Conjeturas
Por
Francisco Cruz Angulo
Hay una polémica en el Congreso del Estado y en las redes
sociales si es éticamente válido el hecho que el patrimonio de los nayaritas se
entregue a manos de empresas trasnacionales.
Tal es el caso de la aprobación de donar 30 mil metros cuadrados a un
consorcio japonés INMOBILIARIA GOAT, SA de CV para que amplié sus instalaciones
en la zona industrial de esta capital nayarita.
Esta iniciativa del Gobernador Roberto Sandoval la justifica
en su declaración de motivos que se busca estimular la inversión productiva en
nuestra entidad y así generar miles de
empleos que demanda la población. Justifica que esta modalidad de estímulos
para la inversión se hace en otras entidades de la república, por lo que no hay
escandalizarse y rechazar a priori sin antes ver sus resultados.
En este sentido el Dip. Armando García durante una
conferencia de prensa despejó dudas sobre la controvertida donación.
Informó el legislador priista que no hay porque preocuparse
ya que en el decreto correspondiente se establecen candados que asegurarán a la
empresa japonesa cumpla a cabalidad sus compromisos de ampliación de su planta
industrial y la cantidad de empleos a la que se obligó abrir en un lapso de 10
años.
Entre las condiciones destacan; a saber: que en un plazo de 8
meses iniciarán las obras de ampliación, si no lo hacen se revocará la donación
del terreno; dos, que en un plazo de dos años estará lista la totalidad de las
obra de ampliación generando un poco más de 2 mil empleos, plenamente
capacitados, salarios decorosos y con todas las prestaciones de ley. Si no lo
cumple se les revocará la donación; tres, si en un plazo de 10 años la empresa
japonesa no está generando 10 mil empleos y no inician la construcción de otras
empresas del mismo ramo en otras regiones del estado entonces habrá revocación de
la donación.
Si esta donación al complejo industrial japonés se hace
cumplir en esos términos creo que será benéfica para la generación de empleos en nuestra entidad. El Gobierno del Estado está
obligado a utilizar todos los medios legales con el objetivo de atraer la inversión
productiva, siempre y cuando no se hagan convenios al vapor motivados por la urgencia
de las circunstancias políticas o por intereses de terceros que aprovechan la ocasión
para sacar raja económica personal.
Si dicha operación se maneja con transparencia y
responsabilidad social dará buenos resultados en el corto y mediano plazo. En todo
caso somos los ciudadanos y los legisladores que aprobaron esa donación los que debemos vigilar para que los
compromisos de las dos partes se cumplan, puesto que el convenio trascenderá más
allá de este sexenio se debe ser provisorio ante la
desmemoria y apatía de los ciudadanos y de los políticos.
Se han enajenado
bienes públicos de los nayaritas que de la noche a la mañana terminan en el
patrimonio de políticos o empresarios influyentes. Ejemplos sobran. De allí la
desconfianza de los nayaritas con este tipo de trueques…EL “TORITO” AGUANTA
VARA.-Pese a la situación de raquitismo económico que padece el Ayuntamiento de
Tepic, el Ing. Héctor González Curiel se esfuerza sobremanera -aun en contra de
su salud personal- por resolver los cotidianos problemas que tienen que ver con
el pago de la nómina a la burocracia; dar mantenimiento hasta donde se puede a
los servicios públicos municipales, y si le sobra algún dinero o le entrega
apoyo el estado y la federación realizar obra
prioritaria. Son tantas las demandas populares que es necesario que el
cabildo se ponga las pilas y a fin de año mande al Congreso del Estado una
buena ley de ingresos que le permita captar nuevos ingresos, sobre todo al
comercio informal. Y por otro lado generar nuevas normas más rigurosas para
hacer pagar a los usuarios morosos que, por lo general son políticos o
empresarios influyentes.
Si el ayuntamiento no capta suficientes recursos lo único que
repartirá será lágrimas de cocodrilo. No sería bueno que el “torito” le
solicitara una ayudadita a Roberto Sandoval para arreglar urgentemente las calles del centro histórico
de la ciudad que hoy lucen como haber sido bombardeadas por los
gringos.
Allí está el dinero de la federación que envió el presidente
Peña Nieto para asfaltar calles y avenidas principales de las ciudades.