Conjeturas
Por
Francisco Cruz Angulo
A mis escasos lectores parecerá reiterativo el insistir que
la Sra. Águeda Galicia se obstine en culpar a un “grupito de revoltosos” que
impiden el reconocimiento de su reelección como Secretaria General del SUTSEM y
que por tal motivo afecta a miles de trabajadores de ese gremio.
Por esta razón son inadmisibles las condiciones de
incertidumbre en la que viven miles de trabajadores al servicio del Estado y
Municipios al prolongarse en los tribunales laborales de si reconoce o no
legalmente a la Sra. Águeda Galicia su relección como secretaria general del
Sindicato Único de Trabajadores al Servicio del Estado y Municipios (SUTSEM).
Ante el alud de amparos promovidos por la Sra. Águeda Galicia
en los juzgados federales estos una y otra vez son rechazados y la tan ansiada
toma de nota de parte de la junta de conciliación y arbitraje va para largo. Mientras
son peras o manzanas las actuales relaciones laborales con la parte patronal se
rigen por el Contrato Colectivo de Trabajo negociado y firmado en el 2013 lo
que perjudica a miles de trabajadores sindicalizados a una mejoría en sus
salarios y demás prestaciones sociales.
Por hoy las circunstancias políticas le son adversas a la
Sra. Águeda. Aquellos sexenios de vacas gordas cuando a la lideresa sindical se
le concedía todo lo que pedía son cosas del pasado.
Eran tiempos que ella se codeaba de tú a tú con los gobernadores en turno.
Ahora que ya no es útil al poder se le hace a un lado sin
miramiento alguno.
¿Por qué obstinarse en aferrarse al liderazgo del SUTSEM si
sabe que no será una buena interlocutora con la parte patronal?
Si ella asegura contar con el apoyo de la mayoría de la burocracia
estatal y municipal por qué no convoca a una asamblea general extraordinaria
con el propósito de reformar los estatutos de ese sindicato y aprobar nuevas
reglas democráticas en la competencia interna para elegir a su secretario a)
general en condiciones de equidad y transparencia tal y como lo demandan sus
opositores porque ya nadie se traga la idea que la Sra. Águeda de la noche a la
mañana se erigió como la defensora a ultranza del sindicalismo independiente.
Si así lo fuera seguiría el ejemplo de otros sindicatos
independientes como los de las universidades públicas; o para citar otro
ejemplo el sindicato de la Volkswagen en el Estado de Puebla cuando en la
crisis económica del 2008 sus dirigentes tuvieron que pactar acuerdos con la
parte patronal en condiciones adversas como la de aceptar la disminución temporal
de salarios y horas de trabajo con el fin de preservar esa fuente de empleo
para casi 10,000 trabajadores. No por ello perdió independencia; por el
contrario fue reconocida la actitud responsable de sus dirigentes una vez que
se reactivó la economía. Esa empresa automotriz se consolidó, mejoró las
condiciones laborales de sus trabajadores y generó más empleos.
Eso es actuar con visión de futuro pensando en la conservación
de la fuente de empleo de sus agremiados. De no haber actuado así esa empresa
se hubiera ido del país y hubiera dejado en el desempleo a miles de
trabajadores.
En el caso de los trabajadores al servicio del estado y
municipios se vislumbran tiempos difíciles para el 2016 a partir del recorte
del presupuesto federal anunciado por el Secretario de Hacienda, Luis
Videgaray.
Esta es una realidad que nadie puede soslayar a menos que
viva en la luna.
Es en este tiempo de crisis cuando los gremios sindicales
deben estar unidos para enfrentar con responsabilidad el embate patronal.
Si se continúa por la ruta de la confrontación motivados por
ambiciones personales llevarán a su gremio a situaciones más adversas.
Se dice en la cúpula de ese sindicato que toda esta crisis de legalidad es atribuible a un grupito
de trabajadores manipulados desde el Gobierno Estatal. En tanto la Sra. Águeda
y su círculo cercano de colaboradores no realicen un ejercicio de autocrítica
del porqué se originó ese conflicto en que está inmerso ese sindicato
continuará profundizándose en perjuicio de todos los integrantes de ese gremio…