jueves, 28 de junio de 2012

EN JUEGO, EL FUTURO DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS

Dependiendo de los resultados electorales del domingo venidero habrá una nueva recomposición de las fuerzas políticas en el país. Si el Partido Revolucionario Institucional (PRI) gana, además de la Presidencia de la República las gubernaturas de los Estados de Jalisco, Colima, Tabasco, Yucatán y probablemente Morelos, así como una mayoría simple en el Congreso de la Unión, sobre todo en la Legislatura Federal, su candidato presidencial, Enrique Peña Nieto encarará los problemas de nuestro país con una enorme fortaleza política e institucional.
De igual manera en esa elección se jugará el futuro político de los partidos minoritarios, tales como el PVEM, PANAL, Partido del Trabajo y Movimiento Ciudadano. Esta vez será el voto de los ciudadanos el que decida si otorgan o no su registro legal, es decir, darles el apoyo del 2% de la votación general.

Hasta esta elección, la existencia de esos mini partidos ha sido posible gracias a las coaliciones que negociaban con los 3 grandes partidos, PAN, PRI y PRD. Con la última reforma electoral del 2007, esas formaciones políticas deberán acreditar en las urnas si por si solos merecen tener representación en el Congreso de la Unión y las diversas prerrogativas que otorga el IFE.

Todos conocemos que los mini partidos son de carácter regionalistas y conducidos bajo un esquema patrimonialista, o sea, desde su fundación son administrados por familias y un círculo cerrado de amigos incondicionales al dirigente nacional en turno. Por ejemplo, el PVEM lo regentea la familia de los propietarios de las farmacias Similares que extiende su mercado hasta varios países latinoamericanos; el Partido del Trabajo lo controla caciquilmente Alberto Anaya; el PANAL tras bambalinas es controlado por la presidenta vitalicia del SNTE, Elba Esther Gordillo, el cual lo utiliza como ariete para incrementar su poderío político y económico, y a la vez le da capacidad de negociación a efecto de obtener posiciones en la administración pública federal y estatales, así como en el Congreso de la Unión. Del Partido Movimiento Ciudadano, desde que apareció a la luz pública como Convergencia, su líder indiscutible es Dante Delgado, en tanto que quita e impone dirigentes.

¿Estos partidos políticos pasarán la prueba del ácido este 01 de julio? Será la gran incógnita a despejar al día siguiente de los comicios.

Respecto al PRD y al PAN, ambas formaciones políticas, independientemente de su fuerza  electoral, continuarán siendo determinantes para darle gobernabilidad al país y serán un necesario contrapeso     a la probable mayoría simple del PRI en el Congreso de la Unión.

Lo peor que pudiera sucederle al PRD es emprender una cacería de brujas en su interior para encontrar a los responsables de su derrota. Si el perredismo se divide a consecuencia de una intensa lucha fratricida por el usufructo de la franquicia de ese partido estarán socavando prematuramente a un proyecto de nación de izquierda alternativo con grandes probabilidades de conquistar el poder presidencial en el 2018 bajo el liderazgo indiscutible de Marcelo Ebrard. Ese proyecto alternativo de gobierno ya es un embrión consolidado en el Distrito Federal en donde será refrendado abrumadoramente en las urnas por millones de chilangos.

En cuanto a la derrota de Josefina Vázquez Mota, -si ocupa el tercer lugar en la votación- provocará una debacle en sus estructuras partidistas, y aún más si pierden las gubernaturas de Jalisco, Morelos  y Guanajuato.  Es de todos conocido que la candidata presidencial no obtuvo el apoyo  a su campaña por la corriente más conservadora del panismo encabezados por Manuel Espino y el ex presidente Vicente Fox, quienes sin ningún escrúpulo moral decidieron apoyar públicamente al candidato del PRI, Enrique Peña Nieto. Uno de los voceros oficiales de la candidata presidencial anunció en días pasados que una vez concluida la elección saldarán cuentas  con Vicente Fox, lo que presagia vientos huracanados en el blanquiazul.    

miércoles, 27 de junio de 2012

UN DÍA DESPUÉS DE LOS COMICIOS…

Solo un tsunami popular a favor de López Obrador o una muerte súbita del candidato presidencial del PRI-PVEM  impediría que Enrique Peña Nieto sea electo el próximo 01 de julio como el Jefe del Poder Ejecutivo Federal. Hasta el día de hoy, el promedio de todas las encuestas así lo señalan, así como prestigiados  analistas políticos de la vida nacional.
Se estima que votarán alrededor del 60 al 65% de un padrón de 79 millones 500 mil ciudadanos  De este porcentaje el priista Enrique Peña Nieto sufragarán a su favor entre el 43 al 47%; por López Obrador entre el 25 al 29%; y por Josefina Vázquez Mota del 23 al 27%, tomando en cuenta los márgenes de error. Empero, la moneda está en el aire entre el segundo y tercer lugar, lo cual tiene relevancia porque si lo ocupa este último lugar la candidata del blanquiazul   sería un revés político al partido gobernante que preside Felipe Calderón.

