Una primera
lectura de ese triunfo arrollador del tricolor fue el alto porcentaje de calificación
positiva al Gobierno de Roberto Sandoval Castañeda, así como una buena e intensa
campaña sustentada en propuestas, tanto de su candidato presidencial, Enrique
Peña Nieto como de los candidatos a diputados y Senadores de la República.
Otro factor
importante de ese triunfo de carro completo es el hecho que todas sus
corrientes internas se unificaron en torno a las campañas de sus candidatos
superando sus diferencias de si eran de la “ola roja” o de “fuerza nayarita”.
El día de la
jornada electoral contribuyó en gran parte a ese triunfo, la bien aceitada
maquinaria para movilizar a sus militantes y simpatizantes a las casillas y a
los bien capacitados representantes de ese partido para cubrir y vigilar la recepción
de votos.
Gracias a
esta bien organizada estructura electoral del PRI fue como se logró posicionar
en el ánimo de los nayaritas a sus candidatos a diputada y diputados de bajo
perfil político.
Por supuesto
el hecho de que el PRI nayarita estará
bien representado en la próxima Legislatura Federal a partir del 01 de
septiembre, una de sus principales tareas será negociar al lado del Gobernador
del Estado un buen presupuesto para Nayarit a ejercer en el 2013.
Si como se
afirma que el próximo Presidente de la República, Enrique Peña Nieto guarda una
muy buena amistad con el actual mandatario nayarita entonces habrá que
cabildear con la bancada priista en San Lázaro aquellos proyectos y programas
prioritarios para el desarrollo económico de nuestra entidad, fundamentalmente
lo que tiene que ver con el sector agropecuario y pesquero, hasta hoy
abandonado a su suerte por gobernadores anteriores. Este será el primer reto a
encarar de nuestros tres Legisladores Federales.
Respecto al
futuro político del PAN y los partidos de izquierda, evidentemente perdieron
presencia popular por sus pleitos internos y una pésima campaña de la mayoría de
sus candidatos al Congreso de la Unión, ya que se colgaron a sus respectivos
candidatos presidenciales.
En el caso
del blanquiazul fue notorio que tanto Ivideliza como doña Martha Elena
agarraron breña cada una por su lado. Indudablemente fue Ivideliza la que mejor
hizo proselitismo electoral, mientras que su compañera de formula nadó de muertita
sabiéndose que ganara o perdiera ya tenia en la bolsa el escaño al Senado de la
República al visualizar a una izquierda dispersa, sin candidatos competitivos,
lo que hacía previsible la derrota de sus candidatos al Senado de la República.
De no haber
sido por la fuerte presencia de López Obrador en Nayarit, sus candidatos a
diputados federales y al Senado de la República ni siquiera hubieran alcanzado
el 10% de la votación.
¿Qué pasará
con los partidos de izquierda en Nayarit después de esta derrota? Todo dependerá
de como la asuman. Si sus corrientes internas se enfrascan en una guerra sin
cuartel para encontrar responsables, lo más probable es que no haya una fuerza
opositora al Gobierno Estatal que le haga contrapeso y, menos aún disponga de
una fuerte capacidad de negociación para concertar acuerdos en la solución de los
problemas prioritarios de nuestra entidad.
Finalmente como apunté en párrafos arriba: el
blanquiazul fue el gran derrotado al perder su principal bastión electoral: los
distritos dos y tres en donde se concentra el mayor arsenal de votos. Su líder
estatal Ramón Cambero reaccionó condescendiente al exclamar que sí perdieron,
pero que ganaron la primera minoría al Senado de la República con Martha Elena García. No ganó el PAN, ganó el
Grupo Álica.