Conjeturas
Por
Francisco Cruz Angulo
Uno de los principios de la gobernabilidad democrática es la
tolerancia a la diversidad de opinión, el diálogo y la búsqueda de acuerdos en
la solución de los conflictos.
Algunas opiniones proferidas por el Jefe del Poder Ejecutivo
Estatal, Antonio Echevarría García despertaron diversas suspicacias de sí
existe una buena relación política con los 20 alcaldes de la entidad y con el
Rector de la Universidad Autónoma de Nayarit, Mtro. Jorge Ignacio Peña.
La primera opinión dicha a botepronto a un grupo de
periodistas fue cuando dijo con tono irónico y de reclamo que los alcaldes
parece que no tienen madre refiriéndose a que 17 alcaldes ignoraron la
invitación de acudir a esta capital a escuchar la exposición de un programa de
prevención del cáncer intrauterino y de mama, enfermedad que viene a la alza en
varios municipios del estado.
Por supuesto que fue una indolencia de los presidentes
municipales porque compete a ellos en coordinación con la Secretaría de Salud
los obligados a implementar una urgente política pública de salud para contener
esa enfermedad.
La frase “los alcaldes no tienen madre” me recuerda a otra
expresada por el ex gobernador Rigoberto Ochoa cuando tildó a los diputados
como burros enzapatados.
Si bien todo puede quedar como una simple anécdota. Sin
embargo en el imaginario popular despierta el “sospechosismo” que no existe una
buena comunicación entre los gobernantes municipales y el estatal.
Si esa actitud equidistante se observa en política de salud
pública que será en materia de seguridad pública o en el combate a la
corrupción y a la impunidad que exige la corresponsabilidad entre los tres
niveles de gobierno.
Me parece que la coordinación de fortalecimiento municipal y
la Secretaría General de Gobierno no están haciendo bien su trabajo. De no
hacerlo con eficacia se continuará exponiendo al gobernante nayarita en la picota pública…
La UAN
obligada a rendir cuentas.-La otra declaración pública del Gobernador del
Estado que provocó preocupación y cierto malestar en la comunidad universitaria
de la Universidad Autónoma de Nayarit fue cuando señaló que no apoyaría con más
recursos económicos a esa institución por el hecho que el Rector Jorge Ignacio
Peña no cumplió con su promesa de limpiar de “aviadores” a ese centro
educativo. Palabras más, palabras menos. Adelantó que ellos resuelvan sus
problemas financieros.
Esta advertencia del Ejecutivo Estatal de ninguna manera los
sectores y autoridades de la UAN deben tomarlo como una agresión o falta de
respeto a su autonomía.
El gobernante aliancista desde el inicio de su gestión dio
muestras de su voluntad de coadyuvar en sacar de la crisis económica a nuestra
Máxima Casa de Estudios pero de ninguna manera firmó un cheque en blanco.
Exigió lo que obliga el sentido común cuando se suscriben
acuerdos entre las partes, o sea, cumplirlos.
A más de un año de gestión del actual rector Jorge Ignacio
Peña se realiza a cuenta gotas la limpia de decenas de académicos y
trabajadores de confianza que cobran en la nómina sin trabajar o simulan que
trabajan.
La mayoría de esos “aviadores” fueron impuestos por
recomendaciones de altos funcionarios de la administración de Roberto Sandoval
a los que el actual rector se vio obligado a ratificarlos a cambio del apoyo
del que los líderes de la FEUAN y del SPAUAN lo apoyaran a colocarlo en la
rectoría. El Mtro. Ignacio Peña quedó atrapado y es rehén con este pago de
lealtades políticas. Obviamente no hay rendición de cuentas ante su máxima
órgano de gobierno como lo es el Consejo General Universitario (CGU) porque a
este lo controla la mayoría de los consejeros afiliados a la FEUAN y el SPAUAN.
Considero que ante la ineficacia de los órganos de control interno
financiero es la Auditoria Superior de Nayarit y el Congreso del Estado los que
deben llamar a cuentas al actual rector de la UAN. De esta manera se evitará
los golpeteos políticos que deterioran la imagen pública del gobernante
nayarita mediante insidiosas campañas como el de mostrar desinterés en apoyar la
educación media superior popular.
Nadie querrá que la UAN vuelva a convertirse en foco de grave
conflicto social como así ocurrió en décadas pasadas…