Según información proporcionada por el Instituto Federal Electoral (IFE), la jornada electiva del próximo domingo estará blindada de cualquier intento de fraude. Desde las 8 horas con la instalación de las 143 mil casillas el proceso electivo estará en manos de un millón de ciudadanos seleccionados con meses de antelación y al azar, los que serán responsables de que el  sufragio sea ejercido de manera libre y transparente en las urnas; y una vez concluida la jornada electoral contar bien los votos con la supervisión de dos millones de representantes de casillas de los 7 partidos políticos que compiten. Además estarán presentes miles de observadores nacionales y extranjeros, lo que dará más certidumbre a la jornada electoral.

La gran incógnita será como reaccionarán los 3 candidatos presidenciales más competitivos y sus partidos políticos, una vez que el vocal ejecutivo del IFE dé a conocer los resultados del conteo rápido una hora antes de la media noche.

Si bien los 4 candidatos presidenciales se comprometieron a respetar la voluntad de los ciudadanos expresada en las urnas, eso no es garantía que lo harán los que se disputan el segundo lugar. El candidato de las izquierdas afirma vehementemente que será el triunfador y esta misma cantaleta la repite la candidata del blanquiazul.

No hay duda que la conducta de ambos estará determinada por el porcentaje de la votación que saque Peña Nieto. Si es por más de 10 puntos difícilmente podrán argumentar que hubo fraude. Tal vez impugnarán la elección por algunas irregularidades antes de la votación como el acarreo de gente a las urnas o la coacción del voto por medio de dadivas o exceso en el gasto de campaña (práctica común de todos los partidos políticos), pero no suficiente como para demandar la anulación de los comicios.

El candidato del Movimiento Progresista es el que despierta mayor expectación. Si pierde con más de 15 puntos, uno se pregunta si reconocerá la calificación de las autoridades electorales  y el triunfo de su adversario priista; y que toda su fuerza política electoral la ejercerá con altura de miras para impulsar sus propuestas de gobierno en la próxima administración federal; o si asumirá la misma conducta beligerante de mandar al diablo a las instituciones y llamar a sus seguidores a tomar las calles y los edificios públicos alegando tercamente que le hicieron fraude.

De optar por el no  reconocimiento al vencedor sería un suicidio político para él y los partidos que lo apoyan. La realidad jamás podrá ajustarse a convicciones personales aun sean de un líder carismático como López Obrador. El actual sistema político mexicano debe transformarse, pero no como un acto voluntarista sino a partir de un nuevo proyecto de nación que esté sustentado y legitimado por la mayoría  de los ciudadanos en las urnas.

A juzgar por las encuestas, si López Obrador o Josefina Vázquez Mota no lograron meter su proyecto de gobierno en la mente y en el corazón de los millones de mexicanos que votarán a favor del regreso del PRI  a Los Pinos habría que preguntarse en donde fallaron sus organizaciones políticas; y el por qué a pesar de los discursos incendiarios de sus candidatos en las plazas públicas, esta vez no lograrán detener al PRI rumbo a la silla presidencial  después de 12 años de gobiernos panistas.   

Ahora, en el hipotético caso que López Obrador o Josefina Vázquez Mota ganaran la elección presidencial contra todos los pronósticos hasta ahora hechos, entonces quedaría al desnudo que nuestra incipiente democracia continua siendo rehén de los poderes fácticos que están atrás de la vieja burocracia priista, lo cual es sumamente espeluznante.  

lunes, 25 de junio de 2012

LLENAR PLAZAS, NO SIGNIFICA VICTORIA

El candidato presidencial de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador e stuvo en esta capital el pasado domingo en donde protagonizó un multitudinario cierre de campaña como aspirante a la silla presidencial. Estuvo acompañado por los candidatos a Senadores de la República y a diputados federales del Movimiento Progresista.

Es impresionante la capacidad de movilización del político tabasqueño a llenar las plazas públicas. En Tepic, no podía ser de otra manera. Sorprende su discurso ambiguo: ora beligerante en contra de  las oligarquías priistas y panistas que –según él- hunden en la pobreza a millones de mexicanos; y en otras arengas públicas llama a la conciliación entre pobres y ricos.

Sin más garantía que su palabra y sus convicciones,  la única prueba son esas enormes concentraciones públicas de sus seguidores en   donde  recalca una y otra vez que “este arroz ya se coció” a su favor, que será el próximo presidente de México.

Mal haría en no decirlo; lo mismo hace la candidata del PAN, Josefina Vázquez Mota durante su proselitismo electoral.

Sin embargo, la realidad es otra. La competencia electoral no se gana con buenos deseos o discursos incendiarios en plazas públicas. Se gana con propuestas que lleguen a los bolsillos de los mexicanos.

Ciertamente esta campaña presidencial, en los hechos no ha sido equitativa debido a la nueva correlación de fuerzas en el país. El PRI es gobierno en 20 entidades de la República que concentra el 62% de la población; el PAN gobierna 6 estados de la República con una población del 19%; en tanto que el PRD solo gobierna el Distrito Federal, Chiapas y Guerrero con una población del 13%; y las coaliciones PRD-PAN gobiernan Oaxaca, Sinaloa y Puebla; en cuanto a la presencia política del PT y Movimiento Ciudadano son fuerzas testimoniales. Asimismo el tricolor es gobierno en la mayoría de las legislaturas locales.

