Conjeturas
Por
Francisco Cruz Angulo
Es menester reconocer que el régimen presidencialista en las
últimas tres décadas inició un proceso de descomposición y acotado su poder por
el fortalecimiento de los partidos políticos y una mayor presencia de
representacion en las dos cámaras del Congreso de la Unión derivado de las
reformas electorales y la autonomía del órgano Federal Electoral.
Una vez que el sufragio libre y efectivo fue respetado en
1997 por primera vez en la historia de México el PRI no obtuvo la mayoría
calificada en la cámara de Diputados federal, lo que obligó al presidente de la
república y su bancada priísta a negociar el presupuesto de gasto público con
las bancadas de los dos partidos de oposición más importantes en el país como lo eran el PAN
y el PRD de manera que transitaran las reformas constitucionales.
Los gobiernos divididos con la alternancia en el poder
Ejecutivo Federal protagonizada por el panista Vicente Fox en el 2000 se inició
de igual manera la alternancia en las gubernaturas de la mayoría de los
estados, algunas veces mediante coaliciones de ideologías antagónicas como el
PAN-PRD-PT u otras alianzas de partidos de izquierda. El objetivo central era
terminar la añeja hegemonía del PRI en los gobiernos estatales.
Sin embargo en los hechos no se tradujo en buenos gobiernos,
primero porque los puestos públicos fueron repartidos como botín de guerra y
segundo porque el Ejecutivo Estatal fue doblegado por una mayoría en los
Congresos locales.
Fue en este tránsito de estires y aflojes entre ambos poderes
cuando emergió una poderosa partidocracia en donde sus élites dirigentes fueron
acumulando poder político y económico.
El pragmatismo sustituyó a los principios ideológicos y
programáticos. Olvidaron sus orígenes doctrinarios y su mística social; en
cambio sus dirigentes nacionales y estatales saltaron como trapecistas de un
puesto de elección a otro en el goce de prebendas personales. En otras palabras
los gobiernos de alternancia a excepción de algunos fueron fallidos…
Todo el
poder al presidente.-Los electores mexicanos decepcionados e irritados por
esta clase política corrupta, nepotista y ambiciosa que saqueó al Erario
público decidió mayoritariamente en las pasadas elecciones presidenciales darle
un voto de confianza al líder nacional de Morena, Andrés Manuel López Obrador.
A éste luchador social apostaron la mayoría de los ciudadanos su esperanza en
el provenir de México al otorgarle la mayoría absoluta en las dos cámaras del
Congreso de la Unión…
¿Qué hacer
ante todo ese poder? El Mejor antídoto para contener cualquier exceso del
poder presidencial es consolidar a nuestras instituciones públicas como lo son
los Entes autónomos, a gobiernos municipales y estatales, congresos locales, el
INE, Banco de México, Sistema Nacional Anticorrupción, la Fiscalía General de
la Nación, los fiscales anticorrupción estatales, democratizar a los partidos
políticos, respeto a la libertad de expresión y de manifestación y, sobre todo
a una ciudadanía organizada y participativa en los temas de la agenda nacional.
En esta tesitura el Dip. Leopoldo Domínguez, presidente de la XXXII Legislatura
local señaló la necesidad de fortalecer a los poderes ejecutivos y legislativos
de las entidades de la república, a los gobernadores por medio de la Conferencia
Nacional de Gobernadores (CONAGO) y a los congresos locales por la Conferencia
Permanente de Congresos Locales (COPECOL) así como restructurar y potenciar a
los partidos políticos hoy en la oposición…
De las
palabras a los hechos.-EL diputado panista Leopoldo Domínguez tiene razón
siempre y cuando los dichos se sustenten con acciones de gobierno.
En el caso de Nayarit es de mayor relevancia ya que el Jefe
del Poder Ejecutivo Estatal Antonio Echevarría García tiene el apoyo de una
mayoría de diputados aliancistas en el Congreso del Estado.
Hasta ahora el líder de la mayoría aliancista en la actual
representacion popular ha sido de una prudente coordinación con la agenda programática
del mandatario nayarita.
En los 11 meses de gobierno legislativo se aprobaron reformas
muy importantes en seguridad pública, salud, educación, movilidad urbana,
derechos humanos y la designación del Fiscal General del Estado y en el curso
de este mes seguramente se designará al Fiscal Anticorrupción y de delitos
electorales. Por supuesto hay varios pendientes de compromisos de campaña que
seguramente serán debatidos y aprobados en los próximos años.
Otra de las acciones que cumple con responsabilidad es la
mediación e interlocución para encontrar soluciones negociadas a partir del
diálogo con diversos sectores de la población que reclaman solución a sus
demandas.
De esta manera el gobierno aliancista se ganará la confianza
de los nayaritas. Este es el mejor camino para contener los probables excesos
de un fuerte presidencialismo por venir…