miércoles, 23 de octubre de 2013

LA BURRA NO ERA ARISCA, PERO LA HICIERON

Conjeturas
Por Francisco Cruz Angulo

Hay una polémica en el Congreso del Estado y en las redes sociales si es éticamente válido el hecho que el patrimonio de los nayaritas se entregue a manos de empresas trasnacionales.
Tal es el caso de la aprobación  de donar 30 mil metros cuadrados a un consorcio japonés INMOBILIARIA GOAT, SA de CV para que amplié sus instalaciones en la zona industrial de esta capital nayarita.
Esta iniciativa del Gobernador Roberto Sandoval la justifica en su declaración de motivos que se busca estimular la inversión productiva en nuestra entidad y así  generar miles de empleos que demanda la población. Justifica que esta modalidad de estímulos para la inversión se hace en otras entidades de la república, por lo que no hay escandalizarse y rechazar a priori sin antes ver sus resultados.
En este sentido el Dip. Armando García durante una conferencia de prensa despejó dudas sobre la controvertida donación.
Informó el legislador priista que no hay porque preocuparse ya que en el decreto correspondiente se establecen candados que asegurarán a la empresa japonesa cumpla a cabalidad sus compromisos de ampliación de su planta industrial y la cantidad de empleos a la que se obligó abrir en un lapso de 10 años.
Entre las condiciones destacan; a saber: que en un plazo de 8 meses iniciarán las obras de ampliación, si no lo hacen se revocará la donación del terreno; dos, que en un plazo de dos años estará lista la totalidad de las obra de ampliación generando un poco más de 2 mil empleos, plenamente capacitados, salarios decorosos y con todas las prestaciones de ley. Si no lo cumple se les revocará la donación; tres, si en un plazo de 10 años la empresa japonesa no está generando 10 mil empleos y no inician la construcción de otras empresas del mismo ramo en otras regiones del estado entonces habrá revocación de la donación.
Si esta donación al complejo industrial japonés se hace cumplir en esos términos creo que será benéfica para la generación de empleos  en nuestra entidad. El Gobierno del Estado está obligado a utilizar todos los medios legales con el objetivo de atraer la inversión productiva, siempre y cuando no se hagan convenios al vapor motivados por la urgencia de las circunstancias políticas o por intereses de terceros que aprovechan la ocasión para sacar raja económica personal.
Si dicha operación se maneja con transparencia y responsabilidad social dará buenos resultados en el corto y mediano plazo. En todo caso somos los ciudadanos y los legisladores que aprobaron esa donación  los que debemos vigilar para que los compromisos de las dos partes se cumplan, puesto que el convenio trascenderá más allá de este sexenio se debe ser provisorio ante   la desmemoria y apatía de los ciudadanos y de los políticos.
 Se han enajenado bienes públicos de los nayaritas que de la noche a la mañana terminan en el patrimonio de políticos o empresarios influyentes. Ejemplos sobran. De allí la desconfianza de los nayaritas con este tipo de trueques…EL “TORITO” AGUANTA VARA.-Pese a la situación de raquitismo económico que padece el Ayuntamiento de Tepic, el Ing. Héctor González Curiel se esfuerza sobremanera -aun en contra de su salud personal- por resolver los cotidianos problemas que tienen que ver con el pago de la nómina a la burocracia; dar mantenimiento hasta donde se puede a los servicios públicos municipales, y si le sobra algún dinero o le entrega apoyo el estado y la federación realizar obra  prioritaria. Son tantas las demandas populares que es necesario que el cabildo se ponga las pilas y a fin de año mande al Congreso del Estado una buena ley de ingresos que le permita captar nuevos ingresos, sobre todo al comercio informal. Y por otro lado generar nuevas normas más rigurosas para hacer pagar a los usuarios morosos que, por lo general son políticos o empresarios influyentes.
Si el ayuntamiento no capta suficientes recursos lo único que repartirá será lágrimas de cocodrilo. No sería bueno que el “torito” le solicitara una ayudadita a Roberto Sandoval para  arreglar urgentemente las calles del centro histórico de la ciudad que   hoy lucen como haber sido bombardeadas por los gringos.
Allí está el dinero de la federación que envió el presidente Peña Nieto para asfaltar calles y avenidas principales de las ciudades.