A partir de esta radiografía política-electoral de nuestro país se deduce claramente que la coalición “Compromisos por México” integrada por el PRI-PVEM disponen de un inmenso arsenal de votos, en apoyo logístico y financiero, lo que les da capacidad para posicionar muy bien a su candidato presidencial, Enrique Peña Nieto.

El otro factor adverso al candidato del Movimiento Progresista es la enclenque estructura territorial de los partidos que lo apoyan, en este caso, el Partido del Trabajo y el Movimiento Ciudadano, (antes Convergencia). Estos partidos son un lastre para el “peje”, pues en lugar de allegarle votos por medio de sus candidatos al Congreso de la Unión se cuelgan de su figura, tal y como ocurre en Nayarit.

Si tomamos como referente que solo en el Estado de Jalisco, Morelos, Tabasco y en el Distrito Federal sus candidatos a gobernador son muy competitivos e incluso con probabilidades de ganar, esto no será suficiente para alcanzar al candidato del PRI, Enrique Peña Nieto, quien, según las encuestas, va arriba con más de 15 puntos respecto al segundo lugar.

Ignorar esta realidad es tanto como descalificar a esas mismas encuestas que indican al candidato perredista al Gobierno del Distrito Federal, Dr. Miguel Ángel Mancera como el futuro vencedor, puesto que  va con más de 50 puntos arriba sobre la candidata del PRI, Beatriz Paredes.

Es innegable el enorme liderazgo popular de López obrador. Aun perdiendo la próxima elección será factor importante para dar gobernabilidad a nuestro país, así como en la toma de decisiones del próximo Presidente de México, siempre y cuando no incurra en el mismo error del 2006 cuando desconoció la envestidura presidencial de Felipe Calderón y se autoproclamó como presidente legítimo.

Si el pueblo no lo unge en las urnas como Primer Mandatario de la nación, no es porque el pueblo sea masoquista o ignorante que no diferencia entre lo bueno, lo malo y lo peor sino porque atrás de esa enorme masa popular está la incredulidad a nuestras instituciones, el flagelo de la injusticia, la corrupción, el hambre, el miedo a la violencia, la falta de empleo, o sea, un futuro incierto para su familia.

Si se denuncia que hay clientelismo electoral en esta competencia presidencial, gran responsabilidad de esa  práctica  la tiene  la partidocracia que para conservar toda su cauda de privilegios impide una nueva cultura política en donde el ciudadano sea el que decida libremente el destino de nuestro país.


miércoles, 20 de junio de 2012

RESULTADOS Y RETOS DEL PODER LEGISLATIVO

En mi columna anterior enuncié brevemente algunos de los resultados de la administración estatal de Roberto Sandoval y la necesidad de hacer un esfuerzo de evaluación crítica para corregir inercias del pasado y la indolencia de algunos integrantes del gabinete que ni escuchan, ni se comprometen y menos cumplen sus tareas de gobierno.

Ahora es necesario echar una mirada a la actividad parlamentaria de la Trigésima legislatura Estatal, cuyo responsable es el Dip. Armando García Jiménez, Presidente de la Comisión del Gobierno Legislativo y líder de la mayoritaria bancada priista.

De acuerdo a su informe de labores presentado en días pasados ante el pleno de esa Legislatura, enumeró buenas cuentas. Veamos su numerología de trabajo y tomando como referente el Plan de Desarrollo Institucional que es la brújula de esa representación popular.

Durante el período de sesiones, 64 han sido ordinarias y 4 de la Comisión Permanente; fueron celebradas 88 reuniones de trabajo en las diversas comisiones legislativas.

En estos  periodos ordinarios de sesiones se presentaron, analizaron, debatieron y aprobaron 137 iniciativas de Ley; de estas provinieron del mismo Congreso el 55%.

De todas esas iniciativas se aprobaron 24 nuevas Leyes; se hicieron 35 reformas; 24 decretos y 52 acuerdos parlamentarios.

Cabe destacar que en su mayoría fueron aprobadas por unanimidad, lo que es un buen indicador que existe al interior de esa soberanía popular un ambiente de diálogo, respeto a la pluralidad y concertación política para consensuar acuerdos.

Entre las leyes y reformas que allí se aprobaron, es importante señalar la reforma constitucional en materia de Derechos Humanos al otorgársele más facultades a la Comisión Estatal para que profundice en la investigación de  quienes atentan en contra de sus derechos garantizados en nuestra Constitución.

Otra importante reforma al Código Penal de Nayarit tiene que ver con castigar más severamente al narcomenudeo que, como se sabe, es la infraestructura económica de la delincuencia organizada.

El combate a la usura fue otra de las reformas al Código Penal en el cual se castiga con más años de cárcel a los agiotistas, que tanto en el campo como en la ciudad operan en la clandestinidad y evadiendo el fisco, así como despojando de sus bienes a quienes caen en sus garras debido a los altísimos intereses que cobran por la obtención de préstamos en efectivo.

La adecuación a la Ley de Educación que concitó un gran debate fue la de Seguridad Integral Escolar. En esta adecuación se tomaron medidas preventivas para evitar el acoso a niños y niñas (bullying) y se obliga a que los escolapios reciban educación sexual para prevenir el abuso sexual, embarazos no deseados, aborto o enfermedades venéreas. Esta adecuación a la Ley de Educación es de una gran relevancia en materia de política de salud pública.

