A mi juicio
son 7 propuestas de gobierno que vale la pena destacar: una: sistema único de
seguridad social. El ex gobernador del Estado de México propone unificar los servicios de salud en
una sola institución. Dijo que gradualmente IMSS, ISSSTE, SSA y Seguro Popular
serán nucleados con el propósito de mejorar su infraestructura medico-hospitalaria
hasta el tercer nivel que favorezca a todos los mexicanos, es decir, seguridad
universal para todos, recuperando su carácter solidario.
Dos: Seguro
de vida a todas las jefas de familia, o sea a madres solteras en todo el país.
Tres:
subsidio al desempleo cuando el trabajador haya perdido su empleo por razones
ajenas a su voluntad.
Cuatro:
reforma hacendaria sobre la base de que pague más impuestos el que gane más,
así como terminar con los privilegios fiscales de las grandes empresas.
Cinco:
reforma energética.- Subrayó el candidato presidencial que de ninguna manera se
privatizará la industria petrolera de nuestro país; lo que si es necesario para
su desarrollo es permitir la inversión privada en la exploración, refinación y
comercialización del petróleo y del gas natural porque el Estado por si solo
carece de los recursos financieros para potenciar el crecimiento de esa
industria estratégica para el desarrollo de nuestro país. Parece que Peña Nieto
pretende seguir el modelo de la industria petrolera en Brasil, Colombia y
Argentina.
Seis:
eliminar los monopolios en todos los sectores de la economía y de las
telecomunicaciones. Señaló que la libre competencia mejorará la calidad de los
servicios y demás bienes de consumo y abaratará sus precios en el mercado.
Siete: el
día del niño, Peña Nieto firmó un compromiso inusitado: que los 16 millones de
estudiantes del quinto y sexto año de primaria, así como de enseñanza media y
superior de educación pública se les
dotará de una laptop gratuita. Si lo traducimos en pesos es un dineral que
sumado a la erogación por concepto del seguro de vida a las jefas de familia y
el subsidio de desempleo, no sabemos de dónde sacará esos cuantiosos recursos.
Estas siete
propuestas estratégicas suenan bien a los oídos del electorado. El problema
radicará en como piensa cumplirlos en un sistema político que ya está agotado,
y que es rehén de una partidocracia que más que ver por el bien de la nación prioriza
sus privilegios patrimonialistas y desdeña cualquier iniciativa –venga de donde
venga- que busque los consensos en el Congreso de la Unión para hacer las reformas
estructurales que el país demanda.
Prueba de
ello que los gobiernos divididos no han funcionado, el PRI, PAN y PRD se echan
la bolita de que no haya acuerdos sustanciales en las dos cámaras, salvo cuando
la presión popular o los poderes facticos son intensas y se movilizan. El caso más
reciente fue la aprobación de la Ley General de Victimas; la Ley de la Trata de
Blancas y la obligatoriedad del IMSS de otorgar todos los derechos médicos-asistenciales
a los matrimonios gay.
Peña Nieto
tiene un gran desafío por delante en caso de ganar Los Pinos. No será nada fácil
si la competencia electoral se enloda por campañas sucias como lo ocurrido en la elección del 2006. El presidente
Felipe Calderón aun paga las consecuencias de como llegó el poder con un país dividido
por el odio y el revanchismo que le impidió sacar adelante sus grandes reformas
estructurales. Peña Nieto debe llegar al poder con un gran apoyo popular y
amplia mayoría en el Congreso de la Unión para así cumplir sus compromisos de
campaña. De otra manera será un fiasco como el de Felipe Calderón.