Conjeturas
Por
Francisco Cruz Angulo
En los tiempos de partido único era una regla no escrita de
la clase política priísta proferida en tiempos electorales por Don Fidel Velázquez
que “político que se mueve no sale en la foto”.
Al arribar la alternancia
partidista en el poder en el 2000 y luego con el advenimiento de las redes
sociales esta regla cayó en desuso.
Hoy en día los que aspiran a un puesto de elección popular
tienen que moverse con anticipación para salir en la foto muy a pesar de las
severas restricciones que obliga la ley electoral.
Ante esta nueva realidad el diputado de la XXXI Legislatura
local Antonio Serrano Guzmán, -no sé si con la anuencia del empresario Antonio
Echevarría García- hizo público su decisión de sumarse a la construcción de una
Alianza de todos los partidos de oposición al PRI con el objetivo de lanzar
como candidato a gobernador al presidente del Grupo empresarial Álica porque, según
él, nuestra entidad requiere de gobernantes emprendedores que generen miles de empleos
a través del sector productivo de Nayarit.
Por su parte el precandidato destapado por el Dip. Serrano
aclaró que sus incursiones a distintos municipios forman parte de su trabajo
empresarial y de ninguna manera de proselitismo preelectoral.
El joven empresario es prudente al respecto. Si bien todos
conocemos que el sueño dorado del clan Echevarría-García es ver a su hijo en la
silla gubernamental en el 2017, antes tendrán que ponderar la viabilidad de su
candidatura, sea por medio de una alianza de partidos o una candidatura
independiente. Dinero le sobra. Solo que los Echevarría no dan paso sin
huaraches, o sea, si esa candidatura es o no rentable para sus negocios
empresariales.
El jefe de la familia Echevarría García, Antonio Echevarría
Domínguez le fue muy bien durante su gestión como gobernador en el sexenio
1999-2005. En ese lapso de 6 años acrecentó su poderío empresarial en Nayarit y
la de un reducido número de amigos y compadres.
Sin embargo a los nayaritas no les fue muy bien el llamado
gobierno del cambio. Como dijera alguna vez el actual mandatario estatal,
Roberto Sandoval la obra pública durante esa administración apenas alcanzaría
el número de los dedos de su mano. Lo único rescatable de su gobierno es que no
dejó deuda pública.
En el caso de la hoy senadora de la república Martha Elena
García Gómez de igual manera le va muy bien. No obstante su gran popularidad
mostrada cuando fue candidata del PAN a gobernadora del Estado en el 2011 al
lograr el apoyo en las urnas de más de 185,000 votos, seguramente por la
enfermedad que tuvo que enfrentar su trabajo legislativo en el senado de la
república ha sido irrelevante.
Por otro lado hasta hoy desconozco que haya hecho la senadora
Martha Elena a favor de los que votaron por ella. La gran obra pública que
prometió entregar a los tepicenses, la rehabilitación de la Loma finalmente la
gestionó y la volvió realidad el actual mandatario estatal.
Todos estos hechos volverán a recordarse en la memoria
colectiva en el momento que otro nombre de la dinastía Echevarrista pretenda gobernar
a los nayaritas.
Otros de los destapados por medio de las redes sociales son
nada menos que el alcalde de San Blas el dicharachero Hilario Ramírez a) “el
Layín” y el político de larga trayectoria legislativa, Lic. Raúl Mejía
González.
Layín tal vez pudiera tocarle el gusanito por recorrer la
misma ruta del político regiomontano Jaime Rodríguez “el Bronco” quien es hoy
gobernador electo de Nuevo León.
Solo que hay una abismal diferencia: el bronco tuvo una
militancia de 35 años ininterrumpidos en el PRI; además se codea de tú a tú con la poderosa clase empresarial. En
cambio “Layín” no es más que un político pueblerino.
El Lic. Raúl Mejía tiene prestigio profesional solo que hoy
carece de una base territorial, a menos que el neycismo esté de vuelta…
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