Otra reforma de gran trascendencia es, sin duda alguna, la Ley de Transparencia y de Acceso a la Información Pública. En esta reforma se obliga a que todos los ayuntamientos y dependencias del Gobierno Estatal mantengan actualizadas sus páginas web so pena de ser sancionados. Esta Ley obliga y sanciona, por lo que ya no se deja al libre arbitrio de burócratas irresponsables. Por supuesto, es un gran paso en contra de la opacidad en el manejo de los recursos públicos.

No obstante este buen desempeño de la XXX Legislatura, hay por delante grandes retos a encarar y que seguramente serán motivo de intensos debates. Entre otros: 1.-La reglamentación de la Ley de Participación Ciudadana en lo referente al plebiscito, referéndum, iniciativa popular y el análisis y el debate para agregar a los derechos ciudadanos la revocación de mandato que por voz del diputado priista, Saúl Paredes dice estar dispuesto a promoverlo en su bancada. En tanto no se reglamenten estas figuras de Participación Ciudadana seguirá siendo una Ley muerta.

2.-Otra es la Ley Agraria. Se ha consultado mucho esta Ley en diversos foros, pero hasta  hoy no hay nada claro.

3.- ¿Qué pasó con la reforma  en materia de  Derechos Humanos en la cual  se permitirá la muerte asistida cuando un enfermo en estado terminal decida por propia voluntad ya no prolongar más su agonía?

4.-Está pendiente el análisis y la aprobación de la Ley Federal de Trata de Blancas; la Ley  General de Protección a victimas del Crimen Organizado y al Reforma Electoral que legaliza las candidaturas independientes, todas ellas aprobadas por el Congreso de la Unión de manera que a mediano plazo suban a rango constitucional.

Respecto a la política de comunicación  de ese Poder Legislativo ha sido eficiente y respetuoso de la Libertad de Expresión de  manera que la prensa y el Gobierno Legislativo sean corresponsables de hacer efectivo el derecho a la información para todos los nayaritas, respetando su pluralidad política e ideológica.


lunes, 18 de junio de 2012

ESCUCHAR, COMPROMETERSE Y CUMPLIR

Hoy, el Gobierno de la Gente que preside, Roberto Sandoval Castañeda cumple 3 tercios de su primer año de gestión política-administrativa. Recordemos que uno de sus principios para gobernar y que hizo extensivos a todos los integrantes de su gabinete fue “escuchar, comprometerse y resolver” las demandas de los distintos sectores de la población nayarita, independientemente de su filiación política, posición económica o credo religioso.

Este principio elemental de gobernar despertó enormes expectativas entre los nayaritas. Por fin tendríamos a un mandatario cercano a la gente, que escucha, se compromete y resuelve los problemas sin más condición que se haga mediante un diálogo abierto, transparente y de cara a la sociedad.

En efecto, de parte del Ejecutivo Estatal honra su palabra durante sus giras de trabajo itinerantes al interior del estado. Su mejor virtud es delegar responsabilidades en su equipo de trabajo.

¿Todos cumplen esta encomienda? Eso es precisamente lo que se tendrá que evaluar y, seguramente lo hará una vez que concluya el actual proceso electoral.

¿Cómo se evaluarán los primeros 9 meses o tal vez hasta el próximo 19 de septiembre cuando rinda su primer informe de gobierno? Naturalmente que por los resultados en cada una de las áreas de la administración estatal.

De estos primeros 9 meses destaquemos algunas acciones de gobierno que de una manera u otra impactan al sector más desprotegido de los nayaritas; por ejemplo: las farmacias populares; tiendas de alimentos básicos; la entrega de la tarjeta “100% Nayarita” que les blinda acceso a numerosos bienes; los servicios funerarios gratuitos a personas indigentes; pequeñas empresas manufactureras de vestido; la continuidad del Programa “Rosa” a madres solteras; comedores gratuitos instalados en calles aledañas al Hospital General de Tepic y del ISSSTE; programas de invernaderos comunitarios para el empleo de la mujer; la pavimentación en coordinación con el Ayuntamiento de Tepic de importantes vialidades en colonias populares.

En el plano educativo destaquemos la recuperación y control de los SEPEN que en sexenios pasados era coto de poder de los caciques de la Sección 20 de maestros. Ahora si se respetará el sistema escalafonario para accesar a puestos de mayor responsabilidad;  las plazas que se ofertarán en los próximos 6 años serán mediante concurso de oposición.

Otra de las prioridades que atiende esta administración estatal y le ha dado fuertes dolores de cabeza es nada menos que el pago de enormes deudas dejadas por el gobierno de Ney González, lo que obligó a solicitar al Congreso del Estado la restructuración  de su deuda pública a efecto de disponer de liquidez para hacer frente a los reclamos de pagos a numerosos acreedores públicos y privados.

Esta situación impide al gobierno estatal realizar las grandes obras de alto impacto social y económico que requiere nuestra entidad inscrita en el Plan Estatal de  Desarrollo.

