miércoles, 12 de septiembre de 2012

LÓPEZ OBRADOR ANTE UNA ENCRUCIJADA


López Obrador decidió finalmente dar un cauce institucional a la demanda de invalidez de la elección presidencial, una vez que el Tribunal Electoral del Poder judicial de la Federación reconoció a Enrique Peña Nieto de la coalición PRI-PVEM como Presidente Electo de la República mexicana.
El candidato de las izquierdas anunció el pasado domingo en el Zócalo del Distrito Federal, ante miles de sus seguidores que en “Paz y a mano” se separa del Movimiento Progresista, integrado por el PRD, PT y Movimiento Ciudadano para continuar por la lucha de la transformación del país por el Movimiento de Regeneración Nacional, (MORENA).
Esta separación del “peje” ya era esperada. Días antes, el líder nacional del PRD, Jesús Zambrano acompañado por los coordinadores de las bancadas en el Senado de la República y de la Nueva Legislatura Federal anunció que si bien no comparten la resolución final del TEPJF acatarán su resolución y las tres bancadas de las izquierdas harán un solo frente para impulsar su agenda legislativa sustentada en las propuestas de gobierno que hizo su candidato presidencial.
Por supuesto, no es deseable la fragmentación de la izquierda mexicana. Sin embargo, ya era necesario clarificar las líneas programáticas e ideológicas de los partidos de izquierda.
Fue evidente que los tres partidos de izquierda sobrevivieron a sus disputas internas gracias al fuerte liderazgo de López Obrador, quien en las dos contiendas presidenciales les dio curules y cuantiosos recursos financieros vía financiamiento público por medio del IFE como nunca en su historia.
Ahora, sin la figura de López Obrador se verán obligados a reconstruir sus organizaciones, impulsar a nuevos liderazgos y recuperar su identidad partidista en base a sus plataformas programáticas y principios ideológicos. De ser partidos electoreros están obligados a ser la vanguardia del reclamo popular. De otra manera desaparecerán de la escena política nacional, sobre todo, el PT y Movimiento Ciudadano.
Por su parte, López Obrador tiene ante si un gran desafío: o MORENA es un frente de lucha popular o da curso a su movimiento por la vía institucional, es decir, la fundación de otro partido de izquierda que entre a la competencia electoral.
Lo más probable que opte por lo segundo. Ese mismo domingo anunció la celebración de Congresos Estatales para culminar con una gran Asamblea nacional de MORENA en la Ciudad de México.
Si como lo afirma que tiene  miles de comités  en todos los estados de la República no le será nada difícil cumplir los requisitos que marca el código Federal de Instituciones y Procedimiento Electorales (COFIPE) para la construcción de un nuevo partido político; esto es, cumplir con el articulo 24 inciso b) que a la letra dice: “contar con tres mil afiliados en por lo menos 20 entidades federativas o bien tener trescientos afiliados en por lo menos 200 distritos electorales uninominales, los cuales deberán contar con credencial para votar con fotografía correspondiente a dicha entidad o distrito según sea el caso, bajo ninguna circunstancia, el numero total de sus afiliados en el país podrá ser inferior al 0.26% del padrón electoral federal que haya sido utilizado en la elección federal ordinaria inmediata anterior a la presentación de la solicitud de que se trate”   
La Contradicción que tendrá que resolver el “peje” es nada menos que el reconocer todas sus facultades y fallos del IFE, el TEPJF y al Presidente electo Enrique Peña Nieto como Presidente Electo, dado que obrador, a los primeros los descalificó como vendidos y poco creíbles y al segundo, como presidente ilegítimo.
Si decide construir a “MORENA” como partido político tendrá que dejar ese doble discurso que es inmoral denostar a las instituciones y por otro lado el reconocimiento legal a su partido político, lo que significa tener acceso a financiamiento público, espacios en los medios de comunicación y otras prerrogativas que marca la Ley.
¿Cuáles serán las consecuencias de la irrupción de un nuevo partido político de izquierda en la próxima recomposición de fuerzas políticas en nuestro país?
Eso será motivo de una reflexión en una próxima entrega de esta columna.