jueves, 18 de agosto de 2011

LA LUCHA POR LA CHEQUERA

Para el próximo 15 de septiembre deberá ser aprobada la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos que ejercerá el Gobierno Federal para el 2012. En el debate por el reparto del pastel entre las bancadas del Partido Revolucionario Institucional y la del Partido Acción Nacional están prácticamente en punto muerto debido a que el tricolor puso sobre la mesa de negociaciones reformar la Ley de Coordinación Fiscal con el fin de que se le asignen más recursos fiscales a los Estados federativos.
La respuesta del blanquiazul por voz de Juan Molinar Horcasitas no se hizo esperar: en tono pendenciero y bravucón tildó de cínicos y chantajistas a los priistas argumentando que lo único que pretendían era utilizar esos recursos públicos para cubrir las onerosas deudas de malos gobernantes priistas que desviaron los recursos a campañas electorales. Por su parte, el líder nacional del PRI, Humberto Moreira reviró a este cuestionamiento y señaló que l Gobierno calderonista ha despilfarrado los recursos públicos aumentando el gasto corriente y amamantando a una costosa burocracia privilegiada.
Lo peor de estos dimes y diretes entre nuestra clase política gobernante es que ambas fuerzas partidistas se culpan uno a otro de ser el obstáculo para que en un periodo extraordinario de sesiones del Congreso de la Unión se apruebe la Reforma Laboral, La Reforma Política y la Ley de Seguridad Nacional. El tricolor condiciona su apoyo a la aprobación de estas iniciativas siempre y cuando sea reformada la mencionada Ley de Coordinación Fiscal, lo que desde la óptica panista es parte de una estrategia rumbo a la competencia presidencial en el 2012.
Es evidente que el PRI hoy tiene el sartén por el mango. Como partido y ya con precandidato a la presidencia de la República, de acuerdo a las últimas encuestas, va muy arriba en las preferencias electorales, mientras que el blanquiazul y sus precandidatos están muy por debajo de sus expectativas de triunfo.
Por otro lado, al Presidente Felipe Calderón le urge sacar dichas reformas que de concretarlas mejoraría su imagen pública. Obviamente los priistas lo tienen en un puño, más aún cuando en vez de sentarse a dialogar y negociar el próximo Presupuesto de Egresos mandan a sus golpeadores políticos a descalificar a los gobernadores priistas tachándolos de corruptos y despilfarradores. Como si los gobiernos panistas, Secretarios de Estado y delegados no hicieran lo mismo en los tiempos electorales. El problema que tiene Felipe Calderón es su deliberado olvido que está en el quinto año de gobierno y en posición de debilidad en todos los frentes, y no puede estarse dando el lujo de tender la mano para buscar acuerdos y con la otra golpear a sus adversarios.
En efecto, está en juego no poca cosa: por un lado, el terrible endeudamiento por más de 350 mil millones de pesos que cargan a cuesta decenas de gobiernos estatales, priistas, panistas y perredistas y, por otro lado, la sucesión presidencial que está permeando la actividad pública de nuestro país.  Desde esta perspectiva las tres principales fuerzas políticas estarán enfrascadas en virulentas negociaciones en el reparto de los recursos fiscales de la federación. Ante tales condiciones, lo más probable es que sean postergadas por lago tiempo las tan ansiadas reformas laboral y política que levantó enormes expectativas en la población…GOLPE AL PATRIMONIALISMO POLÍTICO.-Como una ducha de agua fría debió caerle a la cabeza del dirigente sempiterno del Partido del Trabajo, Jaime Cervantes Rivera, la resolución de la sala regional Guadalajara del TRIFE en el sentido de quitarle la diputación plurinominal a su esposa Rosario Valdez y otorgársela al Sr. Gerardo Palomino Meraz. Pero lo que es peor para quien ha utilizado a ese membrete desde su fundación como patrimonio familiar fue la decisión que tomó a última hora    el Dip. Palomino al anunciar en conferencia de prensa que renunciaba al PT para sumarse a la bancada panista que coordinará el diputado Rafael Valenzuela Armas.
 Así pues, Jaime Cervantes y su esposa se quedaron sin una opulenta fuente de ingresos, mientras que el blanquiazul potenció a nueve diputados  su fuerza política en la XXX Legislatura.