Las acciones de gobierno hasta ahora emprendidas deben valorarse en su justa dimensión. Será saludable para quienes están comprometidos en el gabinete de gobierno reflexionar críticamente sobre lo que fue posible hacer y no se hizo. Algunos funcionarios continúan nadando de muertito pretextando que no hay recursos; otros, para no exponerse a cometer errores optan por no hacer nada. Tenemos por ejemplo, en salud, educación y empleo. En el primer rubro, el mismo Roberto Sandoval quedó pasmado de los pésimos servicios médicos-hospitalarios en el Hospital General de Tepic. Allí será necesaria una profunda restructuración, no solo en ese nosocomio sino en todos los centros de salud en el estado.

En el sector educativo ocurre lo mismo: se limpió en los altos mandos de los SEPEN, pero toda la cadena del proceso educativo sigue cooptada por los intereses caciquiles del liberatismo. La oxigenación no llegó hasta los centros escolares porque sus arterias están atrofiadas por los intereses sindicales.

En el área de la economía hay la esperanza de que a mediano plazo arriben a Nayarit empresas armadoras de autos, las cuales generarán miles de empleos a largo plazo; pero si comparamos los índices del desempleo en nuestra entidad, no serán suficientes. Hace falta una política de industrialización de mediano y largo plazo.

Y que decir del sector agropecuario. Allá se tendrá que diseñar un plan estratégico de emergencia para invertir en la producción agrícola, pecuaria y acuícola, lo que promoverá la reactivación de la economía mediante la generación de empleos.

Añadamos a este problema el de la comercialización de nuestros productos alimentarios cuando en cada temporada aun cuando hay abundante producción de granos, nuestros campesinos son victimas de los voraces coyotes  que compran la producción a bajos precios. Este crónico problema desalienta al productor y la salida más fácil es vender o rentar sus parcelas y emigrar a los Estados Unidos o a las grandes ciudades en busca de empleo.

Reconocemos que una de las Secretarías que mejor ha funcionado es la de Administración y Finanzas, así como la Secretaría de Seguridad Pública y la Subprocuraduría General de Justicia. En los hechos sus resultados son tangibles: hay una mejor seguridad pública y una buena administración y distribución de los recursos públicos.      

    

jueves, 14 de junio de 2012

PARTIDOS Y CANDIDATOS FANTASMAS

A menos de 15 días de que concluyan las campañas electorales de los candidatos al Congreso de la Unión, específicamente los que representarán a nuestra entidad, ni los vemos, ni los oímos a los abanderados del Partido del Trabajo, movimiento Ciudadano, (antes Convergencia), a los perredistas y a los del Partido Nueva Alianza. Pareciera que actúan en la clandestinidad, sin dejar huella en donde supuestamente hacen proselitismo electoral; salvo el candidato perredista en el distrito uno, Francisco Javier Castellón Fonseca en donde tiene grandes posibilidades de ganar, en el resto de los distritos es previsible sus  derrotas.
No será casual la debacle electoral de los partidos de izquierda porque en principio estas organizaciones políticas están prácticamente desmembradas por sus divisiones internas y el éxodo de algunos de sus  dirigentes al tricolor o de plano arrojaron la toalla partidista.

Tenemos, por ejemplo, el Partido del Trabajo (PT). Su eterno dirigente estatal, Jaime Cervantes Rivera fue echado del partido por no rendir cuentas claras sobre el manejo financiero de los CENDIS y pretender imponer a su esposa como diputada plurinominal durante los pasados comicios estatales.

Sin embargo, quienes ahora usufructúan ese membrete no han sido capaces de reorganizar al partido, darle presencia y movilización en torno a demandas populares. Lejos de ello optan por la política del avestruz esperando que la imagen emblemática de López Obrador les otorgue los votos para refrendar su registro.

En estas mismas circunstancias se encuentra el Partido “Movimiento Ciudadano”. Desde que la familia Paredes cambió de barco para regresar al PRI, el partido fundado por Dante Delgado, solo es una franquicia más en el espectro político de Nayarit. Ni siquiera sabemos a ciencia cierta quienes son los dirigentes de esa organización.

Al igual que el PT, su registro dependerá de los votos que le allegue el candidato presidencial de las izquierdas.

En el Partido de la Revolución Democrática, (PRD), salvo Castellón Fonseca, su candidato al Senado de la República, Ernesto Navarro y su candidata a diputada federal por el distrito dos, Julieta García, de igual manera se cuelgan a la candidatura de López Obrador. Hasta el día de hoy desconocemos sus propuestas y si itinerario de campaña y el resultado de ellas. Dicen que hacen trabajo de hormiga, pero lo cierto es que por ningún lugar aparecen, como si se los hubiera tragado la tierra. ¿Será que están conscientes que no tienen ninguna probabilidad de ganar y entonces para que gastar recursos económicos y esfuerzo físico? Tal vez se sienten como relleno, solo para cubrir el espacio en la boleta electoral.

Eso mismo ocurre con el candidato al Senado de la República, Nayar Mayorquin y la candidata a diputada federa por el distrito tres, Marisol Sánchez, personas identificadas como cuadros políticos del Movimiento de Reconstrucción Nacional, (MORENA).

