jueves, 8 de noviembre de 2012

EJEMPLO DE CULTURA DEMOCRÁTICA


La victoria de Barack Obama sobre el Republicano, Mitt Romney en las elecciones presidenciales de los Estados Unidos celebradas el pasado 6 de noviembre nos concita a la reflexión de como la unión de las minorías étnicas y la clase media blanca en torno a un proyecto de gobierno y a un líder que habla sin tapujos de cara a la nación venció la adversidad y a los poderes facticos que presionaron para mantener el statu quo  que les facilita conservar sus privilegios.
La derecha agrupada en el partido Republicano hizo hasta lo imposible por sacar de la Casa Blanca a Obama; pretendió desbarrancar su reeleción mediante una campaña sistemática de hacerlo responsable del terrible desempleo, el enorme déficit fiscal y la desaceleración de la economía. Es decir quisieron endosarle el enorme gasto militar de la política guerrerista de los ex presidentes Bush.
Las clases medias y las minorías étnicas fundamentalmente la hispanoamericana no se lo creyeron y salieron a votar para ratificar su confianza al  Presidente Obama por cuatro años más.
Contra lo que se vaticinaba que sería una competencia muy reñida, no lo fue. Obama ganó 303 votos electorales, en tanto que el candidato conservador, Mitt Romney apenas logró rebasar los 202 votos electorales. En el voto popular también ganó Obama con más de dos millones de votos.
Otra lección que deja los comicios en los Estados Unidos es sorprendentemente sencilla. Aun cuando la competencia de los dos candidatos fue virulenta y de confrontación, al conocerse los resultados esa misma noche el candidato Republicano reconoció su derrota y felicitó a su adversario prometiendo trabajar juntos por el bien de la Nación. No hubo regateo o puso en duda la honorabilidad de los colegios electorales estatales, pese a que este sistema electoral es obsoleto.
Está comprobado que si no hay una cultura cívica-democrática  y confianza en sus instituciones, por más sofisticado que sea el aparato electoral no hay garantía que los candidatos respeten el voto popular.
Llamó sobremanera la atención una frase de Obama en su discurso de agradecimiento a quienes sufragaron por su reeleción. Exclamó: “lo mejor esta por venir”.
¿Será que ahora si habrá una profunda reforma migratoria para que millones de indocumentados latinoamericanos que hicieron posible su victoria adquieran sus derechos plenos?
¿O tiene en mente iniciar un proyecto de recuperación económica que genere millones de empleos, mejorar los sistemas de educación, salud y de esta misma manera recuperar el bienestar de los millones de norteamericanos que se mueven en la línea de pobreza?
 Otra de las políticas que seguramente están en la mente de Obama es ya no mandar al matadero a miles de jóvenes a guerras intervencionistas en otras latitudes del mundo como así lo hicieron  sus dos antecesores. Uno de los factores que desfundaron la economía de los E.U fue precisamente su política militarista en el exterior, ya que millones de dólares fueron a parar las grandes fábricas de armamento. Esta política llegó a su fin. Según Obama, todo ese presupuesto se orientará a la reactivación de la economía.
Otro de los retos que tendrá que enfrentar Obama de aquí al 31 de diciembre es llegar a un acuerdo bicamaral para evitar el precipicio fiscal. De no haberlo, a partir del primero de enero automáticamente habrá una fuerte reducción en el gasto público, sobre todo en programas sociales y se incrementarán los impuestos. Esto llevaría a una recesión económica que impactará en todas las economías del mundo.
Si las empresas trasnacionales le apostaron a la caída de Obama de la presidencia  ahora tendrán que presionar a los republicanos para que la hecatombe de la recesión no los arrastre.
El presidente Obama tendrá que lidiar por cuatro años más con un gobierno dividido dado que su partido demócrata no tiene mayoría en la Asamblea de Representantes; ahora tendrá que echar mano de todo su poder presidencial y el amplio respaldo popular para sacar adelante su proyecto de gobierno humanista y de respeto a la soberanía y autodeterminación de todo los países del mundo. Recuérdese, que si le va bien a Estados Unidos, le irá bien a nuestro país, en tanto que hoy nuestra economía está inexorablemente ligada a nuestro vecino país del norte.