domingo, 29 de abril de 2012

LA EDUCACIÓN, BOTÍN POLITICO DE ELBA ESTHER

Hasta el día de hoy, el gobierno de Felipe Calderón no  es capaz de meter en cintura a la presidenta vitalicia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Profra. Elba Esther Gordillo para que cumpla su palabra pactada el año pasado de aplicar el examen universal a todo el magisterio federal el próximo 24 de junio del año en curso.

La sempiterna lideresa magisterial alega que no hay condiciones debido a que se está en un proceso electoral y que podría politizarse en perjuicio del S

Sindicato y de sus agremiados. Propuso posponerlo  una vez concluida la elección presidencial, por lo que las autoridades educativas respondieron que llueva o truene se aplicará el examen el día  pactado entre ambas partes.

Naturalmente ya se politizó: Elba Esther Gordillo tiene claro que de aplicarse tendrá consecuencias adversas a su liderazgo: por un lado, perderá la confianza de su gremio ya que en su mayoría rechazan dicho exámen por temor a ser reprobados y, por otro lado, porque ese enojo de los mentores se la cobrarían votando en contra del Partido Nueva Alianza (PANAL) organización que es la punta de lanza para conservar su poderío político en el SNTE y en los puestos de elección popular. Por lo tanto, no puede darse el lujo de arriesgar ese botín político así tenga que faltar a su palabra empeñada con su ex aliado, Felipe Calderón.

Por su parte, el gobierno calderonista busca lavarse la cara ante el evidente desastre educativo durante su administración. Lo que menos le importa es la calidad de la enseñanza. Prueba de ello es que el inicio de su gobierno ordenó  a la SEP cancelar los contratos con las empresas que implementarían el programa enciclomedia que fuera aprobado por el ex presidente, Vicente Fox en el último año de su mandato. La revocación de esos contratos costó al erario público 3 mil millones de pesos, cuyo costo político lo está cargando la candidata presidencial del blanquiazul, Josefina Vázquez Mota, puesto que ella se desempeñaba como Secretaria de Educación.

Agreguemos a lo anterior el fallido programa calderonista denominado “Habilidades Digitales para todos” el cual tenía por objetivo dotar de computadoras a todos los estudiantes de los niveles básico, medio y superior. A consecuencia de la desaceleración de la economía en el 2008, el Presidente Calderón canceló este programa por falta de presupuesto, lo que originó erogar otra millonaria cantidad por concepto de incumplimiento de contrato.

Este conflicto entre Calderón y Elba Esther es un ajuste de cuentas a consecuencia de que la lideresa sindical rompió esa alianza el año pasado cuando el ex director del ISSSTE Miguel Ángel Yunes le cerró la chequera desde donde se financió la creación del PANAL. Entonces Elba se sintió traicionada y arremetió virulentamente en contra del gobierno calderonista acusándolo de corrupto.

Esto explica el por qué la SEP bajo la batuta de su titular Ángel Córdoba esté empeñado en aplicar el exámen universal al magisterio federal. Hasta ahora tiene contra la pared a Elba Esther. Es difícil predecir sus resultados de este encontronazo de trenes porque la astuta líder vitalicia del SNTE quiere ganar tiempo y  una vez que concluya la elección presidencial pactará con el próximo mandatario federal.

No cabe la menor duda que si el PANAL logra conservar su registro y obtener algunas curules en el Poder Legislativo, con este capital político estará en condiciones de negociar el destino de la nueva política educativa en el país, sobre todo si el PRI no alcanza una mayoría relativa o absoluta en la próxima Legislatura Federal.

De los resultados electorales que logre el PANAL dependerá en gran parte el destino político de Elba Esther. Este viejo cacicazgo sindical podría tener los pies de arena como lo fue en su momento, Carlos Jonguitud Barrios cuando Salinas de Gortari le arrebató el liderazgo del SNTE para entregárselo a Elba Esther.