El primero se ha vuelto ojo de hormiga. No sabemos que propone, que opina y que hace en la perspectiva de ganar una curul federal. Es un candidato de a mentiritas. En cuanto a la ixtlense, Marisol Sánchez, por lo menos le hace la lucha para dar a conocer sus propuestas en aquella región sur del Estado. Durante el pasado proceso electoral estatal como candidata a diputada tuvo una buena votación. Sin embargo, por la falta de recursos económicos y de una buena estructura electoral difícilmente podrá ganar la elección ante sus adversarias del PRI y del PAN que están bien pertrechadas en equipo humano y financiero.

Ante esta desangelada campaña de los candidatos de las izquierdas, el futuro de sus partidos dependerá en gran medida a que los electores nayaritas sufraguen por López Obrador en el lugar que ocupan sus logotipos en la boleta electoral.

Respecto a los candidatos de Nueva Alianza (PANAL) lucen desfigurados a excepción de Cora Cecilia Pinedo Alonso, la que de vez en cuando aparece en algún evento proselitista. La palanca de apoyo electoral de todos ellos será el magisterio federal y estatal. Se comenta que el cacique magisterial de la Sección 20 de maestros, Liberato Montenegro giró instrucciones a su gremio a que emitan un voto dividido: uno a favor del candidato presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto y los otros por los candidatos del PANAL. Vamos a ver si le hacen caso en este nuevo cambio de chaqueta.        

martes, 12 de junio de 2012

DE FIESTA EL PRIISMO NACIONAL

Hay buenos motivos para que el priismo nacional festeje a su candidato presidencial, Enrique Peña Nieto. El debate del pasado domingo celebrado en la Ciudad de Guadalajara no fue el inicio de su desplome electoral como algunos así lo predecían. Según algunas encuestas perdió algunos puntos, pero no los suficientes como para pensar que perderá la elección. Según un promedio de sondeo de opinión a su favor continúa su ventaja por arriba de 15 puntos.

Evaluando a los 3 candidatos más competitivos como lo son Enrique Peña Nieto, Andrés Manuel López Obrador y Josefina Vázquez Mota durante su desempeño en el último debate qué, por cierto fue visto por más de 15 millones de personas, según la percepción popular la candidata del blanquiazul fue la que más cuestionó a sus tres adversarios.  Hizo una muy buena parodia cuando llamando a realizar un ejercicio de imaginación, les puso faldas y a cada una de esas imágenes nos  mostró su lado oscuro para luego ella alzarse como la única opción para gobernar el país.

La candidata panista hizo buenas propuestas pero dejó ver claramente que sería la continuación de los dos gobiernos panistas anteriores, lo que quiere decir  será más de lo mismo, pero con n nuevo maquillaje.

Nos dio la impresión que su estrategia de abrir fuego en contra de sus 3 adversarios no fue planeada para ganar la elección presidencial sino más bien para no perder el segundo lugar, lo cual sería catastrófico para el partido en el gobierno, en este caso, el PAN.

En cambio, el candidato del PRI-PVEM con la confianza que le da saberse arriba en las preferencias electorales acudió al debate asumiéndose como el próximo presidente de la República. Con un discurso pragmatista se dirigió a los mexicanos asegurándonos que durante su gobierno habrá reconciliación nacional mediante el respeto a la pluralidad; a la libertad de expresión y a los Derechos Humanos; que buscará acuerdos en el Congreso de la Unión para emprender las grandes reformas estructurales que demanda la nación.

Lo que considero el meollo de su estrategia fue llegar a los bolsillos de los millones de electores ofreciéndonos que habrá más empleos, mejor remunerados; que a las familias elevará sus niveles de vida porque se reactivará la economía en el campo para que haya alimentos básicos baratos; que habrá una reforma energética sustentada en la inversión pública y privada que incrementará las finanzas nacionales y así abaratar el servicio de energía eléctrica.

En sus propuestas sociales de igual manera enfatizó en el apoyo alimentario a los adultos mayores de 65 años; el seguro de vida a las jefas de familia; el seguro al desempleo; el pago de vales para medicamentos cuando no los haya en el ISSSTE, IMSS y Seguro popular; computadoras a los niños y niñas de quinto y sexto año con derecho gratuito a internet; becas para estudiantes pobres y ampliar el programa “Oportunidades”  En fin, son las mismas propuestas del candidato de las izquierdas.

Esta vez, Peña Nieto no encaró a López Obrador; ni este al candidato priista. Extrañamente, no se tocaron ni con el pétalo de una rosa.

Al igual que Peña Nieto, el candidato de las izquierdas se asumió como si fuera arriba en las preferencias electorales. Hilvanó un discurso sereno, de propuestas en materia de política interna y exterior. Sus tres ejes centrales fueron: uno, austeridad republicana, es decir, bajar los salarios y quitar privilegios de la alta burocracia federal para ahorrar 300 mil millones de pesos, cantidad que ya fue cuestionada por el presidente Calderón y por el titular de la Secretaría de Hacienda.

Dos: reactivar la economía  mediante un pacto con el sector empresarial de manera que genere millón y medio de empleos al año; mejores salarios; menos desigualdad social; serenar al país de la violencia en tanto que habrá una policía federal de mando único, bien capacitada e incorruptible; más opciones de educación a nuestra juventud a efecto de que no valla a servir como carne de cañón del crimen organizado, o sea, en voz de López Obrador, salvar a la nación.

