Conjeturas
Por
Francisco Cruz Angulo
La administración del Presidente Peña Nieto por conducto del
director de compras del IMSS cumplió unas de sus promesas de campaña para
transparentar y combatir la corrupción y el tráfico de influencias en el sector
de la seguridad social.
El alto funcionario del IMSS anunció que por primera vez en la
historia de esa institución se compró un voluminoso lote de medicamentos por la
cantidad de 43 mil millones de pesos, lo que ahorró a ese sector 3, 700
millones de pesos.
Participaron en esta compra al por mayor el IMSS, la SSA,
Pemex, el Ejército y la Marina así como varios gobiernos estatales del norte
del país. Con estas compras al mayoreo se redujeron los precios de las
medicinas; y se atendió la calidad de esos productos y su licitación fue supervisada
por diversas instituciones públicas y privadas de transparencia.
Otras de las acciones que emprenderá el IMSS en materia de
ahorro para este año es nada menos reducir el número de consultas médicas a
enfermos crónicos que cada mes acuden a recibir los medicamentos controlados. A
partir de este año se les proveerá cada tres meses con la dotación indicada. De
esta manera ese tiempo será empleado para dar consulta médica a otros
derechohabientes…
ESPIONAJE POLÍTICO.-La semana pasada el senador Ernesto
Cordero ex coordinador de la bancada del Partido Acción Nacional (PAN) en la
Cámara de Senadores se vio envuelto en un escándalo político a consecuencia de
una publicación en el periódico “El Universal” de una conversación telefónica
que fue grabada y filtrada ilegalmente por alguno de sus adversarios políticos
o gente del gobierno, como algunos suponen.
Por supuesto toda la clase política se rasgó las vestiduras y
condenaron tal hecho. Estas prácticas de espionaje político son nocivas para las
libertades ciudadanas que vulneran su derecho a la privacidad.
Más allá de la filtración de esta conversación privada del
senador Ernesto Cordero con un diputado del blanquiazul en donde le sugiere
hacer todo lo posible por buscar la caída del actual presidente nacional,
Gustavo Madero y del coordinador de la bancada de diputados de ese partido, Luis
Alberto Villareal a los que calificó de “pinches bribones” que le están haciendo un gran daño al partido.
En el fondo se esconde la lucha por el control del comité ejecutivo nacional
del PAN. Según voceros oficiales la elección del nuevo liderazgo nacional se
realizará antes del mes de julio.
Como es del dominio público en la lista de aspirantes se
anotaron el senador Ernesto Cordero, ex secretario de hacienda en el gobierno
de Felipe Calderón; el ex gobernador de Guanajuato, Juan Manuel Oliva Ramírez y
la que no se define aun, Josefina Vázquez Mota, ex candidata presidencial, en
tanto que Gustavo Madero es casi seguro que buscará la reelección.
Se dice en los corrillos políticos del blanquiazul que la
pugna real es entre los maderistas y los calderonistas. Estos últimos son los
más interesados en impedir la consolidación de Madero como líder nacional sobre
todo porque están empecinados en cobrar todo los agravios que recibieron al ser
desplazados de los cotos de poder tanto en el partido como en el Congreso de la
Unión.
Hay quienes especulan que el senador Cordero negocia la declinación a su favor del ex
gobernador de Guanajuato y de Josefina para hacer un solo frente de todos
contra Madero.
En la actual coyuntura política es indudable que Gustavo
Madero es el mejor posicionado debido a que fue un factor de suma importancia
para la construcción del “Pacto por México” que finalmente se tradujo en las
profundas reformas estructurales que impulsó el Presidente Peña Nieto y luego
fueron aprobadas por el Congreso de la Unión.
Incluso al Gobierno Federal y al PRI la reelección de Gustavo
Madero les resultaría más promisoria porque sería un confiable interlocutor de
cara a las negociaciones para sacar adelante las leyes reglamentarias de las
reformas constitucionales aprobadas el año pasado; y más aún cuando el PRD y
toda la izquierda mexicana se ira con todo para revertir la reforma energética
por medio de una consulta popular en los comicios federales del 2015.
Así pues los calderonistas se estarán jugando su última carta
en la persona de Ernesto Cordero en su lucha por el control del blanquiazul.