Conjeturas
Por
Francisco Cruz Angulo
Este inicio de año nuevo nuestra clase política gobernante
deberá concretar en políticas públicas los objetivos programáticos contraídos
por el gobierno de coalición PAN-PRD-PT y PRS que hizo posible la victoria del
C. Antonio Echevarría García como gobernador del estado y que fue legitimado
abrumadoramente por el voto popular.
En estos más de cien días transcurridos las distintas
dependencias del gobierno aliancista sus titulares conocieron la situación
administrativa y financiera en que la dejaron sus antecesores en el gobierno de
Roberto Sandoval Castañeda.
Como es del dominio público en su mayoría fueron detectadas
graves irregularidades, entre otras, desviación de recursos públicos,
enriquecimiento ilícito, abusos de poder y violación a los derechos humanos.
Fue tal la gravedad de falta de liquidez que el gobierno
aliancista tuvo que hacerla de apaga fuego ante los numerosos reclamos de
grupos sociales que demandaban el cumplimiento de compromisos pactados por la
anterior administración. Entre las protestas de los inconformes las más
destacadas fue las de la de los trabajadores del sector salud; la de los
maestros de la sección 20; la de la comunidad de la UAN; la de los burócratas
afiliados al SUTSEM; la de los usuarios del transporte público urbano; la de
productores del campo y la del reclamo de justicia de la organización civil “la
comisión de la verdad” en contra de los abusos cometidos por el anterior Fiscal
General Edgar Veytia.
Simultáneamente a estos reclamos el gobierno aliancista tuvo
que enfrentar el fuego cruzado de las bandas del crimen organizado que en su
disputa por la plaza de la distribución y consumo de la droga día a día dejan a
su paso la muerte y el terror en los principales municipios del estado, entre
otros el de Tepic, Xalisco y San Blas.
Ante esta inesperada cauda de violencia se vio obligado a
instrumentar una política reactiva que, lejos de contenerla la incrementó a
consecuencia que en la misma fiscalía General y los principales mandos de los
cuerpos policiales estaban filtrados por una de las bandas del narcotráfico
anteriormente jefaturados por Edgar Veytia, alias “El Diablo”.
Por ello el gobierno aliancista se vio obligado a desmantelar
todo el andamiaje de la Fiscalía General
y de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal de modo de sustituirlo por una
nueva estructura institucional que acotara las funciones de la Fiscalía General
utilizada por Veytia como aparato represivo y a su vez como ministerio público.
Una vez hechos estos cambios institucionales por el Congreso
del Estado fue anunciado el Plan estratégico de combate al crimen organizado
denominado “Nayarit Seguro” cuyos ejes estratégicos son:
Eje 1: Nayarit al Mando.- Policías capacitados y confiables,
trabajo táctico coordinado para la vigilancia y prevención del delito; Eje 2:
Nayarit en Red.- Trabajar de la mano con la ciudadanía para establecer una red
que ponga un alto a la delincuencia a través de herramientas tecnológicas que
promuevan la denuncia y campañas de concientización; Eje 3: Nayarit convive.-
Integra todas las acciones para iluminar las calles y recuperar los espacios
públicos como parques, plazas y unidades deportivas, desarrollando actividades
de convivencia segura; Eje 4: Nayarit con Futuro.- Acciones en materia de
empleo y educación para alejar a la niñez y la juventud de la delincuencia, con
inversiones, apoyo a emprendedores, programas de alfabetización y becas para
que no dejen la escuela.
Esta política de limpieza institucional emprendida por el
Poder Ejecutivo y Legislativo de combate a la corrupción y a la violencia de
las bandas delincuenciales deben ser acompañada por una eficiente distribución
del gasto público para este año que como lo señalé alguna vez atienda las
causas que originan esos desflagelos sociales, esto es, el desarrollo
productivo del estado, la generación de empleos y oportunidades de acceso de
nuestros jóvenes a la educación, a la recreación, al deporte y a las diversas
expresiones de la cultura como la pintura, la música, el teatro, danza, etc.
En hora buena que este gobierno aliancista se comprometió a
coadyuvar en el crecimiento cualitativo y cuantitativo de nuestras
universidades públicas y tecnológicas en especial a la UAN. Estas instituciones
son y deben ser el semillero de profesionistas de una nueva conciencia de
transformación social…
El otro
reto.-Ante la incertidumbre de si se ratifica o no el tratado de
Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá el gobierno aliancista de Toño
Echevarría García seguramente ya instruyó previsiones a su gabinete económico
en materia de incrementar la productividad en el sector agropecuario, pesquero
y acuícola de nuestra entidad.
Si se fomenta la productividad en granos básicos alimenticios
estaremos en condiciones de abastecer nuestro mercado interno y nacional sobre
todo en maíz amarillo, sorgo, frijol, hortalizas y fruta de gran calidad.
Si añadimos a lo anterior la incorporación de capital privado
en la creación de una cadena regional de agro-industria se generará valor
agregado a nuestros productos del campo y así se crearán miles de empleos en el
medio rural lo que redundará en mejorar las condiciones de vida de las miles de
familias.
Esta administración estatal podrá demostrar con hechos que
sin tanta algarabía publicitaria se puede reactivar la economía rural.
Esperemos
que la lucha por la sucesión presidencial no vaya enturbiar los principales
objetivos programáticos del gobierno aliancista. Será en el ejercicio del
presupuesto de Egresos de este año donde esperemos ver reflejada esta
intencionalidad política…