Por
Francisco Cruz Angulo
(Primera
parte)
La
arrogancia con la que ejerció la Profra. Elba Esther Gordillo el poder político
y sindical al frente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación
(SNTE) fue uno de los factores que iniciaron su caída.
Al arribar
al aeropuerto de la Ciudad de Toluca en un avión particular, luego de descender
de la nave fue detenida por dos agentes de la policía ministerial para que
compareciera ante un juez de la Ciudad de México a responder de un presunto
delito de triangulación de recursos de origen ilícito, o sea, lavado de dinero.
En el mismo
momento de su detención la subprocuraduría de la república en rueda de prensa detallaba
como la líder sindical triangulaba los recursos de las cuotas de los
trabajadores del SNTE por medio de tres prestanombres y dos empresas de
sociedad anónima con el propósito de beneficiarse. Según la Procuraduría
General de la República Elba Esther Gordillo desvío de fondos sindicales
alrededor de 2,600 millones de pesos, de los cuales 39 millones fueron pagados
a una lujosa tienda departamental en San Diego, California para el pago de sus
lujosas vestimentas. Los demás recursos fueron dispensados en cuentas bancarias
en paraísos fiscales, en empresas familiares, en dos mansiones y en el pago a
clínicas de estética personal.
La indiciada
fue fichada en la cárcel para mujeres en San Martha Acatitla de la Ciudad de
México en donde se le iniciará el proceso penal sin derecho a fianza por haber
cometido un delito considerado como
grave. El ministerio público federal tendrá que comprobar los hechos delictivos
de la líder vitalicia del SNTE mediante un debido proceso.
EL ASCENSO
DE ELBA ESTHER.-El arribo como secretaria general del SNTE llegó de la mano del
ex presidente Carlos Salinas de Gortari en 1989, luego de la caída del otro
cacique sindical, Carlos Jonguitud Barrios a iniciativa del gobierno salinista.
La astuta
dirigente inicialmente se dejó
mangonear mientras acumuló poder en el
sistema político cuando el PRI era partido hegemónico.
Su ascenso
fue vertiginoso: diputada local, federal, senadora de la República y
coordinadora de la bancada priista en la Cámara legislativa de San Lázaro. A su
gremio lo fortaleció negociando presidencias municipales, diputaciones locales y federales, Senadores y
hasta un gobernador
Paralelamente
a sus funciones como dirigente sindical
fue tejiendo lealtades y compromisos políticos con Secretarios de Estado, gobernadores y luego con
los presidentes de la República de origen priista. De esta manera en
contubernio con esta clase política fue apoderándose de espacios administrativos y de control escolar en la SEP federal y en la mayoría de
las entidades. Su moneda de cambio fueron los votos corporativos del gremio
sindical de más de un millón de afiliados y su bien aceitada estructura de operación
electoral para hacer el trabajo sucio en las casillas electorales a favor de
los candidatos del PRI.
Cuando fue
depuesta como coordinadora de la bancada priista en San Lázaro por su
enfrentamiento con Roberto Madrazo,
candidato presidencial y luego expulsada del PRI se pensó erróneamente que su
carrera política iba en picada. No fui así. Se fue a la ofensiva: dividió a la
FTSE y creo la suya con sindicatos
afines, cuyo epicentro fue el
SNTE; luego creó el Partido Nueva Alianza alimentado con recursos humanos y económicos
de su sindicato.
Con estos
tres instrumentos políticos y sindicales hizo alianzas electorales con los ex
presidentes panistas, Vicente Fox y Felipe Calderón Hinojosa. Este último régimen panista fue su época de oro. Los
votos que aportó el PANAL al ex presidente Calderón para que ganara la
contienda electoral del 2006 fueron bien
cobrados. Obtuvo para su yerno la subsecretaría de educación básica de la SEP;
la dirección general del ISSSTE y la Lotería Nacional para incondicionales
suyos. Desde esas dependencias del gobierno federal se allegó de cuantiosos
recursos económicos y el control casi absoluto de los SEPE en las entidades
federativas. Todo gracias a que se enquistó en el control escolar y
administrativo de la política educativa del Gobierno Federal ante la complacencia
de los mandatarios estatales y del mismo presidente de la república. Incluso se
dio el lujo de hacer despedir a varios Secretarios de Educación. Fue su mejor época de una
enorme concentración de poderío económico y político que la hacía intocable.
Como señalé
con antelación. Esta acumulación de poder no se explicaría sin la complicidad u
omisión de la clase gobernante. Engendraron un mounstro que luego se les escapó
de control.
Pocos días
antes de su caída a la cárcel, la Sra. Elba Esther concedió dos entrevistas;
una a la periodista Adela Micha y otra al periodista Carlos Marín a propósito de
la reciente aprobada Reforma Constitucional Educativa. En las dos entrevistas se mostró
arrogante, cínica, desafiante al sistema que la parió e incluso en tono irónico
hasta dijo lo que debía decir en su epitafio “aquí yace una guerrera y como
guerrera murió” ¿Dirá hoy lo mismo? Eso lo conoceremos en los próximos días
cuando de respuestas legales y política a lo que se le responsabiliza. Predijo ante
de su detención que ya tenía varias cartas bajo la mesa para responder a sus
detractores. Mañana reflexionaré en una segunda parte sobre el significado y
sus consecuencias de este golpe mediático del Presidente Peña Nieto en el marco
de la Reforma Constitucional a nuestro sistema educativo.