Conjeturas
Por
Francisco Cruz Angulo
A consecuencia de la sistemática crítica de analistas
políticos y líderes de organizaciones no gubernamentales al presidente Enrique
Peña Nieto de que no acudiría al foro especial en la Organización de las
Naciones Unidas (ONU) celebrado el 19 de este mes en donde fijaría la posición del
gobierno mexicano respecto a la producción, tráfico y consumo de la marihuana
que es hoy en día uno de los flagelos más graves de nuestro tiempo y en todos
los países del mundo.
Finalmente esa presión crítica hizo reaccionar positivamente
al mandatario federal quien concurrió puntualmente al foro de la ONU en donde
fijó con claridad cuál será la posición de nuestro país para enfrentar la
política prohibicionista impuesta desde 1970 por el gobierno de los Estados
Unidos y que hasta hoy ha sido un rotundo fracaso.
Anteponiendo su opinión personal al interés nacional, Peña
Nieto llamó a los jefes de Estado de otras naciones a enfrentar el consumo de
la marihuana ya no desde el punto de vista prohibicionista y punitivo sino a
partir desde una perspectiva de los derechos humanos y científico.
Señaló que a partir de las conclusiones de los foros que
organizó la Secretaría de Gobernación y los de las organizaciones no
gubernamentales en los cuales participaron prestigiados académicos, especialistas
en drogas, psicólogos, sociólogos y dirigentes de organizaciones civiles en
torno al tema del consumo y producción de la marihuana el mandatario mexicano
hizo suyas algunas de las propuestas de los mencionados foros.
La primera de ellas será ya no criminalizar a los que estén en
posesión y consuman la mencionada droga; es decir en vez de prohibirla
regularla.
Segundo, implementar políticas públicas que vayan encaminadas
a inhibir el consumo de la “cannabis indica” a niños y jóvenes otorgándoles
mayores oportunidades de acceso a la educación, empleo y a la recreación.
Tercero, que el uso de la cannabis sea utilizado con fines
medicinales y de investigación científica. De esta forma se podrá importar
libremente medicamentos que contengan alguno de los componentes químicos de la
marihuana.
Si bien esta posición del Gobierno Federal respecto al uso de esta droga es un gran paso deja de
lado graves problemas colaterales como la producción y el tráfico de ese
estupefaciente.
Salta a la vista que el presidente Enrique Peña Nieto no fijó
su posición respecto a la producción y tráfico de la droga y que genera violencia extrema como asesinatos,
desaparición de jóvenes y la infiltración en nuestras instituciones por el
control del mercado de la droga como así ocurre en los Estados de Guerrero,
Morelos, Michoacán, Tamaulipas, Veracruz y el Estado de México.
Por otro lado omite cuál es su posición de la resolución de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación cuando otorgó amparo a un grupo de
productores y consumidores de la marihuana para uso recreativo por considerar
que su prohibicionismo es una violación a los derechos humanos consagrados en
nuestra Constitución. La Secretaría de Salud y la Comisión Federal para la
Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) de igual manera han sido omisas
ante tal resolución.
Siendo congruente el presidente Enrique Peña Nieto con su
posicionamiento en el foro especial en la ONU el día de ayer mandó al Senado de
la República una iniciativa de reformas a la Ley General de Salud y al Código
Penal Federal con el propósito de que la marihuana sea utilizada con fines
medicinales y científicos desde una perspectiva de los derechos humanos y de
salud pública.
Esa misma iniciativa está encaminada a no criminalizar a los
que estén en posesión de la marihuana para su consumo personal hasta 28 gramos.
En base a esta propuesta el Ejecutivo Federal instruyó a la
Secretaría de Gobernación y a la Procuraduría General de la República (PGR)
para que se implemente un indulto a quienes hoy purgan años de cárcel por los
delitos de posesión de marihuana menor de 28 gramos lo que beneficiará con la
libertad a miles de mujeres y varones que fueron encarcelados por ese delito.
Ante tal actitud del Gobierno Federal es el momento que el
Congreso de la Unión aborde el tema no solo regulando su uso con fines
medicinales y científicos sino que lo haga a partir de la producción y
comercialización que es donde se amamanta las mafias del narcotráfico en
nuestro país y que ha trastocado el orden constitucional y corrompido a
nuestras instituciones de procuración y administración de justicia.
De esta manera el Ejecutivo Federal estará dando un ejemplo
de congruencia a la comunidad internacional y al pueblo de México…