La tercera propuesta fue su política de anticorrupción, rendición de cuentas y acabar con la impunidad, que es el cáncer que agobia a nuestro país.

Pudimos advertir claramente que esta vez López Obrador no fue rijoso. Al contrario, trató de dejar la impresión de un político sensato, conciliador, dispuesto a dialogar con todos, receptivo a la crítica de sus adversarios, con la suficiente experiencia como para sacar al país de la pobreza y de la violencia. Obviamente su estrategia fue dirigirse a los electores indecisos; a que pierdan el miedo al cambio, asegurándonos  que será por la vía pacifica, institucional y de reconciliación nacional.

En suma: Enrique Peña Nieto le apostó a la consolidación de nuestras actuales instituciones democráticas para mejorar el bolsillo de las familias mexicanas.

López Obrador le apuesta a un cambio de sistema de gobierno –que ya no funciona, que está podrido- a otro más igualitario, fraterno, donde no haya tanta desigualdad social y que se restablezca la seguridad en las calles otorgándoles un mejor destino a millones de jóvenes que terminan en las bandas delincuenciales.

Por su parte, Josefina Vázquez Mota reiteró su compromiso con los derechos de la mujer; mejorar el sistema educativo de nuestra niñez y juventud y mantener la estabilidad económica del país que ha evitado las recurrentes crisis económicas de los gobiernos priistas. Doña Josefina, en la percepción ciudadana fue la que mejor lució durante el pasado debate, pero eso no le alcanzará para ganar la silla presidencial. Mas de lo mismo, no creo que sea la mejor opción para los mexicanos. Allí están los 60 mil muertos y miles de desaparecidos que no son la mejor carta de presentación para quien le apuesta al continuismo.          

domingo, 10 de junio de 2012

SE EXACERBA LA LUCHA POR EL PODER

A 19 días de que concluya la campaña por la presidencia de la república y por los escaños al Congreso de la Unión, la competencia electoral se hace más ríspida entre Enrique Peña Nieto, Andrés Manuel López Obrador y Josefina Vázquez Mota.

Los resultados de las encuestas en las dos últimas semanas y ahora la guerra sucia por radio, televisión y redes sociales son los ingredientes que podrían desbordar las pasiones y polarizar a la sociedad mexicana, si el árbitro de la competencia, en este caso el Instituto Federal Electoral, no pone orden y haga respetar las reglas del juego.

Esta competencia presidencial ha sido duramente criticada por la opinión pública debido a  una supuesta tendencia del duopolio televisa y televisión azteca de promover en sus distintos  programas de entretenimiento y noticieros al candidato del PRI-PVEM, Enrique Peña Nieto.

Esta percepción aumentó  de tono luego del surgimiento del movimiento de estudiantes universitarios denominado “Yo Soy 132” al pronunciarse en una de sus demandas por la democratización de los medios de comunicación, juzgándolos por su parcialidad a favor del candidato del tricolor.

Para atizar más el fuego, a fines de la semana pasada, un periódico ingles publicó un largo reportaje sobre unos contratos de publicidad entre la empresa “Radar, servicios especializados” y el ex gobernador mexiquense para que a través de la empresa televisa se publicitara la imagen pública de Peña Nieto de cara a ganar la sucesión presidencial en los comicios del 01 de julio; y por otro lado, enlodar la imagen de López Obrador.

Los asesores de ambos candidatos echan más leña a la hoguera. Refritean acusaciones del pasado en su afán de descalificarse. No obstante, el candidato del PRI, se muestra más prudente y llama a sus seguidores a no caer a la provocación. En cambio, el candidato de las izquierdas parece estar más empeñado en polarizar la contienda electoral. Así se pudo constatar durante el programa de televisa, “Tercer grado”. Desde el primer minuto de dicho programa López Obrador hizo caer en su estrategia a los periodistas al poner sobre la mesa que de acuerdo a sus propias encuestas encabezaba las preferencias electorales tres puntos arriba de Peña Nieto. Los conductores de televisa mordieron el anzuelo al llevarlos a su terreno en donde no lograron abrirle su coraza. Poco pudieron preguntarle sobre sus propuestas de política económica, fiscal, energética, educativa, salud o seguridad pública.

En la entrevista del mencionado programa, López Obrador a nada se comprometió, ni siquiera a respetar los resultados electorales del 01 de julio aduciendo que eso lo decidirá el pueblo.

Esta polarización en la competencia electoral por la silla presidencial  –digan lo que digan las autoridades hacendarias- ha permeado negativamente en los mercados. La incertidumbre se apodera de los inversionistas al iniciar una fuga de capitales a otros países, lo que explica la devaluación del peso frente al dólar.

El problema es saber qué pasará un día después de los comicios del 01 de julio. Si el candidato ganador rebasa los 5 puntos de ventaja sobre el candidato del segundo lugar, no pasará nada; probablemente haya impugnaciones ante los órganos electorales; pero hasta allí.

