispuesto a bajarse de la competencia interna el ex Secretario de Hacienda, Ernesto Cordero.
El jefe nacional de los panistas cayó en la trampa de Humberto Moreira quien astutamente sigue marcando la agenda en la sucesión presidencial y hasta se da el lujo de escoger a su competidor, claro con la mañosa intensión de desvanecer y desviar la atención del escándalo en que se vio involucrado cuando se hizo público la escandalosa deuda pública de 35 mil millones de pesos que adquirió durante su desempeño como Gobernador del Estado de Coahuila e incluso se descubrieron una numerosa cantidad de documentos oficiales falsificados por altos funcionarios de su administración y diputados priistas del Congreso del Estado. Humberto Moreira logró su propósito y ahora los dirigentes panistas se comportan como niños huérfanos que son menospreciados por sus progenitores.
Está tan flaca la caballada en el partido albiceleste que hasta el mismo Santiago Creel, precandidato presidencial allegado al grupo foxista y de El Yunque pecó de ingénuo en su gira por Nayarit cuando agradeció al presidente Felipe Calderón su compromiso de que no metería las manos en la elección interna del candidato presidencial. Bien conoce el Senador Creel que el mandatario federal tiene copado a la mayoría de los consejeros nacionales y sus operadores políticos tienen una gran influencia en las estructuras panistas de los principales Estados de la República, lo que le garantizará imponer al candidato de su preferencia, en este caso, Ernesto Cordero. De otra manera no se explicaría el por qué la otra competidora, Josefina Vázquez Mota y él están demandando al Consejo Nacional del PAN a que la elección del candidato presidencial se abra a toda la ciudadanía, propuesta que ya fue rechazada de antemano por la cúpula calderonista.
Es más, hasta el mismo presidente de la República abrió la posibilidad de que en un momento coyuntural, el PAN apoyaría a un candidato externo, lo que irritó al panismo ultraderechista y a los ultra de izquierda de la corriente lopezobradorista porque se especuló que ese candidato de unidad podría ser el actual Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard. Esta posibilidad está en el aire, pero en la obsesiva conducta de Felipe Calderón de no entregarle la banda presidencial a Enrique Peña Nieto todo podía ser si su delfín y López Obrador no son competitivos para el arranque de la competencia electoral en los primeros meses del año próximo. Por lo pronto, el precandidato del tricolor Enrique Peña Nieto continúa sin ninguna raspadura y cobijado por toda la cúpula priista.