martes, 25 de febrero de 2014

Panistas se disputan la chequera

Conjeturas
Por Francisco Cruz Angulo

El partido Acción Nacional enfrenta uno de sus peores momentos de cara a la elección de su próximo presidente nacional a celebrarse el 19 de mayo del año en curso.
Dos corrientes se disputan el control del partido, a saber, por un lado la corriente dominante que encabeza el Sr. Gustavo Madero apoyado abiertamente por los coordinadores en la Cámara de Diputados y de Senadores, Luis Alberto Villarreal y Jorge Luis Preciado respectivamente y de liderazgos regionales de gran peso político. Esta corriente hegemónica pretende reelegir a su actual líder Gustavo Madero.
Su contraparte visiblemente la encabeza el Senador Ernesto Cordero el que cuenta con el apoyo de la mayoría de los senadores panistas.
Se dice que tras él se oculta la mano del ex presidente Felipe Calderón, quien por cierto volvió al escenario nacional como presidente de una fundación denominada “desarrollo humano sustentable”.
El otro aspirante a la presidencia nacional del blanquiazul es el ex gobernador de Guanajuato, Juan  Manuel Oliva. Este personaje que ejerció durante años el periodismo como profesión le apuesta a ser el fiel de la balanza entre las dos corrientes arriba señaladas.
El Sr. Oliva presume que puede ser el factor de unidad del panismo nacional recuperando los principios doctrinarios que dieron origen a ese partido.
Sin embargo este aspirante tiene escasa presencia en el escenario político nacional. Se rumora que finalmente será el cabúz de Ernesto Cordero con el que hará mancuerna como secretario general.
Por último está la imprevisible Josefina Vázquez Mota. Lo único que tiene claro es su animadversión por el reelecionismo en su partido. Alega al igual que Cordero que el PAN debe deslindarse de su alianza mediática con el PRI dado que se está desfigurando como partido opositor.
De los tres aspirantes sin lugar a dudas, la Lic. Vázquez Mota es la que tiene más tablas en la política nacional: coordinadora de la campaña presidencial de Felipe Calderón; dos veces secretaria de Estado; coordinadora de la bancada de diputados y finalmente candidata a la presidencia de la república en el 2012 en la cual ganó para su proyecto político poco más de 11 millones de electores.
 Si decidiera postularse como candidata a la presidencia nacional de su partido tendría amplias probabilidades de ganar. Es una mujer talentosa con gran experiencia política que bien ayudaría a la renovación de su partido, hoy fracturado por mezquinos intereses. Conoceremos su decisión a mediados de marzo cuando se inscriban los candidatos.
Algunos columnistas nacionales publicaron una versión muy mamona que de ser cierto significaría un retroceso para la carrera política de Josefina en las filas de Acción Nacional, esto es, que probablemente aceptará un cargo de embajadora ofrecida por el Presidente Peña Nieto.
La elección interna del presidente nacional del PAN es importante porque  está en puerta las elecciones federales y estatales en el  2015 en donde estarán en disputa 9 gubernaturas y 16 procesos electorales estatales en donde solo se elegirá a presidentes municipales y diputados locales uninominales y plurinominales, así como la renovación de la cámara baja del Congreso de la Unión.
Si no hay un liderazgo nacional panista fuerte y cohesionado de toda su militancia será un desastre en la competencia electoral. La unidad fortalece; la división interna conduce inevitablemente a la derrota.
Si a todo ello le agregamos a una izquierda que irá dividida en el 2015 con la incursión del partido lopezobradorista (MORENA) se le estará abriendo una gran avenida al tricolor para que este partido hoy en el poder recupere su hegemonía política en casi la totalidad de los estados en el país.

A consecuencia de las desavenencias internas en los partidos de oposición están generando las condiciones para la continuación del PRI en la silla presidencial en el 2018.