Los líderes del Comité
Directivo Estatal del Partido Acción Nacional (PAN) presididos por Ramón
Cambero se preocupan más por la forma que por los contenidos de las políticas públicas
del Gobierno de Roberto Sandoval Castañeda.
Durante una conferencia de prensa su líder estatal anunció
que interpondrá una denuncia ante el Instituto Estatal Electoral de que tanto
el Ejecutivo Estatal como algunos de sus secretarios de área divulgan
excesivamente y fuera de tiempo la obra pública gubernamental.
Si estuviéramos en tiempo de precampañas prelectorales, otro
gallo cantaría. No es el caso.
Lo que los dirigentes panistas y otras organizaciones políticas
deberían hacer es evaluar a partir de un análisis crítico, la obra
gubernamental; de cotejar las cifras millonarias en obra pública y programas
sociales, con los hechos.
No vemos nada mal que los servidores públicos cacareen lo que
hacen, si lo hacen bien, que bueno que trabajen y cumplan. Eso es lo que el
pueblo demanda.
Pero que no se rompan las vestiduras. En donde los panistas son gobierno hacen lo
mismo. Lo están haciendo, y en exceso, es el caso del presidente Felipe
Calderón Hinojosa durante este último mes de su gobierno. Es tal su activismo político
que hasta mandó al Congreso de la Unión
tres iniciativas de Reforma: una, proponiendo que se le cambie al nombre de
nuestro país; que en vez de llamarse “Estados Unidos Mexicanos” se recupere su
nombre original: México.
La otra iniciativa la mandó hace tres días al proponer la
segunda vuelta en la competencia presidencial en caso que ninguno de los candidatos
obtenga el 50% más uno de la votación total. Y que en la segunda vuelta -propone
el mes de agosto – vuelva a disputarse la silla presidencial solo los dos
partidos punteros, lo que obligaría a pactar alianzas electorales con el resto
de los partidos que se quedaron fuera de la competencia. De última hora mandó
otra iniciativa relacionada a que se privatice la totalidad de la tierra ejidal.
Surge la pregunta: ¿Por qué el Ejecutivo Federal lo hace
hasta los últimos días de su mandato conociendo de antemano que las tres iniciativas
requieren de una reforma constitucional?
Hay quienes pensamos que se trata de hacer sentir su poder
hasta el último minuto de su mandato. No ha podido despojarse de la megalomanía
de los reflectores publicitarios.
De igual manera este frenético activismo político lo vemos
cuando viaja por todo el país inaugurando obras para desde esos lugares utilizarlos
en vanagloriarse de lo mucho que hizo por los mexicanos en materia de
infraestructura carretera e hidráulica, educación, salud, combate a la pobreza,
salud financiera, sin faltar, no faltaba menos, su crítica a quienes no
compartieron su estrategia del combate a la delincuencia organizada y a los
hampones de la droga. Justifica lo que a todas luces fue una guerra fallida,
que en vez de bajar los índices de violencia armada se incrementó
exponencialmente. Según los resultados de una Organización No Gubernamental En
Derechos humanos, cerca de 100 mil personas fueron asesinadas en esa cruzada del
Gobierno Federal en contra de los carteles de la droga y del crimen organizado.
Desde esta perspectiva, los lideres panistas de Nayarit en
vez de cuestionar a destiempo la forma de hacerse publicidad o propaganda política
del actual gobernador del Estado, lo más saludable es que sus legisladores se
metieran a los estados financieros de la Hacienda Estatal y luego en trabajo de
campo corroboren que lo que afirma la
actual administración estatal en materia de inversión pública está concretada
en los hechos. Hacer lo primero es andar por las ramas.