Conjeturas
Por
Francisco Cruz Angulo
A dos meses de cumplir el primer año de la actual
administración estatal no despegan las actividades productivas y generadoras de
empleo que requiere la entidad para reactivar nuestra economía interna.
En el sector más dinámico como lo es la construcción, la
inversión en las obras de infraestructura escolar está paralizada; de igual
manera la infraestructura hidráulica como la del Canal Centenario y otras obras
de inversión federal y estatal.
La situación en las zonas rurales de vocación agrícola,
ganadera y pesquera es de abandono. Es más miles de productores en diversos
cultivos continúan reclamando los apoyos extraordinarios por la producción
siniestrada en la pasada temporada de lluvias.
La producción industrial permanece estancada seguramente por
la inseguridad pública que desalienta la inversión productiva de la iniciativa
privada.
El único pilar del magro crecimiento económico es el sector
turístico de la zona de la Riviera Nayarit, sobre todo en el ramo de la
hotelería y de los servicios culinarios y de grandes tiendas departamentales.
Empero el problema radica que el grueso de las ganancias se van
al extranjero por el origen de sus propietarios.
Por otro lado gran parte de la población trabajadora se
emplea en actividades de servicios y no en actividades productivas.
Obviamente esta falta de crecimiento económico reduce los
ingresos fiscales al Erario público estatal y municipal y en consecuencia no se
proporcionan buenos servicios en educación, salud y servicios públicos.
Agreguemos a lo anterior las onerosas deudas públicas
heredadas al actual gobierno por las anteriores administraciones estatales y
municipales priístas…
Los años de
la alternancia en el poder.-El gobierno de Antonio Echevarría García atraviesa
su mandato de 4 años por la consecuencia de dos variables
políticos-electorales; a saber: la primera fue la de haber asumido una
administración en bancarrota financiera, desvío de recursos públicos y opacidad
en las distintas dependencias del gobierno y lo que es peor un nido de hampones
del crimen organizado que traficaban drogas y extorsionando desde la Fiscalía
General del Estado comandada por Edgar Veytia “El Diablo”, hoy sometido a
proceso penal en New York por tráfico de drogas.
Sin el jefe de esas gavillas criminales estas se disputan a
sangre y fuego la plaza del mercado de la droga en la entidad, lo que ha
generado un alza en los índices de criminalidad.
Será difícil de desmantelar a esos grupos criminales si el Gobierno Estatal no
cuenta con todo el apoyo logístico del próximo Gobierno Federal.
Otro de los factores en apariencia adversa es el triunfo mayoritario
de Andrés Manuel López Obrador como futuro presidente de México. Lo ideal para
Toño Echevarría hubiera sido que ganara la presidencia de la república el
panista Ricardo Anaya y sus aliados del
PRD.
No obstante esta situación política adversa no es para
quedarse cruzado de brazos esperando el vendaval. Ahora es cuando el Ejecutivo
Estatal debe proyectar el carácter de un
buen negociador, no porque esté en juego sus empresas sino porque por hoy tiene
la enorme responsabilidad de mejorar las condiciones sociales y económicas de
más de un millón de nayaritas.
Ahora es el momento de mostrar oficio político, es decir,
capacidad de diálogo y negociación ante un presidencialismo fuerte. Sería
deleznable subordinarse como un cortesano más ante el poderoso futuro jefe de
la nación asumiendo una actitud prudente y respetuosa en el marco de los
principios del pacto federal. En nada ayudaría a nuestra entidad dejarse llevar
por filias o fobias políticas-ideológicas ya que eso llevaría a un estéril
enfrentamiento con la próxima administración lopezobradorista. Este debe ser el
hilo conductor ante la nueva realidad política en los próximos 4 años…