Conjeturas
Por
Francisco Cruz Angulo
Nada le ha de haber gustado a Andrés Manuel López Obrador la
pésima organización y movilización del comité directivo estatal presidido por
el Lic. Nayar Mayorquín cuando el líder real de MORENA realizó su gira de
proselitismo electoral por las cabeceras distritales de Bahía de Banderas,
Tepic y Santiago Ixcuintla.
En Bahía de Banderas fue un evento de escasas decenas de
simpatizantes. Por la tarde en la plaza principal de Tepic la concentración de
militantes y adeptos fue un poco más concurrida, al igual que en Santiago
Ixcuintla, por la noche.
Es evidente que el Movimiento de Regeneración Nacional
(MORENA) tendrá escasa presencia política-electoral en los comicios del 7 de
junio. Carece de líderes populares y si los tenía fueron excluidos durante la
construcción de ese partido.
El mensaje político que dirigió en los tres eventos a los
nayaritas fue el mismo que arenga en todas las plazas públicas desde hace una
década. Es como un guion que de tanto repetirlo en ocasiones hasta se
contradice.
En la plaza de Tepic reconoció el liderazgo del fallecido
líder socialista Alejandro Gascón Mercado. Conminó a los tepicenses a continuar
su lucha por elegir a buenos gobernantes que no se roben la riqueza natural de
los nayaritas. Aseguró que el pueblo atrincherado en MORENA sacará a la actual
mafia en el poder en el 2018. Aseveró si en el 2012 sacamos 14 millones de
votos en el 2018 sacaremos 30 millones, y por la vía pacífica, recalcó. Destacó,
además, que acabará con la corrupción y los privilegios de la mafia política;
que sacará al país del atraso económico y que se gobernará para los pobres; y
fue más allá, que salvará a México.
En fin frases y más frases. Son como sermones en misa.
Algunas de sus contradicciones. Un día dijo “al diablo las
instituciones” y hoy transita justamente por una de ellas que es el Instituto
Nacional Electoral (INE) que le autorizó para su gasto ordinario de MORENA para
este año la nada despreciable suma de 225 millones de pesos.
Por otro lado aseguró el político tabasqueño y dos veces
candidato presidencial que MORENA es un partido popular y democrático. Si así
fuera no andaría promoviéndose por todo el país como el más viable candidato a
la presidencia de la república de la manera como lo hizo en su momento el ex panista Vicente Fox cuando aspiraba a la
presidencia de la república.
A las reformas estructurales del Presidente Enrique Peña
Nieto las descalificó de antemano sin esperar a que se implementen. Por igual
no reconoce los resultados concretos de la reforma en Telecomunicaciones, sobre
todo el hecho que millones de usuarios en telefonía fija y móvil ya no pagaremos
el servicio de larga distancia; incluso López Obrador será uno de los más
beneficiados.
¿Será porque esta reforma pegó en el bolsillo de uno de sus
amigos, el multimillonario Carlos Slim?
El discurso mesiánico del político tabasqueño es
imprevisible; es como el canto de las sirenas porque desconocemos cuál será su
efecto en un pueblo ávido de sueños pero también de oscuros resentimientos…
Los
chapulines de la política.-En la gaceta oficial de la arquidiócesis de la
Ciudad de México “La Fe” su editorialista se refiere sin cortapisas a uno de
los vicios que está arraigado en nuestro sistema político-electoral. Se refiere
a la política de “chapulín” que practican la mayoría de los partidos políticos.
Critica el órgano oficial del arzobispado católico de la
Ciudad de México que es lamentable que los servidores públicos de elección popular
no concluyan el tiempo de su mandato para el que fueron electos.
En el caso de los alcaldes y diputados locales durante su
segundo año, más que ponerse a trabajar dedican la mayor parte de su tiempo a
promoverse para brincar a otro puesto de elección popular. Lo mismo ocurre con
los diputados federales y senadores.
Esta práctica es nociva pues no solo incumple los programas
de trabajo en los municipios en el caso de los alcaldes sino que además sus
recursos financieros son desviados a precampañas electoreras anticipadas lo que
explica el por qué los ayuntamientos están en crisis financiera.
Ojalá y la reelección de diputados locales, federales,
presidentes municipales y senadores sea el mejor antídoto contra estas
perniciosas prácticas de saltar de un puesto a otro.
Quizá la mejor forma es la de obligar constitucionalmente a
los representantes populares a cumplir
la totalidad de su mandato como así sucede en la mayoría de las democracias
occidentales y latinoamericanas, y de esta manera rindan cuentas antes de
buscar otro puesto público…