Lo que debe preocuparnos es si AMLO pierde por escasos puntos porcentuales. Conociendo su trayectoria política, no solo impugnaría el proceso electoral por la vía legal sino que ahora está mejor pertrechado orgánicamente para movilizar a millones de gente por todo el país. Aquí está lo peligroso. Las masas desbordadas por las calles serán difíciles de controlar, lo que podría alentar una brutal represión policiaco-militar de consecuencias imprevisibles. A nadie le conviene la violencia y la represión en las calles porque eso llevaría a nuestro país  a una terrible crisis política, social y económica que pondría en riesgo a nuestras incipientes instituciones democráticas.

Peña Nieto, López Obrador y Josefina Vázquez Mota tienen en sus manos el destino de nuestra nación. Evitemos que se encube el huevo de la serpiente.       

martes, 5 de junio de 2012

LA GUERRA DE LAS ENCUESTAS MEDIATICAS

A partir de dos encuestas publicadas en las dos últimas semanas las cuales señalaban el ascenso en las preferencias electorales del candidato de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador acercándose a 4 puntos del candidato del PRI-PVEM, Enrique Peña Nieto  generó un replanteamiento de posiciones que en lo inmediato pasado era imprevisible.
Estas reacciones se generaron fundamentalmente en el partido del gobierno federal, el (PAN). La primera fue la que encabezó el ex dirigente nacional del blanquiazul, Manuel Espino, político ligado al grupo derechista el YUNQUE y al ex presidente de la República, Vicente Fox Quezada, representante de la trasnacional Coca-Cola en nuestro país.

Manuel Espino se camufló como presidente de una organización civil denominada “Concertación Mexicana” que buscaba dialogar con los 4 presidenciables a efecto de hacer llegar propuestas de gobierno en torno a los graves problemas que enfrentará el próximo mandatario federal.

Un mes después del nacimiento de esa organización su líder Manuel Espino hizo público su apoyo al proyecto político del abanderado del PRI-PVEM, Enrique Peña Nieto, por considerar que es la mejor opción para gobernar a México.

Luego que se dio a conocer la encuesta del diario capitalino REFORMA en la que se destaca que López Obrador tiene una intensión de voto del 34%, 4 puntos debajo de Peña Nieto, ocurrió lo que nadie esperaba: Vicente Fox, el mismo que echó al PRI de Los Pinos en el año 2000 prometiendo que acabaría con las tepocatas, víboras y cucarachas, -promesa incumplida- salió a la palestra pública a emitir el voto útil por el candidato priista que está arriba en las preferencias electorales por 17 puntos. Dijo que no hay que temer al regreso del autoritarismo  priista porque ahora existen instituciones democráticas bastante sólidas. Y a quien prometió “apoyo incondicional” para que Josefina Vázquez Mota sea la próxima presidenta de la República exhortó a sus seguidores a trabajar duro para que se consolide en el segundo lugar.

En tono de enfado llamó a no dejarse engañar por la versión de que se está cerrando la competencia presidencial entre el candidato del PRI y el de las izquierdas.

Esta actitud dibuja con claridad la doble moral del ex mandatario federal. No solo le asestó una puñalada por la espalda a su compañera de partido sino que en su enfermiza obsesión por liquidar políticamente a su adversario López Obrador ahora ofrece su incondicional apoyo al partido que por décadas abominó y combatió. Doña Josefina y Fox protagonizaron aquel pasaje de la historia del cristianismo cuando judas luego del beso entregó a Jesús por 40 monedas de oro. Esta vez no son monedas las que están en juego; más bien son los cuantiosos intereses económicos de la oligarquía derechista aglutinada en el YUNQUE. Escuchan pasos en la azotea.

Otra de las protagonistas que entraron en la escena fue nada menos que la ex presidenta nacional del PRD y ex jefa del gobierno del Distrito Federal, Rosario Robles.

Desde su retiro de la militancia perredista presionada por los escándalos de tráfico de influencias en las que se vio inmiscuida con el empresario argentino, Carlos Ahumada, Rosario volvió a la academia y luego de algunos años en retiro de la política el año pasado fue una de las principales promotoras de una organización civil de mujeres que luchan por las reivindicaciones de sus derechos, fuera de toda militancia partidista.

Hace unos días nos dio la sorpresa durante un evento del candidato presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto, de su decisión de sumarse al proyecto del político mexiquense para que gane la silla presidencial. Señaló que es un proyecto renovador, viable y que recoge las principales demandas de los mexicanos.

De los dos primeros espaldarazos a favor de Peña Nieto por los representantes del panismo más derechista, no creo que sean muy buenas cartas de presentación. Tanto Manuel Espino como Vicente Fox son figuras desacreditadas, tanto en el PAN como en la opinión pública nacional que solo ensuciará al proyecto peñanietista.

En cambio, Rosario Robles es harina de otro costal. Es una política congruente con sus ideas; luchadora social de todos los días y con una imagen pública, -aunque disminuida por el tiempo-, sigue siendo una política que puede aportar mucho a la nación. Si ella escogió otra trinchera tendrá buenos motivos para hacerlo, porque atrás no hay intereses clientelares, ni ha traicionado a nadie. Es su decisión y su responsabilidad…Desde esta columna manifestamos nuestro pesar por el fallecimiento de nuestro colega y amigo, Enrique Vargas, de reconocida trayectoria profesional en su larga carrera periodística. Ofrecemos respetuosamente nuestro apoyo y solidaridad a toda su familia.