Lo novedoso de ese Plan es su origen de elaboración. Esta vez no fue redactado por mentes fantasiosas o burocráticas desde un escritorio. No. Previamente los responsables en cada área de gobierno salieron a campo a convocar a foros temáticos en donde participó la sociedad civil, organizaciones sociales, partidos políticos, empresarios y académicos, los cuales presentaron propuestas especificas para que esta administración estatal enfrente los problemas prioritarios que impiden el desarrollo económico, social y político de Nayarit.
Ahora corresponderá a la XXX Legislatura analizar, debatir y aprobar este plan rector de nuestro desarrollo bajo la siguiente premisa: que cada uno de los programas allí planteados sean viables, esto quiere decir que señalen con claridad cómo, cuándo, dónde y con qué recursos financieros serán ejecutados. De ninguna manera deben ser una simple lista de propuestas de buenos deseos sino que estén sustentados en las necesidades reales de la población.
Por simple sentido común cualquier ciudadano de la calle dirá cuales son esos problemas a resolver. Por ejemplo, el problema de la Seguridad Pública; sin esta, no habrá inversión productiva, nacional o extranjera; por lo tanto, se alargará el proceso de industrialización de nuestro estado. La industria es lo que generará empleos, al detonar las fuerzas productivas y el mercado interno. En paralelo al proceso de industrialización en el campo y en la ciudad elevará la calidad de vida de sus habitantes.
Otros rubros que gobiernos anteriores dejaron en el abandono es al sector Agropecuario y Piscícola, a tal grado que miles de ejidatarios y pequeños propietarios vendieron sus tierras de cultivo y emigraron a los Estados Unidos porque ya no es rentable la producción de alimentos básicos por los bajos precios.
De igual manera se está generando otro nocivo fenómeno: el rentismo de parcelas a empresas trasnacionales. En ambas circunstancias, los ejidatarios y sus familias de ser propietarios terminan como piones.
¿Cómo evitar la descomposición social y económica en las zonas rurales? Pues recuperando la capacidad productiva de las zonas de cultivo y de pastizales para el desarrollo agrícola y pecuario. Aunque sea reiterativo, si no hay créditos baratos y oportunos, introducción de modernos y eficientes sistemas de riego, suficiente maquinaria, capacitación y la diversificación de mercados de comercialización para que nuestros productos agropecuarios y de pesca tengan buenos precios, entonces todo quedará en buenas intenciones.
Si el gobierno de Roberto Sandoval logra atraer la inversión productiva para recuperar nuestras tierras de cultivo y acelerar el proceso de industrialización habrá dado un salto cualitativo en el desarrollo económico y social de nuestro estado, puesto que estos dos pivotes de nuestra economía detonará el empleo, mayor adquisición de compra, más recaudación fiscal y, en consecuencia, más escuelas, más centros de salud, mejores servicios públicos, más viviendas y más infraestructura carretera.
Justamente, Roberto Sandoval está empeñado en hacer de Nayarit el granero del país. En esta perspectiva tiene en mente la construcción del megacanal “Costa de Oro”; y en días pasados, solicitó al Presidente Felipe Calderón se construya en “Tres Cruces”, municipio de Ruíz la cuarta presa hidroeléctrica. Obviamente serán los técnicos de la CFE quienes estudien su viabilidad dado que desde los estados de Durango y Zacatecas se alimenta el caudal del Rio San Pedro. No olvidemos que desde hace dos temporadas ha disminuido considerablemente la precipitación pluvial en esas dos entidades que hoy sufren una grave sequía.
Por lo pronto habrá que esperar que los diputados realicen un buen análisis del susodicho Plan y luego de cotejarlo con el Plan Institucional de Desarrollo sea aprobado por todas las fracciones parlamentarias.
