jueves, 10 de enero de 2013

ROMPER CÍRCULO VICIOSO EN LOS AYUNTAMIENTOS



Por Francisco Cruz Angulo

El hecho que el Gobierno del Estado haya contratado deuda para sacar del atolladero a varios ayuntamientos, fundamentalmente al de Tepic, a efecto que cumplieran con sus obligaciones laborales de fin de año no resolvió de fondo la crisis financiera por la que atraviesan algunos ayuntamientos de Nayarit.
Tepic es un caso emblemático, por ser la capital del Estado en donde supuestamente se recaudan más recursos tributarios. Tan no resolvió su conflicto con los trabajadores del SUTSEM que  el préstamo que otorgó el Ejecutivo Estatal no alcanzó para pagar la totalidad de los aguinaldos.
Ante esta situación crítica de la comuna tepicense es urgente que el cabildo en coordinación con Fortalecimiento Municipal y el Congreso del Estado tomen decisiones de mediano y largo plazo para detener ese círculo vicioso de tapar un hoyo abriendo otro como lo es el de recurrir al endeudamiento, que de no encararlo tomando medidas drásticas acabará por llevarlos a la total bancarrota.
Por allí hemos escuchados algunas voces de regidores que proponen reducir la abultada nómina mediante el cese de trabajadores. Ello implicaría erogar una enorme suma de dinero para indemnizarlos.
Otros regidores van más allá. Sugieren la posibilidad de privatizar los servicios del Agua potable y Alcantarillado y de la recolección de basura, tal y como lo vienen haciendo ayuntamientos de otras entidades.
Señalan sus bondades: el ayuntamiento se ahorraría millones de pesos anuales en subsidios; compra y mantenimiento del parque vehicular y pago de combustible.
La idea no es mala. El problema sería encontrar que empresario estaría dispuesto a invertir una millonada suma de dinero para modernizar el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado que está muy deteriorado en más de un 70% y con una abultada cartera vencida de usuarios morosos.
El otro dolor de cabeza que tendría el alcalde de Tepic y probablemente repercutirá en el Gobierno de la Gente será la reacción de los tepicenses, que sería de irritación porque es obvio que la empresa privada que acepte la concesión tendrá que incrementar el precio de los servicios de abasto de agua y cobrar la recolección de basura.
La gente dirá con razón que esos servicios públicos son una obligación de nuestros gobernantes, ya que para eso pagamos nuestros impuestos.
Además esas medidas permearán en lo político-electoral en contra del actual partido gobernante, PRI.
Si durante años esos servicios estuvieron subordinados a políticas clientelares para cachar votos en los procesos electivos, no creo que esa cultura del no pago se borre de la mente de los usuarios por arte de magia. Esa abultada cartera vencida de usuarios morosos tiene su origen en esa nociva  práctica electorera.
Otra de las medidas a tomar según regidores de la oposición es restringir el gasto corriente; disminuir el personal de confianza y combatir la corrupción en algunas áreas de la administración municipal, sobre todo de aquellos funcionarios que utilizan los recursos públicos con fines de promoción electoral, así como poner candados en el techo de adquisición de deuda pública.
Parece que la XXX Legislatura que preside el Dip. Armando García Jiménez ya tomó cartas en el asunto. Está en curso una reforma constitucional estatal para que cualquier servidor público de los tres niveles de gobierno que aspire a un puesto de elección popular estará obligado a separarse del cargo 90 días antes del día de la elección.
A nuestro juicio esta reforma debe ir más allá: que el aspirante a un nuevo puesto de elección popular que su licencia sea con carácter definitivo. Así se la pensarán dos veces y no incurrirán en el aventurerismo electoral o por “jovi”; que sepan a qué le tiran. Esto obligará a que sean más responsables.
Por lo pronto el secretario de Hacienda del Gobierno Federal anunció que no habrá borrón y cuenta nueva para aquellos estados de la República y Ayuntamientos que están muy endeudados y colapsados financieramente. Si es así, no habrá quien aspire a ser presidente municipal de Tepic en el 2014, a menos que disponga de una gruesa chequera o un influyente padrino político que le allegue recursos.